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Aphria, Avicanna y Canopy Growth son las empresas que recientemente anunciaron operación local.
Abrir la posibilidad de tratar la epilepsia, el dolor, la anorexia, la esclerosis múltiple y los eventos adversos provocados por una quimioterapia, entre muchas otras dolencias, con una planta, es una revolución. Pero para el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, además de eso, la legalización del cannabis con fines medicinales en el país “aumentará las capacidades de Colombia como centro de investigación y desarrollo de productos terapéuticos derivados de esa planta”.
Desde mayo de 2016, cuando el Congreso de la República aprobó la ley, Colombia se convirtió en el cuatro país de la región en tener un marco legal para el uso de cannabis con fines terapéuticos. Esta cruzada ha representado un gran reto para el Gobierno Nacional, pero al mismo tiempo, ha significado una oportunidad invaluable para las compañías locales y extranjeras que conocen este mercado o están llegando a él.
Para participar en este negocio es necesario contar con al menos una de las seis licencias que entregan entre el Ministerio de Salud y el Ministerio de Justicia. “El proceso aquí se planteó a la inversa, así que empieza con el MinSalud, que pregunta qué es lo que se va a vender y a quién. Luego, con el MinJusticia se resuelve qué necesita para hacerlo, cuántas plantas requiere y quién se las va a vender o cómo las va a producir”, explicó Bibiana Rojas, gerente general de Spectrum Cannabis Colombia.
A la fecha, hay 70 empresas con licencias del Ministerio de Justicia, cartera que entrega tres tipos de autorizaciones: para uso de semillas (siete otorgadas); y para cultivo de plantas de cannabis no psicoactivo (48 entregadas) y de psicoactivo (40 entregadas), que juntas representan 67 firmas avaladas.
Respecto al MinSalud, que avala otras tres modalidades, hay 41 empresas autorizadas. De ellas, 37 cuentan con la autorización para comercializar los productos a nivel nacional, 13 con permiso para investigación científica y 37 para exportación.
De ahí, que varias corporaciones ya tengan claros sus proyectos en Colombia. En el caso de la firma local Khiron, que recientemente anunció su llegada a la Bolsa de Valores de Toronto, su CEO, Álvaro Torres, dijo que espera tener productos listos en 2019 e, incluso, está evaluando la posibilidad de tener un centro médico propio. De acuerdo con el directivo, Khiron tiene un terreno de 4,5 hectáreas en Tolima.
Aphria, una de las compañías canadienses que entró al país hace poco, luego de invertir US$20 millones y sellar una alianza con la local Colcanna, prevé cultivar por lo menos 25.000 toneladas de cannabis al año en las 15 hectáreas que tiene en Chinchiná, Caldas, según dijo su CEO, Vic Neufeld.
Al mismo ritmo, la también canadiense Avicanna, a través de su CEO, Aras Azadian, anunció que su inversión en el país llegará a US$10 millones en los próximos 12 meses, pues la compañía hizo de Santa Marta su holding de cultivos con la instalación de un terreno de 20 hectáreas. A su llegada se sumó otra de las movidas recientes del sector, cuando Canopy Growth, una firma con sede en Ontario, llegó al país a través de la compra de la local Colombian Cannabis. De la transacción, surgió Sprectrum Cannabis Colombia.
De acuerdo con Rojas, la corporación cuenta con una parcela de un total de 126 hectáreas (42 hectáreas licenciadas) ubicada en Palermo, Huila, y se espera que su cultivo inicie a finales de este año. Para entrar al país, la inversión de Canopy ascendió a US$60 millones.
Para Gloria Crispín, subdirectora de Control y Fiscalización de Sustancias Químicas y Estupefacientes del MinJusticia, el balance de la implementación del sistema regulatorio de cannabis con fines médicos es bastante positivo.
“Hace poco se cumplieron dos años de la Ley 1787, la reglamentación duró un poco más de un año y hoy ya podemos decir que tenemos no solo un sistema normativo completo, sino también un total de 150 licencias emitidas entre los dos ministerios”, dijo Crispín.
La vocera agregó que tener una nueva experiencia en materia agroindustrial y promover la protección de los pequeños y medianos cultivadores en Colombia, hacen parte de las varias aristas de beneficios que deja el proyecto del cannabis medicinal.
Cundinamarca y Antioquia, los más apetecidos
De acuerdo con la base de datos de licencias del Ministerio de Justicia, Cundinamarca y Antioquia son los departamentos del país más apetecidos para el cultivo de cannabis medicinal. De las 67 empresas interesadas en cultivos psicoactivos y no psicoactivos, 16 tendrán sus plantaciones en Cundinamarca y 13 en Antioquia. En la lista siguen regiones como Cauca, donde hay ocho empresas; Valle, donde la cifra asciende a siete; y Tolima, donde cinco empresas ya tienen terrenos. Meta y Quindío cuentan con una sola compañía.
Adriana Guillén, presidenta ejecutiva, señaló que para la vigencia 2025 se tiene una disponibilidad de 65.000 subsidios anuales
En cuanto a la actualidad de Coosalud Inversa, María José Navarro, supersolidaria, dijo que se tomó posesión de la cooperativa