Sedentarismo le costaría al sistema de salud alrededor de US$2.000 millones en 2030

La industria del fitness le aportó a Colombia cerca de US$103 millones de forma directa y alrededor de US$54 millones de manera indirecta dentro de la cadena de suministros, según Gigliola Aycardi, cofundadora de Bodytech, quien explica que la cifra corresponde a la facturación de todos los gimnasios, centros de acondicionamiento físico, instituciones prestadores de salud, medicina deportiva, entre otros, durante 2021. A esto se suman, más de 50.000 empleos generados por los 2.700 gimnasios que hay actualmente registrados en el país.

La cofundadora de la cadena de gimnasios BodyTech señala que los colombianos "no alcanzan ni de cerca" las recomendaciones estipuladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto al tema de actividad física. Se calcula que alrededor de 85% de la población infantil no realiza los 60 minutos de actividad estipulados por la entidad; mientras que en el caso de los adultos, el porcentaje de sedentarios es de 45% (es decir, quienes no cumplen con los 150 minutos de actividad física semanales recomendados).

Aycardi recordó que las personas sedentarias están sujetas a sufrir todo tipo de enfermedades no trasmisibles que hoy en día le cuestan al país US$958 millones por año. "Si lo miramos al futuro, calculado a 2030, estamos hablando de más de US$2.000 millones en gastos de salud que podrían ser prevenibles si las personas fueran activas físicamente o por lo menos, cumplieran con los mínimos de la OMS", agregó.

Destacó que el costo de la inactividad física en el mundo es muy alto. Se calcula que dentro de los próximos ocho años, los sistemas de salud en el mundo gasten entre US$300.000 y US$500.000 millones parar tratar a más de 500 millones de personas con enfermedades derivadas a la falta de ejercicio.

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Estas cifras son una oportunidad para que el Gobierno Nacional tomé decisiones y priorice una política pública organizada y sostenible, capaz de abaratar los costos en el sistema de salud, indicó Gigliola.

"Estamos hablando de prevención, y prevención es ejercicio y movimiento. Las personas "activas" son 10 veces menos propensas a contraer enfermedades y el costo de su salud es 80% menor al de una persona sedentaria. Si por ejemplo, dentro del Plan de Desarrollo Nacional se incluyera el tema de la actividad física estaríamos hablando de una situación distinta y más económica".

Recordó que ya hay varios referentes de este tipo de políticas públicas en el mundo. Un ejemplo es China, que después de la pandemia creó un programa para lograr que en 2025, 25% de la población se active de forma deportiva.

"Se hace en los colegios con clases de educación física a diario. También dentro de las empresas hay horas para hacer ejercicio, están los parques, las calles, las pantallas y todo lo adecuado, para hacer ejercicio al aire libre. Campañas parecidas lo están haciendo en Catar y Croacia; países han entendido cuál es el efecto del ejercicio dentro de la salud y la economía".

En esta época de reformas y gastos a la salud, Gigliola indicó que es muy importante tener en cuenta que por cada dólar que se invierte en prevención en ejercicio, se ahorran US$4 por año en el sistema de salud, lo que significa que es una inversión completamente rentable.

Finalizó con los beneficios de la actividad deportiva en los entornos corporativos y empresariales. "Un programa dentro de una empresa además de mejorar la calidad de la salud física y mental de las personas y de sus familias, también baja los costos médicos, reduce el ausentismo y fortalece la productividad, al tiempo que mejora el ambiente de trabajo y atrae nuevo talento humanos"

Una persona físicamente inactiva pierde en promedio, 20 días de trabajo por año, mientras que la cifra para un empleado que hace ejercicio es de más o menos cuatro días.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud, en Colombia el sobrepeso y la obesidad están en alrededor de 57%, es decir, que más de la mitad de los colombianos padece de estos trastornos que con el tiempo se convierten en enfermedades más complejas como la hipertensión o la diabetes, que normalmente tienen un alto costo para el sistema sanitario del país.