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Un factor que jugó en contra de las finanzas del equipo fue la falta de patrocinio el año pasado, y la baja asistencia a partidos
Un nuevo capítulo se escribe en la historia de uno de los equipos más grandes del fútbol de Colombia. Sin embargo, esta vez por causas diferentes a su desempeño deportivo, pues se conoció que el club atraviesa por una difícil situación financiera que los obligó a solicitar ante la Superintendencia de Sociedades un proceso de reorganización empresarial, el cual fue admitido ayer por la entidad de vigilancia.
A través del documento se conoció que este se solicitó desde el pasado 18 de agosto, pues su estructura financiera necesitaba un salvavidas.
Este argumento es respaldado por Juan Carlos Urazan Jaramillo, gerente general de Urazan Abogados, firma experta en el tema de reorganizaciones, quien afirmó que “el endeudamiento viene siendo progresivo desde 2015 y sus ingresos se han deteriorado por lo que no alcanza a cubrir su operación”.
Es equipo se une así a otros clubes de la A que permanecen en proceso de reorganización como el América de Cali, que entró en 2011, el Cúcuta Deportivo, en enero de 2012 y el Once Caldas, también desde 2012. Según el informe anual del desempeño financiero que presenta la Supersociedades hay una mala situación generalizada, pues los 36 equipos que son vigilados por la entidad tuvieron una caída en 2018 de más del 12% con relación al año anterior en sus ventas, y tuvieron pérdidas que ascienden a $58.600 millones.
Sobre Santa Fe se conoce que financieramente el equipo atraviesa por una difícil insolvencia, pues entre 2017 y 2018 la sociedad reportó una caída del 9,4% en sus ganancias, pasando de $1.300 millones a menos de $1.200 millones entre los dos años. Pero las cifras más preocupantes al momento tienen que ver con los pasivos de la compañía, ya que se reveló que la cifra está por encima de los $25.000 millones, dentro de las cuales se encuentran deudas por más de $3.000 millones vencidas por más de 90 días.
En cuanto a las deudas, Urazan afirma que “Santa Fe tiene un pasivo con la Dian por concepto de retenciones obligatorias que equivalen a $3.100 millones, esto es una seria dificultad que tendrá en su proceso de reorganización”.
Según el experto, esta dificultad se basa en que, según la Ley 1116, más conocida como Ley de insolvencia, se establece que las retenciones obligatorias no hacen parte de los procesos de reorganización, por lo que Santa Fe deberá tener normalizadas sus deudas con el fisco, como máximo en la fecha que este pretenda la confirmación del acuerdo de reorganización.
Aunque las directivas del equipo no se han pronunciado al respecto, una de las razones que más explica por las que las finanzas del equipo se han deteriorado tanto en cuatro años, tiene que ver con el bajo rendimiento deportivo, lo cual no les ha permitido incrementar volumen en las ventas de boletería de sus partidos. Cabe recordar que aunque el equipo se encuentra actualmente en semifinales de la Liga Águila, el año pasado no logró clasificar a la Copa Libertadores.
Además, otro factor que jugó en contra de las finanzas del equipo fue la falta de patrocinio, por la que atravesaron durante el año pasado, cuando Huawei dejó vacía la parte frontal de la camiseta del equipo cardenal.
Esto es un fenómeno que se ha repetido en muchos clubes deportivos de fútbol, tanto así que en la pasada presentación de resultados financieros de los equipos, que realizó la Supersociedades, se reveló que hubo una caída generalizada de ingresos y patrimonio en la mayoría de los equipos, mayormente de la primera división impulsada por la baja entrada de ingresos por boletería, que cayó $16.000 millones para los 36 clubes, y la caída de $123.000 millones en venta de derechos deportivos.
Ya quedó asignado el promotor
Así las cosas, Santa Fe deberá seguir y cumplir los requisitos que la Supersociedades requiera para el proceso de reorganización, en el cual ya se adjudicó como promotor a Daniel Posse, experto en materia de asuntos de derecho comercial y procesos de reestructuración empresarial, y quien deberá apoyar a la sociedad deportiva a reestructurar su inventario financiero, por lo que seguirán en constante revisión y procesos para solventar especialmente la situación con los acreedores, que suma deudas por más de $20.000 millones.
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Las conclusiones reflejan la importancia del acceso a la información para toma de decisiones y el acompañamiento personalizado