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Los bloqueos y la crisis en el departamento han generado problemas en el recaudo de la compañía, que ha tenido que frenar sus inversiones
El paro nacional y la pandemia ha exacerbado la crisis social y de orden público que se vive en departamentos del suroccidente como el Valle del Cauca, y Cauca, zona que ha experimentado serias afectaciones en la prestación del servicio eléctrico. Omar Serrano Rueda, presidente de Compañía Energética de Occidente (CEO), en entrevista con LR, relató cómo han operado en esta coyuntura.
¿Cuál ha sido la afectación por cuenta del paro?
Mientras en las principales ciudades del país el paro se hace notar en los días en los que hay marchas y protestas, en el Cauca desde el primer momento ha significado un trauma importante para la economía de la región. De hecho, cuando empezó, la industria del norte fue la más afectada desde el primer día. Ni los trabajadores ni las materias primas podían movilizarse, ni el producto terminado. Ellos pararon su operación y es impresionante cómo se redujo la demanda de energía. Llegó a reducirse hasta 70% la demanda industrial, es decir, una reducción más fuerte que en la peor semana de la pandemia. Durante la crisis del covid la reducción de la demanda industrial llegó a 45% o 50%.
Ahora tenemos rotura de stock, no tenemos transformadores pequeños, aisladores, cables, postes y tenemos que atender con cierta precariedad los daños. La buena noticia es que, durante los días del paro, la energía no ha sido una fuente de crisis adicional, a pesar de las dificultades que estamos teniendo.
¿Vieron una disminución en la demanda de consumo doméstico?
No, se mantuvo en la normalidad. Una de las consecuencias del paro y de estas situaciones es que la gente se encierra en sus casas y consume más energía.
¿En qué nivel se encuentra su operación?
Lo más importante para el departamento es que el servicio se está prestando en condiciones normales. A la empresa esto le afecta en términos de recaudo, no hemos logrado que más de 15% de la población use medios de pago virtuales y con las afectaciones en la oficina de Popayán, no hemos podido habilitar el pago en físico. Otras afectaciones son no poder hacer las obras, las pérdidas de energía e incluso la facturación. Con esta situación hemos aumentado las estimaciones de facturación a 12% o 15%.
¿Cuáles son los porcentajes de participación de mercados regulados y no regulados?
En el Cauca la demanda industrial o no regulada es más de casi 35%, que se ubica principalmente en el norte del departamento. 65% de la demanda restante es regulada.
¿Tienen un estimado de cuánto podrían registrar en pérdidas por esta situación?
El robo de energía en esos circuitos le cuesta a la empresa más de $ 20.000 millones al año. El incremento de las pérdidas por el paro nos ha aumentado ese nivel de pérdida. Si bien no hemos hecho la estimación exacta, las pérdidas podrían estar por el orden de $2.000 millones en conexiones ilegales.
¿De cuánto era la inversión programada para este año y en cuánto estaría afectada?
Tenemos retrasos en nuestras inversiones. Los insumos y materiales que se requieren no han podido entrar. Nuestro tren de inversiones para este año alcanza $110.000 millones. La principal inversión está focalizada en energías renovables no convencionales. En el momento en que se restablezca la operación, vamos a normalizarlas. Pero, máximo 10% no se podrá ejecutar este año, pues a corte de abril teníamos ejecutados más de $30.000 millones
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