"La afectación más fuerte de la reforma laboral no es a la gran empresa, es a las Pyme"

Con la llegada de José Manuel Restrepo a la rectoría de la Universidad EIA, la institución prepara un plan de expansión, que no solo incluye la posibilidad de ofrecer nuevas carreras, sino también de una inversión en infraestructura. En Inside LR, Restrepo profundizó acerca de los planes en los que está trabajando y sobre las preocupaciones que tiene sobre las reformas que tramita el Gobierno.

¿Cómo encontró a la Universidad EIA?

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Encuentro una institución con unos estándares de calidad muy importantes, que tiene en pruebas de Estado a sus estudiantes ocupando los primeros lugares a nivel nacional, es primero en Antioquia, en varios programas incluso. Es una institución con una solidez en sus grupos de investigación, con nueve grupos de investigación, una apuesta muy importante en los temas de transición energética. Creo que encuentro también una institución con unos egresados extraordinarios que brillan en el mundo privado, internacional y en el académico.

¿En este momento cuántos estudiantes matriculados tienen?

La universidad surge en la historia de la Escuela de Minas, que fue la formadora de los grandes empresarios de Colombia y de Antioquia. Surge en el 78 como Escuela de Ingeniería de Antioquia. Van incorporándose a lo largo de los años otras escuelas y hoy en día somos tres escuelas alrededor del concepto de universidad EIA. Son 2.200 estudiantes en total, nuestro modelo es un modelo de educación personalizada donde cuenta el individuo, no es una institución de códigos o de números.

¿Cuántos programas adicionales tendrían?

Estamos haciendo una apuesta en este momento en la construcción de qué alternativas son importantes hacia el futuro. ¿Qué estamos viendo? Estamos viendo que, por ejemplo, en el mundo de las ciencias económicas y administrativas tenemos que hacer una apuesta en lo que es business analytics, aplicado a los temas de mercado, a los temas de negocios.

También, en el mundo de las ciencias de la vida hay que ir avanzando a todos esos caminos del futuro de la humanidad y ahí aparece el tema de neurociencias, de la genética humana. Y aparecen temas de nutrición, por ejemplo, desde la perspectiva clínica. También tiene que haber una apuesta en nuestro programa de medicina, vienen por lo menos 10 nuevos programas de residencia en medicina.

Nuestra apuesta, insisto, es una apuesta a cómo lograr ser una plataforma en la Universidad de los temas de innovación y emprendimiento de base tecnológica.

¿Tienen pensadas mejoras en la infraestructura?

Sí tenemos sobre la mesa mejoras en infraestructura. La institución ha venido logrando una plataforma de recursos muy importante para el desarrollo de una apuesta de una infraestructura, con énfasis en tecnología, en nuevos laboratorios y también para los programas de ciencias de la vida, incluido el programa de medicina.

En el próximo año y medio tenemos previsto ya una inversión del orden de unos $22.000 o $23.000 millones para una nueva infraestructura física y tecnológica que permita el desarrollo de varios de los programas que acabo de señalar anteriormente y para todo una apuesta en materia de bienestar y vida universitaria. Esto de la mano también del Hospital Pablo Tobón Uribe, que es nuestra sede fundamental para el programa de Medicina y Ciencias de la Vida.

¿Las universidades deberían reinventarse?

Estoy convencido de eso y estoy convencido de que tenemos que hacerlo. En mi caso particular, por ejemplo, desde este semestre tenemos ya una oferta a nivel de posgrados, no solamente presencial sino remota, sincrónica. Además, hemos venido avanzando a tener ofertas, por ejemplo, en educación continua que sean distintas a las tradicionales. Estamos construyendo modelos de microcertificaciones, justamente para permitir que los estudiantes puedan ir acumulando conocimientos.

¿Cómo se podría acelerar el crecimiento económico?

Después de haber tenido dos cifras récord de crecimiento, en 2021 y en 2022, era absolutamente claro que íbamos a crecer menos.

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Entonces, siento que el crecimiento es una buena noticia hoy para el país, que evidentemente puede ser mejor. ¿Cuál va a ser la gran apuesta de crecimiento? Si la gran apuesta de crecimiento, como dice el Plan Nacional de Desarrollo, es el agro porque transita de un crecimiento de 0,7% a 6,7%, hay que hacerle una gran apuesta al agro y esa gran apuesta significa inversión en infraestructura, en vías terciarias, en tecnología, construcción de economías de escala, trabajo con las comunidades, mejoramiento de la informalidad en el sector agropecuario.

Entiendo yo que esa es la apuesta que establece el Plan Nacional de Desarrollo pero hay que acelerarlo, incluso se quedó muy cortico en crecimiento, el promedio que proponía hacia adelante era 3,6%. Nunca había visto una Plan Nacional de Desarrollo con una tasa de crecimiento tan bajita.

¿Cuáles serían sus preocupaciones sobre el proyecto de la reforma laboral?

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Es una reforma que se necesita. Por principio general, se necesitan reformas. Creo que se necesitan ajustes en el país, particularmente, se necesitaría un ajuste para dignificar el trabajo o la condición de trabajadores en términos de salario en algunos sectores de la economía. Creo que es importante también avanzar en una modernización y actualización de todo lo que es el régimen colectivo.

Me preocupa que no le está dando respuesta a lo que debería ser el objeto de una reforma laboral: generar empleo. Y una reforma laboral debe, como principio general, contribuir a la formalización. Esta reforma laboral dignifica, pero no genera más empleo, por el contrario, tiene una altísima probabilidad de destruir empleo y esta reforma laboral no genera mayores niveles de formalización, sino que informaliza más.

La afectación más fuerte de la reforma laboral no es a la gran empresa, claro que la gran empresa puede tener un costo adicional, pero no va a ser problemático para la gran empresa. El problema fundamental de la reforma laboral es que realmente afecta al micro y al pequeño empresario y al emprendedor, que está arrancando.

¿Y sobre la pensional?

La ministra (de Trabajo, Gloria Inés Ramírez) decía con acierto que la mejor reforma pensional es una reforma laboral, pero no esta reforma laboral. Una reforma laboral que genere más formalidad, no una que genere más informalidad porque la primera apuesta para mejorar en materia pensional es formalizar la economía.

La reforma pensional es necesaria, porque hay que ampliar coberturas, hay que romper con ese modelo de Robin Hood al revés que tiene hoy nuestra legislación pensional, en donde los menos favorecidos terminan subsidiando a los más favorecidos. También para evitar esa competencia entre el régimen de prima media y el régimen de ahorro individual.

Me parece que pudiese, con algunos ajustes, surtir su trámite y sería incluso positiva para Colombia. Por ejemplo, ese valor del pilar del régimen contributivo que está establecido en tres salarios mínimos, es demasiado alto y corremos el riesgo de afectar el crédito de largo plazo en el país y con eso estamos afectando la financiación pública de la nación.

¿Y qué le critica a la reforma a la salud?

No se hizo un debate amplio, fue casi que un monólogo ideológico basado, posiblemente, más en un fundamentalismo que en un interés realmente de construir una reforma a la salud para todos.

Es indispensable seguir fortaleciendo todos los mecanismos de protección y de promoción en materia de salud, necesitamos dignificar a las enfermeras y a los médicos en nuestro país en términos de remuneración, necesitamos llegar a territorios de nuestro país donde no hay una atención fácil para las personas.

Lo que no puede ser es destruir eso que se ha construido en el país. La reforma se puede lograr si se construye con un consenso. Creo que la reforma a la salud tiene serios vicios de constitucionalidad y creo que políticamente tiene muchas dificultades en el Congreso de la República. Como está, esa reforma siento yo que o se cae en el trámite en el Congreso de la República o eventualmente se cae en la Corte Constitucional.