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El programa vincula a más de 18 empresas de cosméticos con la donación de productos y la realización de talleres en 14 ciudades
Hace 10 años y por medio de la Cámara de cosméticos de la Andi, que agrupa a la mayoría de empresas del sector belleza y aseo personal, llegó el programa ‘Luzca bien, siéntase mejor’ a Colombia, el cual venía desarrollándose en más de 26 países y en el que muchas empresas venían participando activamente, de los más de 25.000 talleres, que el programa ha entregado.
En Colombia, participan más de 18 empresas del sector, y se vinculan por medio de la entrega de sus productos y voluntariado de sus equipos de trabajo. Cosméticos Ana María, hace parte de este programa, Carmen Maya, directora de marketing y encargada del programa, le contó a LR lo que han logrado hasta el momento y las expectativas que tienen.
“Los proyectos de RSE son importantes para la compañía porque hacen parte de la esencia y misión de la empresa desde sus inicios, con el compromiso de retribuir”.
¿De qué se trata la campaña?
Luzca bien, siéntase mejor es un programa internacional que implemento la Andi, el programa lleva 10 años, y nosotros estamos incluidos desde hace ocho, desde 2011. Lo que hace es agrupar las empresas con donaciones de dinero y productos para hombres y mujeres con cáncer, para ayudarlos con su proceso, en cuanto a la actitud. Nosotros donamos dinero y producto, y apoyamos con consultoras, capacitadoras apoyando el proceso con nuestro propio talento humano.
¿Por qué Cosméticos Ana María decidió incluirse?
Sentíamos que era una forma de apoyar de manera diferente. No solo era un apoyo económico, es una vinculación también más cercana y emocional. Para nosotros es importante apoyar un programa que hace un acompañamiento tanto a mujeres como hombres con la enfermedad de cáncer. Lo que más nos interesa es que el programa tiene como objetivo llevar el proceso de la enfermedad de una manera más agradable y optimista.
¿Cuántas personas se han beneficiado del programa?
En Colombia, el programa beneficia a más de 2.000 pacientes en 14 ciudades del país, el 78% de las pacientes ha aumentado su confianza y autoestima y nosotros como Ana María hemos ayudado con más de 15.000 unidades de polvos faciales, que es nuestro producto estrella, porque es dermatológico e hipoalergénico.
¿Qué esperan lograr con el programa, tanto a nivel empresa como social?
Como empresa aportar un granito de arena a la sociedad, este proyecto es muy importante para nosotros, además porque muchas mujeres trabajan en la empresa. El año pasado, comenzó el programa de ayudar también a hombres y nosotros queremos ayudar a lograr que las personas puedan tener en su proceso de tratamiento, una ayuda emocional para que la recuperación sea más beneficiosa y la idea es seguir apoyando con los polvos faciales, y si se requieren más los donaremos también.
¿Qué otras campañas de RSE desarrolla Cosméticos Ana María?
A nivel económico apoyamos a la Fundación Cardio infantil, ayudamos a la gente que viene de afuera del país, con escasos recursos y vienen a tratamiento con los niños, ahí también apoyamos a sus familias. Adicionalmente, tenemos otras fundaciones como Juan Pablo ll, la Fundación seres y a nivel de responsabilidad social ambiental, estamos trabajando con la Andi en el proyecto que se llama, Visión 30 30, en la que diferentes empresas recogen para reciclar parte de los residuos que generamos como empaques, o envases. Estamos haciendo un proyecto para participar ahí.
Durante todos estos años hemos conformado un equipo principalmente por mujeres cabeza de hogar, las cuales representan el 70% de la compañía, logrando llevar a más de 200 familias bienestar a través de su desarrollo personal y profesional. Ademas, hemos hecho cambios como, por ejemplo, en las cajas de los productos, las cuales son hechas de material biodegradable (fibra de caña).
¿Y qué planes hay de este programa?
Hemos hecho campañas con el programa, por ejemplo hace tres años por cada producto que se vendiera, se donaban 500 pesos a la fundación, haciendo una sensibilización al consumidor final, diciéndole que si compraban nuestros productos se donaba al proyecto. Con todo lo que se recogió fue donado a la fundación, tratando de vincular a todos los agentes.
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