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El costo de los alimentos, cambios en los hábitos de consumo, la volatilidad del dólar y un incremento en los créditos están entre las razones que afectan al sector
Los fogones están sufriendo los rezagos de la inflación y la pandemia. Presto, Oma o Sierra Nevada son apenas la punta del iceberg de los problemas por los que están atravesando los restauranteros.
Según el Food Service Report enviado a LR por GIG Latam, los números muestran algunas de las problemáticas que están viviendo los restaurantes. Aunque la industria de comidas rápidas en Colombia cerró 2022 con una recuperación en ventas y transacciones, el escenario financiero parece oscurecerse jalonado principalmente por la alta inflación, las alzas de los arriendos, suministros, mano de obra y la tasa de cambio.
Esto no solo lo dice el informe, sino que empresarios como Gabriel Calderón, gerente de La Lonchera, han sentido estos incrementos. “Estamos ahogados por el aumento del IPC en los arriendos, el aumento de la DTF en los créditos y la competencia desleal de las cocinas ocultas”, dijo el empresario.
Ante estas subidas en los costos de los restaurantes, los comercios se ven obligados a incrementar los precios de sus productos lo que genera que muchos de sus clientes no puedan acceder a ellos. Esto le ocurrió a Sierra Nevada luego de pandemia, quienes ante la subida de los precios tuvieron que empezar a ofrecer combos de $35.000 y $40.000 que fueron alejando al público que ya tenían fidelizado. Entre 2022 y lo corrido del presente año se ha presentado un aumento de precios de 20,1% en el sector, según los datos presentados por GIG.
La baja demanda también es un problema. Empresas como Spoleto han visto un bajón en sus ventas, pues según dice su gerente, Bryan Rozo, “hemos visto que el consumo en nuestros puntos se ha visto reducido 10%”. Por su parte, La Lonchera también ha sentido esta caída en el número de pedidos que presentan, pues en 2022 se tuvieron 270.000 órdenes y en lo corrido de este año llevan 85.000. “Las personas luego de la pandemia prefieren salir a comer una vez a la semana a restaurantes con platos que les sale humo y ofrecen una experiencia, en lugar de salir dos o tres veces a comer en establecimientos como los nuestros”, dijo su dueño Gabriel Calderón.
El informe de GIG muestra que las transacciones en el sector han bajado, pues mientras que en mayo de 2022 se lograron en promedio por tienda 4.630 facturas emitidas, en este mismo periodo de 2023 se logran 4.400, un decrecimiento de -4,9%. Los restaurantes contactados denuncian que el impuesto al impoconsumo generó que el hueco en la cartera se volviera más grande, junto al golpe de la competencia de las cocinas ocultas.
La reorganización, cada vez más cerca
La reorganización parece cada vez más cercana para muchos restaurantes. Max Zalta, gerente de Mister Lee, dijo que el sector solo podría aguantar seis meses más antes de que los daños sean peores, mientras que La Lonchera le dijo a LR que si las cosas no cambian de aquí a tres meses, ellos entrarían en reorganización.Esta medida se suma a las que ya anunciaron este año cadenas como Presto y Oma, que forman parte de mismo grupo empresarial, y Sierra Nevada. Juan León, gerente financiero de PPC, dijo que después de la pandemia la compañía se vio obligada a entrar en reorganización.
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