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Poco tiempo después la compañía creció y la semilla empezó a brotar. Pasó de tener cuatro trabajadores, incluidos sus fundadores, a ser una de las empresas más boyantes de mediados del siglo pasado en Antioquia. Y en ocho años, para 1956, fue tal el avance que tuvieron que abrir su primera planta fuera del departamento, en Buga (Valle del Cauca).
Pero solo fue entrado el nuevo siglo, para 2006, cuando, en un cambio de imagen corporativa, decidió incluir en su logo la semilla de solla. Y como ha sido común en la historia de la compañía, los beneficios fueron inmediatos.
La semilla, como lo expresa Mauricio Campillo, presidente de Solla, significa bienestar. “Hace referencia a mejorar la calidad de vida de las personas. Por eso transformamos la tipografía. Redefinimos el color y logramos mayor identidad”, asegura.
En el cambio, que incluyó un proceso de capacitación de personal, inversión en publicidad y diferentes estudios, Solla invirtió una suma cercana al US$1 millón. Ahora la empresa, desde 2010, también se dedica a la nutrición para seres humanos.
“El cambio se vio representado en los crecimientos de nuestros productos. Hemos cumplido con creces las ventas”, asegura Alejandro Calle, vicepresidente de Consumo y Mercadeo de Solla.
Cambio permanente
Lejos de quedarse en una zona de confort, Solla ha experimentado en la última década una serie de transformaciones de gran impacto para la compañía. Esos cambios se plantearon, según Campillo, para obtener más impacto, desarrollo y expansión internacional.
De 2009 a la fecha, Solla ha contratado cerca de 20 estudios de mercado enfocados en valores como el respeto por las personas, creatividad e innovación. “En los estudios apareció que teníamos que renovar nuestra marca y muchos de nuestros empaques, porque el mercado ya no respondía a los atributos de los nuevos consumidores”, agrega Calle. En ese sentido, Campillo es claro al advertir que siempre un trabajo de cambio requiere cuidado. Pero uno de las transformaciones más importantes se dio el año pasado cuando la empresa contrató un estudio de arquitectura de marca.
“Logramos segmentar el mercado con productos como Nutrecan, para el mercado premium de las mascotas, Nutrecat, Cuidacan y Cuidacat, para todo tipo de clientes”, dice Calle.
Los retos no terminan. Uno de los objetivos más importantes es apuntarle al consumidor final con la marca Delecta, de alimentos balanceados de res, cerdo y pescado. Por eso realizaron una inversión inicial de US$2,5 millones para la primera tienda Delecta que se abrió en Bogotá.
En este momento invierten US$305 millones en desarrollar nuevos proyectos para los próximos tres años. Todos estos lineamientos llevaron a que la compañía tuviera en 2013 unos ingresos operativos superiores a los $1,1 billones y esperan en 2017 lograr su expansión internacional. Todo esto comprueba, año tras año, que Solla sigue en constante evolución y que la semilla sigue brotando.
Consejos del empresario
1. Es importante explicarle bien al cliente las nuevas decisiones que se van a efectuar para que comprendan por qué y para qué se va a realizar el cambio de marca.
2. Un cambio de marca es un proceso que se hace paulatinamente. Se debe invertir en capacitar al personal, en publicidad y en estudios para lograr resultados positivos.
3. Se debe estar en constante cambio y tener retos, ya que los cambios traen más impacto, desarrollo y acceso para que la empresa tenga expansión internacional.
4. Una de las claves para el éxito de las empresas es invertir en innovación y creatividad. “El problema no es la competencia sino no ir al ritmo de la competencia”, dijo Calle.
5. Los cambios deben ir enfocados en brindar más beneficios a los clientes. En el caso de Solla, al cambiar la imagen también lanzaron nuevos productos.
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