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La EPS no descarta salir del negocio en el régimen contributivo, según lo expuesto en su último reporte trimestral por pérdidas que van en $210.000 millones
Detrás de Sura EPS hay una operación de casi 30 años en el sector salud, incluso más si se tiene en cuenta que en 1990 empezó como una ofertante de la medicina prepagada hasta el día de hoy, cuando acumula más de 5,5 millones de afiliados.
Pero a la luz de los propios reportes financieros de Grupo Sura, los socios están evaluando las alternativas para reducir, evitar o parar, las pérdidas que en lo corrido del año acumulan más de $210.000 millones, y que con la actual incertidumbre pueden dispararse antes de que se fije un régimen de transición.
Algo que hasta ahora había pasado desapercibido está en los balances. En ellos se publicó que “particularmente para el negocio de EPS Suramericana, filial de Suramericana, se ha evaluado la capacidad de esta compañía para continuar bajo la hipótesis de negocio en marcha, derivado de la existencia de eventos o condiciones financieras materializadas que a dicha fecha se pueden evidenciar en pérdidas acumuladas”.
La incertidumbre sobre el futuro de EPS Sura llama la atención porque además de ser la segunda con más afiliados (solo superada por Nueva EPS con 10 millones de usuarios), viene de ser una de las entidades promotoras de salud con mejor dinamismo en el sector.
EPS Sura ha brillado por tener bajos indicadores de quejas o reclamaciones por cada 100 afiliados, durante la pandemia resaltó el despliegue de servicio de emergencia y de hecho está en el top de las más buscadas por pacientes que llegan desde otras empresas.
Incluso, aunque el año pasado la compañía registró ingresos por más de $8 billones, reportó pérdidas por encima de $138.069 millones, pero si se ve el histórico de los resultados desde 2022 para atrás, siempre ha estado entre las EPS que reporta buenos balances y ganancias.
Por ejemplo, aún con la pandemia encima, Sura ganó en 2020 más de $32.150 millones pese a los ajustes en los que incurrió por los costos del covid-19 y en 2021, aunque fue menor el beneficio neto logró otros $18.175 millones.
Aunque la entidad no emitió comentarios cuando se le preguntó sobre las pérdidas reportadas en sus estados financieros hasta septiembre, desde antes venían alertando por los problemas del sector.
En todo caso, en la entidad ya tienen identificados los puntos negros que están afectando la operación de la EPS para que sea una compañía de ganancias y no de pérdidas.
Aunque el mes pasado se criticó que el Ministerio de Salud publicó una lista más elevada sobre las deudas de las EPS, en Acemi, el gremio de este tipo de compañías, resaltaron que aunque hay deudas, Sura y el negocio de medicina prepagada va en obligaciones por más de $547.343 millones (menor a lo que reportó el Gobierno), “pero al final del día terminan siendo dineros por los que se debe responder pronto y son la piedra en el zapato para dar continuidad a las operaciones de las EPS”, dijo Orlando Behrentz, director de Comsalud.
En los reportes de Sura, sobre sus cinco problemas, está el aumento en la siniestralidad por incremento en las frecuencias que se viene presentando desde 2022 y cuya tendencia continúa; sigue que “la insuficiencia estructural y paulatina de la Unidad de Pago por Capitación, UPC, girada mensualmente por el Gobierno para atender obligaciones derivadas del Plan de Beneficios.
“Las cuentas de las EPS están viendo el impacto de una bola de nieve que empezó con los sobrecostos que dejó el covid, las más grandes han respondido aún con una financiación corta del Gobierno”.
Ven que hay “insuficiencia del pago de presupuestos máximos para la atención de prestaciones no PBS, así como obligaciones pendientes de pago por parte del Estado, respecto vigencias pasadas, por el mismo concepto”.
Las deudas también se agrandan con que “existencia de cartera y saldos pendientes de vigencias pasadas, diferentes a prestaciones de presupuestos máximos; y finalmente se acumularon obligaciones por canastas covid-19.
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