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Juan Carlos Ossa, gerente y representante legal de AMS, señala que del total del contrato, $18.000 millones son para las estampillas y $34.000 millones son para pagar el impuesto del IVA
Juan Camilo Ossa, gerente de AMS, una de las empresas involucradas en el escándalo por el millonario contrato con Emcali, sostiene que para comprender los costos contractuales se requiere ver proyecto en su integralidad, el cual incluye la instalación, implementación y operación de 100.000 medidores inteligentes y un centro de operación de la medida. En diálogo con LR, agrega que de la suma contractual, que está por el orden de $215.000 millones, solo $163.000 irían a ingresos para las tres empresas del consorcio AMI.
Frente al escándalo, cuéntenos sobre la operación de AMS, ¿y cuál es la relación que han desarrollado con Emcali?
AMS es una empresa colombiana que opera desde hace 10 años y se encarga de desarrollar sistemas de medición inteligente. A través de la Unión temporal AMI, fuimos adjudicatarios de un proceso para cambiar 100.000 medidores, instalarlos y operarlos por siete años, así como para suministrar y operar el centro de gestión de la medida. Es la primera vez que trabajamos con la empresa.
¿Cómo llegaron?
Al ver esa licitación, que es pública y abierta, conformamos un equipo con Unión Eléctrica y Deltec para atender los diferentes frentes del proyecto.
¿Cuál es el aporte de cada empresa?
Nosotros somos los proveedores del sistema de medición inteligente; Unión Eléctrica, es la especialista del centro de gestión de la medida, y Deltec es el encargado de las instalaciones.
¿Cómo definieron los costos de los requerimientos?
Nosotros al ser una empresa que se dedica a fabricar y a desarrollar todo este sistema de medidores inteligentes, fuimos quienes generamos este tipo de costos. Unión Eléctrica lo hizo con el centro de gestión de la medida al revisar las especificaciones técnicas y con base en el conocimiento del mercado.
¿Qué costo estaban cobrando en la licitación?
Presentamos una licitación que asciende a $215.000 millones. Sin embargo, el ingreso neto del proyecto es de $163.000 millones, porque $18.141 millones son para las estampillas, y $34.041 millones para pagar el IVA.
¿A qué se debe el alto costo de los televisores y las sillas?
Este centro de gestión tiene unas especificaciones técnicas muy robustas, con personal técnico especializado 24/7, que para prestar bien sus servicios necesita de unas calidades mínimas de seguridad y salud en el trabajo. Los costos obedecen a esas necesidades y a unos elementos, que ahora aparecen representados como un ítem individual, cuando las especificaciones técnicas propuestas por la entidad contratante hablaban de un sistema completo.
¿Cuál es la importancia de este centro de gestión?
Va a permitir eficiencias en la reducción de pérdidas y en la operación del sistema.
¿Ya han hecho proyectos de este tipo o es el primero?
Tenemos gran experiencia en el país. Uno de los proyectos más importante fue con Sopesa en San Andrés, donde logramos que con el sistema de operación inteligente, la entidad pasará de 27% a 8% las pérdidas.
Entonces, ¿Cuál es el inconveniente con Emcali?
Es un tema de conocimiento. El proyecto no ha sido entendido como un proyecto completo. No se ha dimensionado que se trata del suministro de un sistema de medición inteligente para 100.000 usuarios, que va a impactar positivamente a la sociedad y a Emcali con la reducción de pérdidas y la toma de decisiones eficientes.
¿En qué va el proceso?
En mutuo acuerdo con Emcali, decidimos suspender el proyecto para que las entidades gubernamentales tomen las decisiones y puedan verificar que no hay ningún tipo de irregularidad. En ese sentido, estamos esperando que se resuelva para comenzar a ejecutarlo.
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Las conclusiones reflejan la importancia del acceso a la información para toma de decisiones y el acompañamiento personalizado