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La Nacional opera con un aforo de 20%, los estudiantes presenciales en La Sabana superan los 1.000 diarios y en el Bosque aumentan a 1.860 estudiantes
La transformación digital impulsada por el covid-19 ha significado el inicio de una nueva era, pues el teleestudio partió la historia de la educación en dos, acelerando el proceso que muchas entidades esperaban culminar en varios años, a solo unas cuantas semanas.
Los resultados del acelerado proceso han sido sorprendentemente positivos y Jorge Humberto Peláez Piedrahita, rector de la Universidad Javeriana, explicó que “con la pandemia se perdió el temor al uso de la tecnología en los procesos formativos”, y agregó que el regreso a la presencialidad “estará orientado a generar valor agregado para conectar lo que se aprende con la aplicación del conocimiento y tener un aprendizaje activo”.
Esta universidad ha implementado tres modelos de enseñanza: las clases remotas y virtuales (66%), las presenciales (19%) y las combinadas (15%).
María Clara Rangel, rectora de la Universidad El Bosque, aseguró que al inicio el cambio no fue fácil, pues no todos los estudiantes contaban con equipos o con una conexión a internet, además tuvieron que modificar la metodología de enseñanza y aprendizaje, conocer nuevas plataformas y usar herramientas que facilitaran el trabajo colaborativo digital.
Rangel también destacó que la entidad tiene 1.860 estudiantes y 112 asignaturas presenciales, que representan 16% del total de población estudiantil en prácticas y algunas teóricas, de acuerdo con el aforo permitido de 25%.
Por su parte, Obdulio Velásquez, rector de la Universidad de la Sabana, afirmó que actualmente tiene más de 1.000 estudiantes por día que asisten a clases de manera presencial y que “la educación es la protagonista en la siguiente década. Muchas opciones desde muchos sectores. Las universidades estamos en la transformación y si se observa con cuidado estos cambios han surgido en estas instituciones”.
Frente a esto, el aforo del campus de la Universidad Nacional es menor a 20%. Además, Dolly Montoya, rectora de la institución, afirmó que si bien la tecnología ha demostrado que se debe ser flexible y se debe estar en una constante actualización, el cambio no puede significar el traslado de lo que tradicionalmente ocurría en el aula ahora a la virtualidad, y resaltó el papel de las universidades como entidades que brindan una formación integral.
Por ello, Jaime Arias, rector de la Universidad Central, criticó los cursos que se ofrecen por medio de plataformas virtuales, y aseguró que estos son solo un negocio; aunque cabe resaltar que emprendedores como Simón Borrero, cofundador y CEO de Rappi, afirman que las universidades no responden a las necesidades del mercado tecnológico como sí lo están haciendo plataformas como Platzi.
Flexibilidad y transformación
La coyuntura global develó, según Rangel, la importancia de la flexibilidad y la transformación académica y curricular, eso sí, sin perder la excelencia y calidad en la formación. Además, dijo que las universidades deben innovar, hacer uso de herramientas y plataformas tecnológicas que complementan la formación integral e interdisciplinaria.
Papel activo del estudiante
Montoya afirmó que la pandemia les ha permitido reflexionar y cambiar métodos y pedagogías, asimismo que se con el cambio se debe reconocer el papel activo del estudiante en su experiencia formativa; tener currículos abiertos y flexibles que permitan al estudiante armar su camino según a las necesidades de su proyecto de vida.
No es solo la cuarta revolución industrial
La transformación digital es un llamado la innovación educativa disruptiva, que no es solo entrar en la cuarta revolución digital sino también abrirse a nuevas competencias, rutas formativas, y modelos de certificación, dijo Peláez, con el fin de que los estudiantes puedan adaptarse y reinventarse continuamente en un mundo cambiante.
Modalidades híbridas
Velásquez explicó que la educación será la protagonista en la siguiente década, pero afirmó que las clases adoptarán modelos híbridos y será el estudiante quien escogerá; además, las clases en el campus se enfocarán más en las experiencias prácticas, así como en los laboratorios y en los aspectos de relación interpersonal.
Cursos online no remplazan IES
El rector de una Universidad Central defendió la labor de las universidades frente a las plataformas que ofrecen cursos en línea, pues “las empresas comerciales que ofrecen cursillos cortos están haciendo un buen negocio pero no reemplazarán a la universidad con más de 1.000 años de tradición en el mundo y más de 400 en Colombia”.
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