MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Los pequeños y medianos empresarios están apoyando con una producción conjunta que puede llegar a 16.000 unidades al día
En Colombia alrededor de 1,6 millones de pequeñas y medianas empresas (Pyme), que corresponden a 96% del tejido empresarial. Precisamente estas compañías son algunas de las que más han sentido el impacto de la coyuntura del Covid-19 y la cuarentena obligatoria. Sin embargo, en actividades como la fabricación de tapabocas, varios pequeños y medianos empresarios han logrado hallar un espacio y producir hasta 16.000 unidades diarias en conjunto.
Algunas compañías, que ya se dedicaban a producir insumos médicos se volcaron a la fabricación de tapabocas. Vestimos Dotaciones M&M, que desde hace 15 años fabrica y comercializa dotaciones quirúrgicas reenfocó su producción para despachar más mascarillas.
“Tenemos nuestro taller propio, hacemos uniformes antifluidos para el área médica, ropa quirúrgica y tapabocas. Antes de que pasara esto no manejábamos tanto tapabocas, pero se ha aumentado muchísimo la demanda”, mencionó Natalia Castellanos, gerente administrativa de la empresa que emplea a 10 trabajadores.
Otra empresa detrás de dotaciones empresariales es Mayoristas de Seguridad Industrial. La compañía, constituida hace alrededor de cuatro años, invirtió en maquinaria para elaborar tapabocas hace dos meses y lleva dos semanas fabricándolos, sacando alrededor de 2.000 a 2.500 tapabocas diarios.
“Fabricamos tapabocas en tela quirúrgica de tres capas, se sellan con ultrasonido, con unas maquinas que funden las capas, y manejamos punzonadoras, que no permiten que se perfore la tela”, explicó Eduardo Reinoso, gerente de la empresa, quien destacó, sin embargo, que parte de la dificultad en la producción está en que también se ha visto un alza en los precios de los insumos.
Jairo Cubillos, gerente general de MediVaric, es otro empresario que reconvirtió su negocio. Aunque su compañía se dedica a fabricar medias de compresión y también fajas, gracias a un negocio de distribución de sus productos en EE.UU. recibió una propuesta para fabricar y exportar estos implementos hace cerca de mes y medio. Cubillos concretó dos modelos, elaborados a base de hilado de cobre, un material conocido por su asepsia y por ayudar a eliminar las bacterias.
“De EE.UU. nos llegó una solicitud de 630.000 unidades y otra de un millón, pero en virtud del decreto que sacó el Gobierno, no se pudieron exportar”, mencionó el empresario, que en este momento está trabajando con cerca de 70 operarios para producir al día 4.000 tapabocas, entre las dos referencias.
En Barranquilla, Marroquinería Valbuena, empresa que habitualmente provee de morrales y dotaciones a compañías como Transmetro y Muebles Jamar, frenó sus pedidos para trabajar con 25 operarios en las máquinas, y otras 15 personas apoyando en la parte de empaques en la producción de tapabocas.
“Con la necesidad comenzamos a fabricar tapabocas desde hace cuatro semanas para empresas y clínicas. La meta que con la que estamos trabajando es 9.500 tapabocas diarios”, aseguró Fred Valbuena, gerente y propietario de la compañía, quien mencionó que si bien tienen pedidos represados en marroquinería, no están autorizados para su fabricación por la emergencia sanitaria.
En Bogotá, la marca de zapatos Lucinda, ante el freno que vio su producción, también decidió fabricar tapabocas, y lanzó la marca Mask Carillas. “Decidimos incorporarles algo de diseño para hacerlos más amenos, pues con el confinamiento vienen muchos temas de ansiedad”, resaltó Mónica Valbuena, cofundadora de la marca, quien asegura que esperan fabricar 5.300 mascarillas al mes y que han recibido apoyo de la Cámara de Comercio de Bogotá.
¿Qué implica que los tapabocas sean dispositivos médico vital no disponible?
Hace dos semanas, para atender la emergencia, el Invima declaró los tapabocas como “dispositivo médico vital no disponible” en el país, decisión que permitió importar y fabricar el producto en Colombia sin necesidad de contar con registro sanitario. Sin embargo, para quienes deseen importarlos la entidad exige allegar el certificado de venta libre, así como el de análisis de producto, entre otros. Para el caso de la producción nacional, se debe contar con un concepto de condiciones técnico sanitarias expedido por el Invima.
La compañía dijo que el proyecto tendrá un plazo de finalización de un año, pues se espera que se entregue a inicios de 2026
Romeo Lacerda, CEO de Inchcape Américas, resaltó que su apuesta para los próximos cinco años es ser el grupo líder del mercado, con una participación de 20%
EPM indicó que la situación que actualmente se vive frente al nombramiento del presidente de ISA afecta la confianza de accionistas y comunidad en general