"Hay que cambiar muchas cosas con respecto al licenciamiento ambiental y social"

Con la interrupción de la prestación del servicio de gas natural para la industria y el transporte que se vivió en días pasados en el centro del país, quedó en evidencia una de las tantas debilidades que hay en este sector. Para solucionar esta situación, Rodolfo Anaya, presidente de Vanti, dijo que se deben plantear salidas y una de ellas es la necesidad de conectar los sistemas de la Costa Atlántica con el interior.

¿De qué se trata este nuevo producto que están lanzando?
Llevamos trabajando en esto varios meses y con la pandemia decidimos que era el momento oportuno. Se trata de Vanti Listo que es un producto de financiación no bancario, incluyente e innovador. Indiscutiblemente en el país ha habido un proceso de bancarización importante, pero no necesariamente hace a personas sujetas de crédito. Nosotros vimos la oportunidad de otorgar créditos automáticos que asignamos a usuarios que hayan tenido un buen comportamiento de pago. Este oscila entre $2 y $5 millones.

Lo innovador es que se asigna y tiene un proceso digital con validación biométrica para que sea fácil y seguro. Este no requiere ningún trámite previo, no tiene codeudor, no hay cuota de manejo y no importa si se está reportado en una central de riesgo.

¿Cuántas personas podrían acceder a este producto? Y ¿qué tasa de interés tendrán?
Tenemos más de 1,3 millones de créditos preaprobados y vamos a arrancar con una tasa de interés de 1,5% mes vencido. Vamos a tener un sistema de tasas flexibles en función del perfil de cada uno de los usuarios.

¿Qué cobertura tendrá?
Vamos a funcionar en los 105 municipios en los que tenemos cobertura de los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Santander, Sur de César, Bogotá y Soacha. Va a estar disponible en los 174 puntos de venta de nuestros 15 aliados

¿Cómo ha sido este año para la operación en sus segmentos?
Somos testigos de que se está dando una reactivación económica. Hay sectores que todavía no logran llegar a los niveles prepandemia, como el hotelero. Esto también pasa con el sector industrial que vemos que ha tenido una recuperación importante, pero no llega a prepandemia. En los demás sectores como residencial, comercial y movilidad ya estamos en situaciones relativamente normales. Hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para brindarles opciones de reactivación a estos clientes.

¿Cómo se ha comportado el consumo con el paro y la contingencia de TGI?
El consumo general tiene un nivel de crecimiento importante frente a 2020. El consumo residencial ya está en niveles normales. Durante algunos meses de la pandemia, residencial llegó a consumir 15% a 20% más. Durante el paro, el sector más golpeado fue el de transporte e industrial. Hemos visto que se ha golpeado mucho a la industria y tenemos que ser conscientes de que requieren el apoyo de todos. Tenemos que protestar sin afectar el empleo, la productividad, porque nos perjudica a todos.

¿Qué impactos generó esto en sus clientes?
Las interrupciones tenían varios orígenes. Estamos viviendo cuatro situaciones: una rotura en el gasoducto de Promioriente que no se ha logrado solucionar y que trae gas desde Gibraltar a nuestra operación; Ecopetrol puso la planta de Cupiagua en mantenimiento y tuvimos que restringir a cerca de 80 industrias por una semana. Se suma la rotura del gasoducto de TGI y tuvimos que restringir al resto de la gran industria no regulada, cerca de 200 millones de pies cúbicos tuvieron que ser racionados. Tuvimos tres eventos simultáneos y aún así a las residencias no se les cortó el suministro, ni a pequeña industrias, Transmilenio o comercios.

¿Qué alternativas o planes de contingencia han trabajado para situaciones como estas?
La lección aprendida es que si hubiéramos tenido conectados el sistema de gas de la costa y el del interior esto no hubiera pasado. Tenemos que priorizar y ejecutar rápidamente la conexión del sistema de transporte de TGI con el de Promigas para que cuando haya eventos de este tipo, nos soportemos y no tengamos que racionar. Es un proyecto fácil, no hay grandes intervenciones ambientales y hemos estado en mora de priorizar esta iniciativa que está planteada desde hace varios años. Esa es mi invitación a la industria. Nosotros vamos a liderar esa iniciativa y creo que es hora de que se materialice.

¿El consumo frente a 2019 ya se recuperó?
Frente a 2020 el consumo está creciendo cerca de 20% y si se compara con prepandemia estaríamos alrededor de 95%. Es decir, la caída del año pasado se ha recuperado y estamos 5% por debajo del volumen total agregado de prepandemia. Vemos que hay una afectación estructural en sectores como la movilidad y la industria.

¿Cuándo podría recuperarse el consumo?
Esperamos que el próximo año y que crezca sobre 2019. Yo esperaría que el proceso de vacunación y de autocuidado nos permita una reactivación sostenida en el tiempo.

¿Qué participación tiene el segmento de transporte?
En el transporte de pasajeros, especialmente en Transmilenio y SITP ha sido una solución extraordinaria el Gas Natural Vehicula (GNV). Los operadores, usuarios y la cadena del gas estamos muy contentos y vamos a cumplir cerca de año y medio con estos buses que son más de 1.700 de tipo Euro 6. El performance de los equipos y el consumo ha sido muy positivo. Lo más importante es la reducción en emisiones de material particulado, que son prácticamente iguales a las de los buses eléctricos. Ecopetrol hizo una medición y notó una reducción de 78% en emisiones en los corredores con buses a gas.

Es decir que el impacto es similar, pero son mucho más económicos. Cabe recordar la dificultad que hubo en el Concejo y el presupuesto extra que requería Transmilenio. Tenemos que ser conscientes y balancear las alternativas de tecnología que son muy competitivas, con beneficios ambientales, pero que los bogotanos podemos financiar. Mi invitación es que se siga considerando como alternativa a la movilidad eléctrica, ya que no puede ser toda.

¿Han pensado ingresar al negocio de Gas Natural Licuado?
No. Nos han ofrecido producto, pero estamos en distribución de gas por tuberías y comprimido. A futuro es probable que entremos, pero no lo vemos todavía como una oportunidad a gran escala para nosotros.

¿Cómo está la cartera vencida?
Nos hemos caracterizado por tener muy buenos clientes, nuestra cartera vencida es menor a 2%. En pandemia, reconectamos a nuestros clientes que tenían interrumpido el servicio para que pasaran la cuarentena con gas. Después dimos facilidades a cerca de 600.000 usuarios que no pudieron pagar. De esos, 88% ya está al día. Creo que fueron medidas muy oportunas de los gobiernos.

¿Qué inversiones tienen proyectadas?
Vamos a centrarnos en nuestras líneas tradicionales. Nuestra principal apuesta es Vanti Listo, que tiene en gran potencial. Vamos a seguir trabajando con transporte de carga porque es la mejor alternativa para reducir las emisiones. En nuestras zonas tenemos más de 700 camiones, pero queremos seguir aumentando este número.

Una de las preocupaciones del sector son las reservas de gas ¿cómo han visto ustedes este tema?
Colombia tiene la fortuna de tener gas en su subsuelo. Hemos decidido usarlo en el pasado. El gas existe, si exploramos y buscamos vamos a poder usarlo. Están pasando varias cosas. En el país, cualquier proyecto de infraestructura se ha vuelto complejo y tenemos que repensar qué está pasando al respecto. Un proyecto de extracción responsable es necesario y se puede hacer mitigando su impacto.

Sí se están reduciendo las reservas, pero nosotros vemos que se están hallando nuevos yacimientos y estamos seguros de que van a seguir apareciendo. Lo que no puede pasar es que dejemos de facilitar las acciones para que estos proyectos se hagan. Si no estaríamos condenados a importarlo aún cuando lo tenemos.

¿Se deberían hacer cambios en los procesos de licenciamiento ambiental y social?
Hay que cambiar muchas cosas con respecto al licenciamiento. Tanto en temas ambientales como sociales. Especialmente cuando afectan la autonomía energética del país. Esto es una prioridad para el gobierno y ya hemos hecho acercamientos con ellos. Pero esto es un tema social, hay comunidades que tienen argumentos y otras en las que los obstáculos no tienen sentido. Tenemos que trabajar en pedagogía.