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Este negocio se vio truncado al conocerse que la Superintendencia de Industria y Comercio tomó la decisión de frenar la compra del negocio de combustibles
Desde el año pasado se venía transando una de las movidas más importantes del sector energético en la que Terpel y ExxonMobil anunciaron un acuerdo comercial en la que la empresa liderada por Sylvia Escovar tomaría el control de 772 estaciones de servicio de combustible de la firma ExxonMobil.
Pero este negocio se vio truncado al conocerse que la Superintendencia de Industria y Comercio tomó la decisión de frenar la compra del negocio de combustibles al considerar que “su autorización conduciría a una restricción indebida e indeseable de la libre competencia económica en dicho mercado de los combustibles” como informó el ente de control por medio de un comunicado oficial.
Según el superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, este negocio “involucra dos segmentos o mercados: combustibles y lubricantes. Y se tomó la decisión porque la SIC no permitiría que al darse la operación Terpel obtuviera casi 64% en la distribución de los combustibles líquidos, y abasteciera a 54% de las estaciones de servicio del país porque se daría una posición cercana a dominante en el mercado”.
Terpel, a través de Escovar y una publicación oficial en la Superfinanciera, informó que “a propósito de algunas noticias en medios relacionadas con una supuesta autorización de parte de la SIC, no ha sido notificada de resolución alguna en ese sentido y que cuando ello ocurra procederá a revelar al mercado el contenido de la misma”.
Manifiesto que también apoyó ExxonMobil al afirmar para LR que no se pronunciarían hasta ser notificados y posteriormente pasarían a una revisión de la situación y sus implicaciones.
El año pasado, según cifras del Sistema de Información de Comercialización de Combustibles (Sicom), había 5.691 estaciones de servicio en Colombia de las cuales 1.928 pertenecen a Terpel, 807 a Biomax, 772 a ExxonMobil, 451 a Chevron, 316 a Petromil, 170 a Zeuss Petroleum, 118 a Petrobras, 621 sin mayorista especificada y 350 a otras lo que hace evidente la posición en el mercado de la firma distribuidora.
Pero, ¿qué fue exactamente lo que evita el que la SIC haya tomado esta decisión? En primera instancia se evitó que Terpel consolidara una posición dominante en el mercado de distribución de combustibles, además, prevenir la concentración de la capacidad de almacenamiento de combustibles en cabeza de la firma a cabeza de Escobar.
“La SIC no iba a permitir que al darse esta operación Terpel quedara con casi 64% en la distribución de los combustibles líquidos”.
“Esta decisión de la SIC beneficia al consumidor, pero también abre la puerta para la inversión de otras compañías extranjeras”.
Otros efectos que tuvo esta decisión fue evitar que las dos plantas de producción nacional de lubricantes quedaran en cabeza de una sola firma y finalmente el que las estaciones de servicio (EDS) de Terpel siguieran teniendo, en sus contratos de distribución, una cláusula de exclusividad en la distribución que generaba que otras marcas competidoras no pudiesen ser vendidas en dichas estaciones.
Para Frank Sandoval, gerente general de Gulf Colombia, este acontecimiento pinta un “precedente claro que beneficia al consumidor y da una libre competencia porque una posición dominante de un jugador no es positiva para ningún mercado. Esta decisión da la posibilidad de que haya una mayor competencia, lo que abre la puerta para la inversión de otras compañías locales y extranjeras que tendrán un efecto positivo en el sector”.
Al conocerse esta determinación la SIC informó que además Terpel debe vender el negocio de ExxonMobil a un competidor independiente para no ejercer ningún tipo de control sobre el mismo, pero al momento de conocerse la resolución 76541 del 23 de noviembre de 2017.
Dentro de esta resolución la SIC también impuso a Terpel ciertas condiciones para evitar el que se diera una posición dominante dentro del mercado como “levantar las exclusividades en la distribución y exhibición de lubricantes que haya pactado con sus estaciones de servicio (EDS) identificadas con su bandera y en todo caso, no pactar esas exclusividades durante los próximos 10 años”.
Para analistas, este freno de mano que pone la SIC a Terpel podría hacer que la empresa perdiera motivación para seguir en el negocio de combustibles y se concentre en otras áreas.
Opiniones previas del negocio de las compañías
Con este acuerdo entre Terpel y ExxonMobil el objetivo principal era “expandir las redes de distribución de lubricantes en los países del área andina, así como aprovechar las oportunidades de crecimiento que ofrecen los mercados de Colombia, Chile, Ecuador y Perú” según el documento que se dio a conocer en 2016 cuando se informó del negocio. Pero para algunos expertos como Álvaro Younes, presidente de Fedispetrol, su intención de ser más grandes es completamente válida y afirmó que “es una gran oportunidad para que una empresa extranjera que se enganche en Colombia siga adquiriendo un prestigio”.
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