“Las mujeres emprendedoras fracasan menos que los hombres”

Según datos de firmas como Crunchbase y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, entre 15% y 20% de los emprendimientos son hechos por mujeres. Aunque este porcentaje aún es bajo, Ricardo Leyva Gutiérrez y Mauricio Hoyos, inversionistas de Shark Tank Colombia, destacaron que son precisamente las mujeres emprendedoras las que menos fracasan, porque tienen una mayor capacidad ejecutoria. En Inside LR, hablaron sobre el emprendimiento en Colombia.

Las adaptaciones de Shark Tank en América Latina, solo están en México y en Brasil ¿Por qué Colombia es un buen mercado para hacer un programa sobre emprendimiento?
RL: Sin duda, porque Colombia está mandando la parada en términos de emprendimiento e intención de emprendimiento. Es el tercer país del mundo con intención de emprendimiento y el primero de Latinoamérica y eso se ve clarísimo en el programa y en las ciudades que visitamos.

¿Cómo definen o qué características tiene el emprendedor colombiano?
MH: Colombia tiene una particularidad: como tuvimos temas muy complejos, la gente se volvió creativa y comenzó a buscar en sitios donde no había muchas oportunidades para generar ingresos. Las características más particulares de los colombianos son la berraquera y las ganas de salir adelante. Por último, los emprendedores colombianos están en capacidad de ser muy creativos.

¿Emprenden más los hombres que las mujeres?
RL: Pareciera ser que emprenden más los hombres, pero los hombres emprenden a causa de las mujeres que empujan muchas cosas. Se ve de todo, tal vez fracasan menos las mujeres que los hombres. La mujer ve el negocio y se va a fondo a gestionarlo, a hacer que las cosas pasen.

MH: Desafortunadamente en el emprendimiento se ve que un salón se llena más de hombres, que de mujeres. Si se invirtiera eso tendríamos empresas mucho más exitosas. Las mujeres tienden a ser más estrictas.

¿Qué tan emprendedores son los millennials?
RL: Los millennials tienen la capacidad de coger la información solo estando frente a una pantalla, están emprendiendo muchísimo porque les queda muy fácil hacerlo, pero están fracasando más, nutriendo la famosa fórmula de que 90% de las empresas fracasan.

MH: Hay que generar un tema de contexto. En el análisis de los millennials, vemos que les gusta la inmediatez y es una característica que se está dando por muchas cosas, ya todo lo tienen más rápidamente y ven casos de éxito de personas muy jóvenes que probablemente se retiraron de la universidad. Y hay una cosa muy triste: las empresas y las compañías tradicionales, donde nos gustaba trabajar, perdieron atractivo. La gran innovación del mundo la está haciendo el ecosistema de emprendimiento y las grandes empresas están fuera de eso. El error está en el incentivo. Hoy, el salario ya no es el único incentivo.

¿Tienen identificado cuál departamento o región emprende más?
MH: Sí. Bogotá, definitivamente, y en segundo lugar, la región del Valle. Nos llamó mucho la atención porque siempre había un mito en el tema de que el paisa es muy emprendedor, pero en el programa primero fue Bogotá y segundo Valle.

RL: Bogotá resume todas las regiones e incluso emprendedores internacionales. En el caso de Medellín está mucho más la intención emprendedora que los emprendimientos ya funcionando.

MH: En Medellín, a diferencia de otras regiones, las empresas paisas tradicionales sí han logrado mantenerse como un sitio rico para ir a trabajar.

Del total de emprendimientos en el programa, ¿cuántos concretan la idea o llegan a obtener inversión?
MH: Creo que eso es muy relativo. Se presentaron más de 2.000 compañías a la primera convocatoria y llegamos hasta las que están al aire. Como somos seis inversionistas, con intereses muy diferentes, es tan distinto, que lo que sí puedo decir es que fueron muchas las compañías que recibieron inversión. Lo más importante es que invertimos en muchas industrias.

RL: Puede ser que 1% de los emprendimientos que están hasta ahora arrancando, máximo 2%, están llegando a una primera inversión cuando lo están buscando.

¿Qué tanto seguimiento hacen a los emprendimientos que financian?
RL: Estamos de cabeza. Fue una buena coincidencia que todos estamos altamente interesados en hacer parte de esto. Mauricio y yo hacemos parte de la red Endeavor. En mi caso, se despertó esta posibilidad de invertir; a mí me gusta invertir donde puedo agregar valor. Hay negocios muy interesantes y hay otros a los que hay que ayudarles más a gestionar su compañía.

MH: Siempre se ha hablado del dinero inteligente y ese es el caso nuestro. Esa inversión con capacidad de ejecución, inteligente, ya es el emprendedor que hizo su negocio. Es más capacidad de poder ayudarles a estructurar mejor las compañías, buscar algunos contactos y abrir puertas. Rápidamente vemos dónde agregamos valor y dónde debemos estar ahí solo como inversionistas.

¿De dónde sacan el dinero para financiar las ideas de negocio que clasifican en el programa?
RL: Del bolsillo de nosotros. De nuestros ahorros, algunos tenemos inversionistas, socios, pero en el programa los recursos son de uno, y uno tiene un compromiso de inversión.

MH: De dónde sale la inversión, es lo que hace diferente el programa. Salimos a un set, no conocemos nada de lo que vamos a ver. Al ser plata de nosotros, queremos que las compañías salgan adelante y tengan rentabilidad suficiente.

¿Cuál es ese proyecto en el que se ha arrepentido de meter capital?
MH: Todos somos de la filosofía de que un emprendedor está dispuesto a tomar riesgos y no se arrepiente de hacerlo.

RL: En ninguno me arrepiento de haber estado, pero hay unos negocios en los que me ha costado más mantenerme. Hay algo que debo decir le a la gente que tenga mucho cuidado de invertir con la familia porque eso es bueno, pero puede ser complicado para crecer. Manejar una empresa de familia es posible exitosamente, pero estoy viendo mucho esa dificultad porque se frenan mucho para tomar decisiones y es algo muy humano.

¿Es mito o realidad que seis de cada 10 emprendimientos en Colombia fracasan?
RL: Es realidad y deben ser ocho, porque los que no se notan deben ser muchos más. El error fundamental de la gente es enamorarse demasiado de la idea y no de lo que está solucionando. La gente está yéndose demasiado rápido a la idea y no a la ejecución, entonces eso no es mito.