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Más de 80% del empleo en el sector palmero se formaliza y las empresas extractoras impulsan la comercialización de pequeños productores
Por increíble que parezca, y siendo la agricultura una actividad dominante en el territorio nacional, más de 80% del empleo que se genera en este sector se da de manera informal. Pero otro panorama es el que presentan los cultivos de palma de aceite, pues según la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), 82% del empleo que genera este sector es completamente formalizado.
Parte de esos avances se deben al acompañamiento que hace la federación, sus centros de investigación y las grandes empresas a todos los palmicultores del país. Para la muestra un botón, o, mejor dicho, para la muestra un núcleo palmero.
Los núcleos palmeros son la figura que permite articular grandes empresas extractoras con pequeños y medianos cultivadores, brindándoles asistencia técnica, comercialización y acompañamiento. Esto garantiza la compra de los cultivos y la transferencia de los avances y conocimientos del centro Cenipalma hasta los mismos colaboradores.
“A través de nuestro núcleo llegamos a una zona donde no había energía eléctrica, y hoy generamos más de 800 empleos y mejoras a toda la comunidad”.
“Los núcleos palmeros son la figura que permite articular las empresas anclas con cultivadores de todos los tamaños, llevándoles facilidad comercial”.
En Colombia, hay 70 núcleos palmeros que recogen 6.700 productores de palma de las cuatro regiones productoras: zona norte, central, suroccidental y oriental, según se expuso en el Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite. Manuel José López, gerente de la Cooperativa Palma Risaralda, en El Zulia, Santander, precisa que “nosotros tenemos 250 familias palmicultoras, con 4.000 hectáreas cultivadas. Recibimos la fruta, que convertimos en aceite crudo, que es vendida a las grandes compañías refinadoras asegurando que la producción de los pequeños cultivadores va a tener clientes en el mercado”.
De acuerdo con datos de Fedepalma, la mayoría de materia prima que comercializan las grandes empresas, su fruto, proviene de terceros, diversificando así su producción y generando progreso en el sector.
Manuel Julián Dávila, presidente del Grupo Daabon, compañía extractora y fabricante de productos de palma de aceite y demás, explicó que cuentan con cinco extractores ubicados en diferentes zonas del Caribe colombiano, por lo que funcionan con cinco núcleos palmeros que generan más de 3.000 empleos directos y 10.000 indirectos.
Es tal el alcance de este formato que existen grandes empresas extractoras que han llegado a zonas donde, antes de su establecimiento, no había prestación de servicios públicos.
Un caso es Poligrow, grupo italiano que se enamoró hace cinco años de Mapiripán, municipio situado en el departamento del Meta, con grandes conflictos armados y muchas falencias sociales que hoy se han visto mitigadas gracias a la siembra de palma y la empresa que allí se instaló.
“Cuando llegué encontré una tierra hermosa pero muy abandonada, no había energía eléctrica, pero aun así decidimos invertir, hicimos la empresa de servicios públicos, infraestructura de vías y sobre todo generamos más de 800 empleos directos acompañando a la comunidad en su mejora continua”, explica Carlo Vigna Taglianti, director general de Poligrow Colombia.
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