ILC enfrenta nuevo reclamo por $8.500 millones

El acuerdo firmado en el 2009 con la compañía Líquido Carbónico Colombiana (LCC) y denunciado esta semana por el diputado liberal Jorge Hernán Aguirre, tiene que ver con la reclamación que hoy adelanta esta firma, con una pretensión cercana a los $8.500 millones. 

El reclamo se debe a un acuerdo que se firmó desde el 2009, y a través de la cual la destilería se comprometía a entregar una cantidad mensual de gas carbónico, emitido por la planta de destilación. El interés de LCC es comercializarlo a compañías como Coca - Cola para la fabricación de sus productos. 

Aunque en el contrato se deja claro que la ILC entregaría un suministro anual de 6 mil 840 toneladas al año, por medio de una planta y una serie de equipos que se adecuaron para tal fin en la ILC, según LCC anualmente el acuerdo se incumplió de parcial a totalmente. 

En el documento que conoció LAPATRIA, destacan que en 2010, el año de mayores entregas, solo les suministraron 2 mil 527 toneladas. En los años siguientes se bajó, en promedio a las 1.621 y 1.300 toneladas, hasta llegar a cero entregas este año, por el cierre de la planta de destilación. 

Bajo estas condiciones, la compañía de gases radicó el pasado 10 de octubre una solicitud de conciliación extrajudicial. 

La solicitud, radicada por su representante legal, Jairo Barreto Rodríguez, cuestiona que el acuerdo incluía al menos unas 19 toneladas de gas carbónico al día, para su explotación y comercialización. 

Además alega, la serie de inversiones que se hicieron en la ILC por 350 mil dólares, unos $700 millones, con el fin de adecuar maquinarias y equipos para dicho fin. 

La pretensión de la firma incluye las inversiones que hicieron, unos $2 mil 132 millones 955 mil por lucro cesante, o pérdidas que tuvieron, más unos $5 mil 643 millones por daño emergente. 

La explicación es que dicho gas prometido, se ha tenido que obtener de otras fuentes, por lo que ha incurrido en otros gastos adicionales, por sus compromisos contractuales. 

"LCC ha cumplido con las obligaciones adquiridas en el contrato, tal y como consta en los pagos realizados en la ejecución del acuerdo con la ILC, así como en las actas de cumplimiento de las demás obligaciones a su cargo", dice el documento. 

Para LCC el lío es mayor, pues desde el 13 de mayo se puso en conocimiento a la ILC sobre el problema, por lo que solicitó explicaciones del incumplimiento, además de los pagos que pidió. 

Para Aguirre esto demuestra que el cierre de la planta fue a la ligera y sin planeación, pues a esa fecha no se tenía un estudio técnico que determinara si era mejor hacer una inversión o cerrar. 

El gerente de la ILC, Jorge Iván Orozco Hoyos, sostuvo que tienen todo el interés de conciliar, pero insistió que ambientalmente no es viable abrir la planta. "Prueba de ello, es que muchas empresas que han incumplido han sido cerradas. Nosotros no nos podemos dar el lujo que pase lo mismo con una empresa que produce la plata para la cultura y el deporte, la salud y educación. Por eso responsablemente hemos mantenido la decisión de mantener cerrada la planta".