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La aguda crisis económica por la que atraviesa la Industria Licorera de Caldas (ILC), llevó al gobernador, Julián Gutiérrez, a no descartar ninguna opción que le permita salvar el negocio para el departamento, ni siquiera la temida posibilidad de liquidar para dar origen a una nueva que empiece de cero, en un esquema semejante al aplicado en Telecom y la Caja Agraria.
“Lo que queremos es estudiar todas las opciones y no cerrarnos a la posibilidad de un socio estratégico, privatización o liquidar para hacer al lado una empresa nueva, como se ha hecho con firmas del Estado, con ninguno de los errores y cargas que arrastra la actual ILC”, indicó. Gutiérrez se refiere a dar inició a una licorera sin pecados, con los costos que realmente necesita para el negocio.
Pero ese proceso no va solo. Entrará en el plan de choque, que anunció el pasado miércoles, tras darse a conocer las observaciones de la auditoría externa, contratado por la ILC con firma PricewaterhouseCoopers, en la cual se confirma un cúmulo de irregularidades e inconsistencias contables y de procesos internos ya advertidos por la Contraloría Departamental y auditorías de años fiscales anteriores. “Lo que sigue es corregir las irregularidades contables en un tiempo muy corto. Y por ello creemos necesario conseguir un experto que trabaje en la normalización de todo lo expuesto en el informe”, dijo. No se descarta que ese mismo experto sea quien dé unos lineamientos que orienten el camino que se debe tomar con la ILC.
Aunque no hay nombres confirmados, se mencionó a José Roberto Arango y al exgobernador de Caldas, Pablo Muñoz. El fiscal de Sintrabecólicas, Víctor Bustacara, señala que liquidar la firma y hacer una nueva no es tan fácil como se plantea. “La ley dice que para liquidar una empresa debe tener tres años seguidos en pérdidas y nos llama la atención que los miembros de junta estén divididos frente a los estados financieros”, agregó. La PWC, entregó los estados financieros con “abstención de opinión”, que fueron aprobados por mayoría, pero acogiendo las observaciones del auditor. En ellos se señala una pérdida de $4.083 millones. “Se incluyeron ajustes de años anteriores que no se hicieron, para mostrar la realidad de la empresa”, agregó Gutiérrez. Sin embargo, la gerencia de la licorera tiene previsto dejar esta año $11.000 millones en utilidades.
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