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Tiene una capacidad de almacenamiento de hasta 4.000 toneladas. Emplean alrededor de 80 personas; de cada diez empleados, ocho son de la región donde opera
En la actualidad, uno de los grandes retos que atraviesan las compañías, independiente del sector y de la naturaleza de sus actividades productivas, es encontrar la manera de conjugar un modelo de ganancias eficiente con prácticas que cada vez atenten menos con los ecosistemas.
Ante este panorama, las acciones encaminadas a la sostenibilidad han tomado una relevancia especial. Una de las maneras de aportar a este planteamiento es mediante la economía circular que, en pocas palabras, consiste en mantener por la mayor cantidad de tiempo las materias primas o productos dentro de la cadena de producción mientras cumple con diferentes “tareas” y se adecua a diferentes entornos.
Es el caso de la Molienda de la Sabana, que inició con Fortecem (cementos) y que desde hace aproximadamente cuatro meses incursionó en el segmento de productos agroindustriales con su vertical Forteagro.
“Dentro de Molienda de la Sabana, la economía circular hace parte del ADN de esta organización. Nosotros somos una compañía que muele distintos materiales por nuestra ubicación en la sabana de Bogotá y nos dimos cuenta que muchas de las industrias que están en la zona tienen sobrantes que son aprovechadas por organizaciones como nosotros”, explicó Mario Cortés, gerente general de Molienda de la Sabana.
El concepto de economía circular de la compañía lo llaman la transformación de subproductos. Molienda de la Sabana recibe materia prima de industrias de la cerámica, ladrillo, siderurgia y termoeléctricas de la zona.
El proceso inicia con la recepción de materia prima, se caracteriza, después se muele y luego atraviesa una serie de filtros que segmentan los materiales de acuerdo a las necesidades de producción. De allí se procesa y pulveriza el subproducto para pasar a la fase final de almacenamiento; Molienda de la Sabana puede almacenar hasta 4.000 toneladas.
La capacidad de producción de la planta de Tocancipá de la empresa es de hasta 1.000 toneladas de producto para la industria cementera y agroindustrial al día, bien sea cemento o mejoradores de suelo. “Empleamos a 80 personas aproximadamente y ocho de cada diez personas son habitantes de la región”, afirmó.
Los principales clientes de Fortecem son las grandes constructoras, especialmente de proyectos de infraestructura y de vivienda y los canales de distribución (ferreterías y establecimientos de comercio especializados).
Desde la orilla de Forteagro, César Palacio, su gerente, resaltó que es una vertical que, a pesar de solo contar con mejoradores de suelos por el momento, en el mediano plazo proyectan agregar los fertilizantes a su portafolio de productos.
Palacio resaltó que los productos resultantes de estas prácticas son más reactivos cuando son utilizados en las cosechas. “Como son productos que han pasado por procesos térmicos (calentamiento a más de 1.600°C), los productos son más efectivos para los agricultores”, agregó Palacio.
Otro de los aportes de la compañía a la sostenibilidad es el uso de empaques biodegradables. “Garantizamos que el uso de este tipo de materiales no afecta la calidad de nuestros productos”, explica el gerente general de Forteagro.
Los nuevos accesos a la tecnología representaron 35% total del crecimiento hasta el segundo trimestre del año, según cifras de la CRC
La compañía nuevamente destacó que el despliegue de esta tecnología mejora la velocidad de navegación
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