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La aerolínea ha presentado las pruebas de los momentos cuando dio a conocer su crisis financiera y la necesidad de aprobación
Viva interpondría una demanda en contra de la Aeronáutica Civil por su falta de respuesta oportuna ante la solicitud de integración con Avianca, debido a su crisis financiera y que habría sustentado con pruebas que presentó el 8 de agosto de 2022.
Para ese momento, la aerolínea argumentaba que “se encontraba en una situación financiera precaria, crítica y extremadamente difícil como resultado de la cual, de no aprobarse la transacción, se vería condenada a desaparecer de forma definitiva del mercado en un plazo que, en el mejor de los escenarios, no superaría 60 días calendario”.
Sin embargo, en noviembre 18, la Aerocivil negó la aplicación de Viva, para esto se basó en precedentes americanos, ingleses y europeos. "Por riesgos para la competencia y los consumidores. De permitirse la integración se reforzaría la posición en favor del ente integrado", anunció la entidad regulatoria en una rueda de prensa. Asimismo, dijo que contra el acto administrativo pueden proceder recursos de apelación y reposición.
La Aerocivil sostiene que no se logró confirmar que se "configure la excepción de empresa en crisis", el modelo bajo el cual las empresas solicitaron la integración. También advirtió que sin la unión operacional que buscaban, "Viva desaparecería como competidor independiente y otros competidores enfrentarían mayores barreras de entrada".
El 13 de noviembre, Viva perdió dos aeronaves y apela la decisión. Sin embargo, en medio del recurso de apelación que estaba en curso, el 18 de enero, a través de su resolución 79, la Aerocivil declaró que no se siguió los reglamentos apropiados y declaró “la existencia de una irregularidad sustancial en el trámite” y decreta “devolver el expediente a la Dirección de Transporte Aéreo. . . para que rehaga la actuación administrativa.” Es decir, Aerocivil, después de tener el expediente por tres meses, admite que se equivoco y empieza el proceso de nuevo.
El 20 de enero, tanto el Ministro de Transporte como los arrendadores de Viva se reúnen para dejar claro que no pueden esperar más de dos o tres semanas para la toma de una decisión. En esa reunión se dejó dicho que la Aerocivil tomaría acción dentro de unas semanas con plazo máximo hasta finales de febrero.
En febrero, Viva intenta retener la flota por el mayor tiempo posible. Para el 17 de febrero, Aerocivil anuncia que se mueve a la segunda fase de la revisión del proceso. Sin embargo, para febrero 20 Viva perdería 10 aviones, lo que representa 52% de su flota remanente. Castlesouth, el dueño de las acciones de Viva y Avianca, informó al Ministerio de Transporte, Ministro de Hacienda y el Director General de la Aerocivil, que no había alternativa de reestructuración financiera, así como que los intereses hechos comunicados por JetSmart, Latam y otros no eran ofertas y que no había manera de cerrar una transacción con estos dentro de los tiempos disponibles.
Durante las últimas semanas, Viva actuó bajo el decreto 560, sobre las medidas transitorias especiales en materia de procesos de insolvencia, para mantener las operaciones. Desde que Felix Antelo dejó su puesto como CEO y Presidente de Viva por motivos de salud, Francisco Lalinde tomó el puesto, sin embargo, la aerolínea asegura que no fue posible lograr comunicarse con la Aerocivil, a la que informaron que ya quedaba poco tiempo. Es así como el 27 de febrero Viva suspendió operaciones con previo aviso a las autoridades del caso.
En medio de la polémica interna que hay en la agremiación, el Juzgado 51 civil del circuito emitió medida cautelar