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Seis directivas que están en cabeza de importantes empresas contaron a LR como han logrado equilibrar la exigencia laboral con el rol de madre
Cuando la profesora Claudia Goldin se ganó el Nobel de Economía en 2023, el mundo supo que ella escudriño en miles de archivos y extrajo casi 200 años de datos para mostrar como evolucionó la participación de la mujer en el mercado laboral.
La línea cronológica ilustró el cambio en las prioridades; al principio, ellas se dedicaron al hogar, luego escogían entre empleo y la familia y, finalmente, optaron por navegar entre ambos roles; una decisión que, en muchos casos, trajo implícita una lista adicional de responsabilidades.
Al anunciar el galardón para la profesora Goldin, Randi Hjalmarsson, miembro del Comité Nobel, pronunció unas palabras que tienen eco hace tiempo, pero no han perdido vigencia: “Ellas ganan menos y tienen menos opciones de llegar a lo más alto de la escala profesional”.
En el universo de los negocios, ser la cabeza de una organización es un desafío exigente: mantener la posición de la compañía y ayudarla a ganar terreno requiere tenacidad para no sucumbir y sacarle ventaja a los competidores.
Si a eso se le suma la tarea de formar, cuidar y acompañar a un ser en crecimiento, quizás, las horas del reloj y las capacidades se desbordan. Entonces, ¿cómo las mujeres que conducen importantes compañías en Colombia han crecido profesionalmente mientras cumplen con el rol de madres?
Las seis madres y empresarias que compartieron su experiencia con LR, destacan que todo ha sido posible gracias a las redes de apoyo que han encontrado entre familia, amigos, equipo de trabajo y parejas. Además, sus hijos han sido testigos directos de su dinámica laboral y han sido compresivos con ellas.
Han tenido que navegar entre la agenda organizacional y la personal, pero en ningún caso dejan de ser madres y lideresas corporativas al mismo tiempo. Varias reconocen que, en algún momento, ha sido inevitable perderse eventos valiosos. Sin embargo, en sus apretadas agendas siempre habrá un espacio para sus hijos, las personas que las motivan cada día.
En vísperas del Día de La Madre, aquí están los testimonios de esas mujeres empresarias que rompen paradigmas.
Camila Escobar Corredor, presidenta de Procafecol
¿Qué podría ser más retador que ser la responsable de la marca Juan Valdez? Quizás, solo guiar la crianza los hijos. Camila Escobar asegura que “balancear la vida entre el trabajo y la familia es tarea de todos los días”. Además, considera que es primordial creer que esa conciliación entre ambos frentes se está haciendo bien. “Buscar que sea perfecto, probablemente, solo nos pondrá presión. En mi caso, soy muy organizada, trato de planear mi vida en el trabajo, mi vida con mis hijos y darme tiempo también”.
Natasha Avendaño, gerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá
Tomó las riendas de la compañía y le tocó enfrentar el fenómeno de El Niño que provocó racionamiento en Bogotá. “En mi caso, Grego siempre ha sido mi aliado, siempre lo involucro en mis campañas y lo mantengo al tanto de todos los proyectos. También hay alguien que fue fundamental, sobretodo cuando estaba mas chiquito, la niñera, ‘Lalala’, para quién Grego se convirtió como en su cuarto hijo. Uno de los retos es conciliar las agendas laborales y familiares, sobretodo cuando las laborales se extienden o hay compromisos de última hora”.
Lina Monsalve, gerente de Mercado Libre Colombia
Lina Monsalve es la cabeza local de Mercado Libre, una startup que cuenta con la distinción de ser unicornio tecnológico. Es decir, pasa una valoración de US$1.000 millones. Es estricta con sus horarios: “utilizo el círculo de la vida, una herramienta que me invita a reflexionar constantemente cómo está mi vida personal, física, mental, espiritual, laboral, familiar. Un desafío importante es mantenerme conectada emocionalmente con mis hijos. En casa, trato de ser muy humana, les cuento sobre mi día laboral, si fue bueno, malo, emocionante o desafiante”.
Pilar Amorocho, gerente FSQ Group, administrador de Qbano
Pilar Amorocho guía los pasos de una marca muy reconocida, que ya tiene 45 años y más de 200 puntos en Colombia. Resalta que “equilibrar el rol de madre y empresaria es una experiencia que requiere de dos personas: el hijo y la madre, los dos deben tener en cuenta que lo más importante es la buena comunicación. Mi hijo Alejandro ha sido mi motor y hoy le agradezco porque siempre me ha acompañado en cada proceso profesional. No ha sido fácil, incluso hubo momentos en que dudé en lograr hacer las dos cosas”. Agradece el apoyo de su esposo.
María Fernanda Suárez, presidenta del Banco Popular
María Fernanda Suárez dirige una de las entidades aglomeradas por Grupo Aval. Confiesa que se enfrentó a aquella disyuntiva entre casa o profesión, pero descubrió que necesitaba de ambas para sentirse plena: “liberarme de la culpa y tener como propósito enseñarles que cada uno se debe hacer cargo de su felicidad fue muy importante”. Ella coincide en que la red de apoyo ha sido clave : “Gracias a Yoli, Víctor, Luis, Pilar, Yola, Tulita, Mile, Jenny, René, TC Dianita, Coronel Rojas, han sido esenciales para lograr estar 100% en cada lugar”.
Mónica Contreras Esper, presidenta de TGI
Mónica Contreras es la máxima responsable de TGI, compañía dedicada al transporte de gas y una de las referentes del sector energético. Ella asegura que, “cuando su propósito de vida hace clic con el de la organización para la cual trabaja, el tiempo alcanza para todo. Una ejecutiva que es mamá nunca deja de serlo durante el día. Con cada acción que realiza en su trabajo está desarrollándose como mujer y madre”. Resaltó la formación en liderazgo femenino que se impulsa desde TGI para que las mujeres no abandonen el sueño de ser madres.
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