“La venta de yogures ha disminuido 20% por la falta de estudiantes y loncheras”

Fundada en 1953, la empresa de lácteos El Pomar es un fabricante de productos lácteos con mucha tradición en la Sabana de Bogotá. Luego de hacer grandes inversiones en maquinaria y en cambio de imagen para retomar su posición en el mercado, la empresa ha duplicado sus ventas en los últimos tres años.

Así lo contó a LR Nelson Molano, gerente de la compañía, quien agregó que el consumo de leche se ha mantenido estable durante el aislamiento preventivo. Sin embargo, recalcó que la venta de yogur ha disminuido.

¿Qué medidas ha tomado la empresa debido al Covid-19?
Tomamos temperaturas de los empleados al ingreso y todos tienen que usar tapabocas. El personal administrativo está teletrabajando desde el 18 de marzo. También se desinfectan los carros al entrar a la planta. Todos los protocolos de limpieza se triplicaron. Igualmente, también tomamos un seguro que, si algún trabajador presenta un síntoma, un médico lo visita a la casa.

¿Cómo han visto la demanda de sus productos?
El sector lácteo hay que dividirlo en diferentes productos. Nosotros vendemos yogures y leche. Cuando uno mira la leche larga vida, la venta se ha incrementado mucho.

Nuestros clientes son cadenas de supermercados, tiendas de barrio y algunos discounters, todos han crecido. Si se miran los yogures, la venta ha caído 20% porque en la cuarentena no hay estudiantes, no hay loncheras.

Los quesos sé que también han caído y el sector de madurados que es de hoteles y restaurantes ha sufrido mucho por lo que está detenido.

¿Cómo está el inventario de leche?
Veníamos de una escasez de leche en el sector a causa de un verano muy largo y unas heladas muy fuertes. El sector estaba sin inventario. A partir de la segunda semana de marzo empezó a llover y mejoraron los pastos y el acopio. No ha habido desabastecimiento en ningún momento.

¿De las líneas de venta cuál es la que más dinámica ha tenido?
Los hard discounters son los que se ven con mayor dinámica. Son el primer medio de abastecimiento para la gente, tanto para el que compra para consumo propio como el que lo hace para ayudar a otras personas. Como la leche es larga vida uno ve que es muy fácil incluirla en los mercados del gobierno o las empresas, mientras que los yogures necesitan refrigeración. El canal que vemos más afectado es el de los tenderos de barrio.

¿Cuál es la producción de leche y yogur para 2020?
En 2020 tenemos una meta de crecimiento de 25%. En 2019 lo hicimos a un ritmo de 20%. A la fecha vamos muy bien, a marzo estábamos creciendo 35%. Esperamos este año procesar cerca de 85 millones de litros de leche y en derivados esperamos llegar a 3,6 millones de litros.

¿Cuáles son los retos que tiene el sector además del Covid?
Siguen siendo temas de mejorar el consumo y un mayor valor agregado a la leche. Trabajamos en mejorar la propuesta de productos para al consumidor. Es una empresa agropecuaria, por lo que tenemos contingencias que no controlamos. El año pasado, el verano fue mucho más fuerte de lo que esperábamos, lo mismo que las heladas este año. Dentro del sector trabajamos por la formalización. Ahí hay un gran reto y esa informalidad trae varios problemas.

El precio de leche cruda creció 8%, ¿eso los afectó?
Eso no se ha trasladado al mercado. La industria ha logrado asumir vía eficiencia gran parte de este costo. Fácilmente, la leche cruda ha incrementado 15% año a año por fenómeno de El Niño y por el decreto del Gobierno. La leche sigue siendo un producto que se consigue económico.

¿En un futuro se puede ver reflejado en el precio final?
Nosotros por ahora no lo hemos subido. Ya habíamos hecho un alza en febrero de 5%, creemos que se puede mantener.

La empresa beneficia a 300 ganaderos y crea 260 empleos directos
Respecto a la pregunta de a cuántos productores beneficia la compañía, Molano expresó que “acopiamos casi 200.000 litros diarios. Tenemos unos 300 ganaderos que han estado con nosotros desde hace 30 años y generamos 260 empleos directos y 90 indirectos. No hemos sacado a ni una sola persona desde que la crisis empezó”. Uno de los grandes retos del sector, señaló el gerente de la compañía de lácteos, es la informalidad que existe y que, como consecuencia, trae que el acopio de leche sea más caro.