Sierra Nevada entra al negocio del pollo a la brasa con Rákira Chicken

Siete años después de haber puesto en marcha una máquina casera para hacer helados que no despegó, una exitosa combinación entre malteadas y hamburguesas llevó a Sierra Nevada a estar entre los 10 restaurantes que más venden esos productos en 2017, luego de sumar ingresos por $12.607 millones.

A casi un año de haberse cumplido el hito, la compañía lanzó su segunda marca, bajo la cual su gerente, Emiliano Moscoso, empezará a configurar el Grupo Sierra Nevada. Rákira Chicken es una propuesta de pollo asado ‘fast casual’ que llegará a competir en un mercado que gobiernan los tradicionales.

¿Con cuántos puntos cerrará Sierra Nevada 2018?
A la fecha tenemos 13 locales de Sierra Nevada y un Rákira Chicken. La meta para el cierre son 15 restaurantes.

¿Cómo han estado las ventas en 2018?
Fue un año bien distinto a los demás. Estábamos acostumbrados a tener dos picos en el año: uno, cercano a mayo antes de salir a vacaciones; y otro, que empezaba en octubre y se disparaba en diciembre. Sin embargo, 2018 ha sido muy constante, porque además entendemos que el negocio se ha movido hacia el domicilio.

¿Cuánto pesa ese negocio de domicilios?
En nuestro caso, 30%. Tengo que decir que desde el primero de noviembre arrancamos en exclusiva con Rappi, pero además, estamos montando una plataforma propia de domicilios para el Grupo Sierra Nevada. La idea es construir un circuito con Facebook Messenger, WhatsApp y call center, entre otros.

¿Cuál es el concepto de Rákira Chicken?
Rákira es un concepto de pollo ‘fast casual’ que vuelve a lo artesanal. Este proyecto, en el fondo, va hacia la cría de pollos orgánicos. En Rákira tenemos las dos líneas, el común y el orgánico, pero queremos masificar ese último. La idea es generar la demanda y luego, cuando tengamos el volumen, incentivar la cría y comprar esa producción, que además se paga muy bien y necesita una extensión importante de tierra. Yo quisiera vincularla al posconflicto.

¿Por qué competir en pollo y cuántos puntos tendrán?
Grupo Sierra Nevada es un portafolio de restaurantes, pero con una propuesta más orgánica y con un propósito social. Rákira hace parte de esa intención. Sentimos que al negocio del pollo le estaba pasando lo mismo que al de las hamburguesas, y es que había unos viejos jugadores muy grandes, pero la gente estaba pidiendo cosas distintas, por eso han surgido nuevos conceptos de pollo. En general, la industria avícola funciona muy bien, pero nosotros estamos abriendo una categoría de orgánicos. El primer punto lo inauguramos hace dos semanas en la carrera 4 con calle 71, en Rosales. La idea es ponerlo a punto y abrir dos más en 2019.

¿Y abrirán más locales de Sierra Nevada el otro año?
Sí, tres más.

¿Cuánto invirtieron en este nuevo concepto?
El proyecto nos costó cerca de $800 millones y ese fue el factor que nos facilitó ser más agresivos en aperturas de Sierra Nevada este año. Lo que nos va a permitir este modelo, es tener varias eficiencias operativas entre las dos marcas.

¿Qué otros segmentos de comida les parecen atractivos para agregar al Grupo?
Estamos interesados en entrar a cervecería artesanal, es un proyecto que estamos diseñando y pensamos abrir la posibilidad para levantar capital. Además de eso, el próximo año vamos a tener dos conceptos más, uno relacionado con comida vegetariana y otro enfocado en comida típica colombiana.

¿Cuál es la expectativa de ventas para este año?
Al cierre, vamos a estar sobre los $14.000 millones.

Uno de los temas que está en discusión es la ley de financiamiento. ¿Qué tanto afecta?
A los restaurantes nos vienen golpeando hace rato. Yo, como empresario, preferiría que se aumentara el consumo.