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En una queja puesta ante el Mintic, Tigo dice que Avantel debería pagar por el uso de redes como operador establecido. Avantel dice que es una jugada anticompetitiva
Las autoridades del sector de las comunicaciones tienen que resolver una disputa entre los operadores móviles más grandes del mercado, Claro, Movistar y Tigo, contra Avantel por la tarifa aplicable al roaming automático nacional (RAN), que es la posibilidad que tiene un operador, en los casos en que no cuenta con cobertura, de usar la red de otro.
De acuerdo con Marcelo Cataldo, presidente de Tigo, el arranque de este lío se remonta a 2013, ya que “la regulación otorgó una tarifa reducida para el servicio de RAN a operadores entrantes por un periodo de cinco años, a partir de la asignación del espectro, dándole así tiempo para invertir y construir su propia red. Este es el caso de Avantel, cuyo beneficio expiró el 13 de noviembre de 2018, fecha a partir de la cual debían aplicarse de manera inmediata las tarifas que rigen para todos los operadores”.
A partir de ahí, de acuerdo con Cataldo, Avantel se ha negado a ajustarse a la tarifa que pagan el resto de los operadores, lo que para el presidente de Tigo es “injustificable. Lo que ocurre con Avantel solo permite concluir que un operador que presta sus servicios usando la red de otros, puede no pagar por la totalidad del uso de esa red y seguir ofreciendo los servicios, mientras tanto Tigo ve reducidos sus ingresos. Es muy preocupante pensar que un operador puede deberle dinero a otro y no haya garantía ni hay recurso legal que pueda obligarlo a pagar”, añadió.
Cataldo resume la situación diciendo que “Avantel tiene como materia prima el roaming, esto es como vender pan y no pagar por la harina”. Y es que en una denuncia que interpuso la compañía ante el Ministerio de las TIC, Tigo dice que “Avantel reconoce el pago de RAN, porque Avantel decidió no desplegar infraestructura propia y utilizar las redes de los operadores establecidos para prestar los servicios de voz, SMS y datos a usuarios en los casos en que sus usuarios se desconectan de su red LTE”.
Además, en la denuncia Tigo establece que ha tratado de negociar con Avantel, pero que el operador no le ha entregado el listado de municipios en los que se ha desplegado. Con todo esto, Cataldo indicó que, con corte de abril, son más de $9.000 millones los que estaría debiéndole Avantel a Tigo.
El presidente de Claro en Colombia, Carlos Zenteno, no precisó cuál es el monto de las reclamaciones de su compañía contra Avantel, pero ratificó la molestia que hay en el sector. “Sí hay una deuda que se tiene por un desacuerdo, más que nada porque Avantel no está aplicando la nueva regulación que está vigente para el resto de los operadores. Básicamente en eso se centra la diferencia y hay una deuda por la diferencia en cómo consideramos las tarifas”, indicó.
En un documento de enero de este año, en el que Claro respondía a la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) por las posibles modificaciones a las resoluciones CRC 5107 y 5108 de 2017, la compañía afirmó que “la evidencia disponible indica que el esquema actual de RAN no incentiva la inversión ni la competencia en infraestructura , como lo demuestra la situación del operador Avantel, que pasados más de cinco años manifiesta que no hay lugar del territorio en el que no requiera la instalación de RAN. Además, en cuatro años, la CRC ha reducido las tarifas reguladas de RAN en más de 70%, generando el incentivo contrario al buscado por la regulación: con tarifas reguladas más bajas, (hay) menor incentivo a invertir y desplegar infraestructura propia por parte de la red de origen”.
Al cierre de esta edición, Movistar no se había pronunciado sobre el tema, pero cuentas de fuentes del sector indicaban que, a marzo, las reclamaciones de los tres operadores principales contra Avantel superaban los $20.000 millones.
Avantel responde
En la otra cara de la moneda, Ignacio Román, presidente de Avantel, dice que los grandes operadores quieren un mercado con poca competencia y que el reajuste de tarifas sí se ha hecho. “Estamos pagando lo que corresponde. Desde el 13 de noviembre, lo que le pagamos a Tigo en datos es el doble de lo que pagábamos antes, pasamos de $6 a más de $12 por mega de datos. No es cierto que no han cambiado los precios, Avantel paga el doble. Lo divertido es que un operador como Avantel, que invierte en infraestructura de datos (unos US$300 millones en cinco años, según Román) y que mete competencia, paga aproximadamente 35% más que lo que pagan los operadores virtuales por esos mismos datos”, explicó.
Agregó que mientras los operadores virtuales pagan cerca de $8 por mega cursada, ellos están pagando más de $12, lo que según Román es ajustado a la regulación, mientras la pretensión es que paguen $16,4.
Finalmente, el presidente de Avantel señaló que en los últimos dos años el trabajo de su empresa ha hecho que las tarifas y los planes que se ofrecen en el mercado mejoren, y que ese aumento de la competencia y disminución en la rentabilidad para los operadores es, a su juicio, el motivo de la disputa.
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