La Superintendencia de salud ha liquidado 18 EPS en siete años

Ayer Saludvida se unió a las EPS Comfacor, Cruz Blanca y Emdisalud que han sido liquidadas por la Superintendencia de Salud durante la administración del presidente Iván Duque. Estas entidades suman 2,4 millones de usuarios que tendrán que ser reubicados en 15 días en 19 entidades restantes sobre las que no se tiene ninguna medida de vigilancia.

Sobre otras tres empresas la Supersalud ha ordenado revocatoria parcial de funcionamiento, es decir, que dejen de operar en algunos de los departamentos en los que prestaban sus servicios. En este caso también se da por sus bajos indicadores de desempeño. Por ejemplo, Medimás dejó de prestar su servicio en Cesar, Sucre y Chocó, Coomeva en Meta, Cauca y Cundinamarca y Comparta en Bolívar, Cundinamarca y Huila.

Estas entidades suman otros 247.000 usuarios que están siendo reubicados en medio de la purga que está haciendo el Gobierno al sector salud, con el fin de que solo queden operando las entidades que sí presten un servicio de calidad a sus clientes.

Según Jaime Arias, expresidente de Acemi y exministro de salud, las EPS comenzaron su creación en 1994 en donde inicialmente se hablaba de cerca cuatro EPS formales y la unión de prepagadas que querían formar parte de esta agremiación para llegar a un total de seis aproximadamente.

“Este fue un punto clave en la presidencia de Santos, en donde se habló de disminuir el número de las EPS, así que esta es una política que está clara desde arriba y con tiempo y nada de lo que está pasando es novedoso”, agregó Arias.

El experto señaló que actualmente hay varias EPS que se encuentran con medidas especiales, sin embargo, dijo que liquidar una entidad no es tan fácil, ya que deben reconsiderar los lugares a donde deberán ir los nuevos afiliados.

“El problema de las liquidaciones es que a las personas se les da la oportunidad de cambiarse de EPS voluntariamente, es decir, lo que se presenta es que se pasan a una EPS que se consideran buenas, distorsionando a la entidad que está recibiendo a los nuevos pacientes”.

Sobre el problema más serio de las entidades Arias explicó que el lío es que las EPS cargan con una deuda gigantesca, por ejemplo, en el caso de Saludvida, que tiene activos por $349.170 millones, el pasivo superó el billón, por lo que “no estaba permitiendo que la red fuera efectiva y ya estaba generando el peligro de la vida de varios usuarios”.

Por esta, y situaciones parecidas en los otros tres casos de liquidación de este Gobierno, es que la Supersalud a cargo de Fabio Aristizábal, señaló que “hoy ya tenemos 2,7 millones de usuarios que van a estrenar EPS y este es un mensaje claro, llevamos un año anunciando que íbamos a tomar medidas y lo hacemos”.

Sobre el problema de falta de capacidad que han señalado algunas prestadoras de servicio Aristizábal agregó que la entidad ha analizado los casos y “confiamos en el aseguramiento que tiene el país y sabemos que las empresas sí tienen la capacidad de recibir a los usuarios; conozco la capacidad que tienen las receptoras”.

Hasta el momento no se conoce específicamente a donde irá cada afiliado de las 19 entidades que están habilitadas, sin embargo, la metodología de asignación es dividir por un lado los usuarios de alto costo y madres gestantes y otro grupo con los demás. Del primer grupo se hace una división aleatoria en tres EPS con fuerte capacidad y del segundo un 50% a tres EPS y otros 50% a otras EPS según el grupo familiar.

Según un informe de la Supersalud a marzo, en el régimen contributivo, la EPS que recibió más usuarios nuevos en el último año fue Sura con 400.529 personas, seguida de Sanitas con 377.176, Salud Total con 234.208 y la Nueva EPS con 208.376.