“Le estamos apostando al empleo formal y digno para las trabajadoras domésticas”

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Apostarle al empleo formal es casi que una tarea titánica en un sector productivo particular como es el de Aseo, Limpieza, Desinfección y Mantenimiento, que tiene que batallar contra el empleo informal, y a la vez, contra compañías legalmente constituidas que no cumplen con las garantías laborales con su personal de trabajo. Es así como la informalidad en este sector asciende a 15%.

Una de esas 120 compañías es Casalimpia, que además hace parte de las 80 empresas agremiadas en la Federación Nacional de Empresas de Aseo (Fenaseo). Una empresa colombiana con 62 años en el mercado, que presta servicios integrales de limpieza general, mantenimiento, servicio de catering, ventas de productos de aseo y de vigilancia.

Su gran lema, como lo indica su presidente, Pedro Estrada: “es brindar el mayor bienestar a nuestros trabajadores, a través del empleo formal y de calidad”.

Actualmente, la empresa está generando más de 20.000 empleos directos y formales. Y una parte importante de su personal de trabajo son las mujeres, en su mayoría amas de casa, que prestan el servicio de aseo general y que son en últimas las que más se encuentran trabajando en condiciones laborales no reglamentadas.

“Parte del propósito de la estrategia laboral de Casalimpia es el de la formalización de las empleadas de servicios doméstico, que en Colombia suman, según el Dane, cerca de 680.000 mujeres en la informalidad; es decir, 80%”, informó el presidente de la empresa familiar colombiana.

Ante eso, Casalimpia viene apostándole no solo a brindar las mínimas garantías laborales a las mujeres trabajadoras, sino también al crecimiento personal de ellas, como una política de género establecida al interior de la compañía y aplicada en cada uno de sus procesos.

“A todas las empleadas les pagamos todas sus prestaciones sociales y les damos un bono adicional para que su sueldo termine siendo superior al salario mínimo legal vigente”, explica Estrada.

Y es que, según señala Fenaseo, para que una empresa de este sector sea catalogada como “promotora del trabajo digno” se deben cumplir condiciones como: que se les paguen todas las prestaciones sociales; que el sueldo base sea el salario mínimo reglamentado en el país, y que se les provisione toda la dotación de trabajo necesario para cumplir con sus funciones de manera digna.

Más, si se tiene en cuenta que este es un sector en el cual su personal laboral concentra un alto porcentaje que hace parte de grupos poblaciones vulnerables. Primero, es una industria en la que la mayoría (90%) son mujeres cabeza de hogar, y solo 10% son hombres. Además, 5% son personas adultas que están pronto a pensionarse, y el 5% restante son trabajadores que tienen alguna condición de dispacidad, o reinsertados del conflicto armado. Es decir, a diferencia de otros sectores, es una industria altamente inclusiva.

En Casalimplia, por ejemplo, más de 95% de sus 16.000 colaboradores son mujeres, y aproximadamente 80% son madres cabeza de familia.

“Como empresa contribuimos con nuestro granito de arena a generar empleo de calidad, tanto para el personal que pacta un contrato con alguna empresa o para quienes son demandas por horas”, expresa Estrada.
Empresas del sector como Casalimpia y el gremio Fenaseo concuerdan en que el gran problema que tiene esta industria es el de la informalidad.

“Estamos convencidos de que hay que formalizar el empleo. Los trabajadores tienen que tener derecho a una pensión. La empleadas de trabajo doméstico jamás tendrían la oportunidad de una jubilación remunerada, a unas cesantías, a una prima. Aunque todo lo anterior debería estársele garantizando a las personas, este sector particularmente es muy informal”, indica Estrada.

Sin embargo, el sector de servicios generales y mantenimiento tiene otra problemática y es una gran paradoja: mientras en este mercado abundan las personas en la informalidad, escasean las personas vinculadas en cargos formales, lo cual está causando que haya falta de personal.

Actualmente, y según indicó María del Pilar Rodríguez, directora ejecutiva de Fenaseo, hay 600 vacantes a nivel nacional para los servicios de aseo general, mantenimiento y desinfección en ciudades como Bogotá, Cali y Barranquilla. Casalimpia es una de las empresas que concentra parte de esas vacantes, y que se aumentan debido a su amplio portafolio de servicios. La compañía tiene 200 vacantes disponibles para empleo directo.
“Nosotros aún no entendemos por qué este sector tiene un alto número de vacantes desocupadas en el empleo formal, y de calidad, y siguen las personas participando más en la informalidad”, expresó el presidente de Casalimpia.

Ante esta preocupación, que tiene no solo Casalimpia sino otras empresas que le apuestan al empleo directo y digno en el sector, y también se ven afectadas por esta escasez de personal, Rodríguez explicó que esto se debe a “múltiples variables” que se unen y terminan generando esta afectación de personal. Algunos de esos factores son el desconocimiento que se tiene sobre las oportunidades laborales de empleo formal en el segmento de servicios generales de aseo.

Con todo esto, la apuesta debe seguir siendo porque haya más empresas reguladas como Casalimpia, más, si se tiene en cuenta la importancia de esta industria en un contexto actual como el de la pandemia, en el que el aseo general y servicios como la desinfección aumentaron 22% su demanda en sectores como el de la salud. Y, además, por volver más competitiva esta área de servicios de aseo general, que le aporta 2% al PIB nacional del país y genera más de 200.000 empleos.

Casalimpia aumentó 15% sus ingresos en 2021 y logró ingresos por alrededor de $306.000 millones.