Textileras no ven una amenaza con el auge del mercado de ropa de segunda mano

La economía circular está de moda. La apuesta por fibras y materiales y sostenibles ha sido el principal enfoque de las textileras en esta década y que hoy día es llevada a las ferias nacionales e internacionales como punto de apuesta para la competitividad en el sector y que no representa una amenaza para el sector.

Dentro de esta convergencia, ‘Colombiatex de las Américas’ se enfocó en empresas sostenibles, un resultado que dejó un total de ventas inmediatas por cerca de US$6 millones con más de 18.000 compradores. Lo que indica que la región está apostando a los diferentes componentes ambientales y sociales.

Un informe de Boston Consulting Group revela que el consumo de ropa de segunda mano tiene un valor estimado entre los US$100.000 y US$120.000 millones, lo que representa entre 3% y 5% del sector global de ropa, calzado y accesorios. Este informe también muestra que el mercado proyectaría crecer entre 20% y 30% en los próximos años.

Parte de un buen desarrollo y proceso de innovación consiente permite que las marcas ofrezcan sus productos de segunda mano para la venta o confeccionen nuevos a partir de estas prendas ya usadas.

En el caso de la cadena de tiendas Zara, del grupo español Inditex, anunció en 2022 su programa piloto ‘Zara Pre-Owned’, con el que ofrecerá prendas de segunda mano, donación o reparación de las mismas. Otros como Levis o Urban Outfiters también le han apostado a este tipo de mercado, el cual viene fortaleciéndose en el país.

Oportunidad para textileras

Para la textilera brasileña Lycra, empresa que confecciona telas para ropa deportiva, la venta de segunda mano es una muestra de la calidad de las confecciones.

“En realidad no nos afecta porque el propósito de la compañía es que contribuyamos con la confección de prendas durables y por lo tanto, si se van a segunda mano, significa que están durando más tiempo. Es parte del proyecto de iniciar el proyecto de la moda circular. No vemos que eso nos afecte, por el contrario, significa que estamos en el camino correcto”, menciona Carlos Fernández, gerente de Lycra para América Latina.

Otra de las empresas textiles y de ropa que ven en esta apuesta un apoyo a sus procesos es Crystal. Sus marcas Galax, Babyfresh, Gef y Punto Blanco están siendo desarrolladas con materiales amigables. “El mercado de ropa de segunda mano nos beneficia, porque aparecen en el panorama para repensarnos como industria”, dice la compañía.

Para Fabricato, una de las empresas más grandes de textiles del país con 100 años de historia asegura que, “tenemos un proyecto bastante grande de sostenibilidad. Entre esos buscamos diseñar nuevas prendas a partir de otras ya existentes para generar menos consumo de algodón virgen, esto quiere decir que el posconsumo de ropa usada va alineada a nuestra estrategia”, cuenta Esteban Tobón, vicepresidente financiero de Fabricato.

Así mismo, desde Comertex, consideran que la moda circular es una reparación por el daño ambiental, por lo que empieza a ganarse el mercado.

El papel de las textileras ante este auge

Las empresas mayoristas y minoristas llegan a fortalecer el mercado, según estudio de BCG. En este se establece que a medida que aumenta la competencia en las plataformas de reventa, las empresas ya conocidas deben seguir siendo relevantes para sus audiencias existentes y desarrollar tácticas que aumenten su alcance a nuevas audiencias. También tendrán que tomar medidas para mitigar el riesgo y proteger su reputación. Esto teniendo en cuenta que hasta 10 % de los productos de marca vendidos de segunda mano son falsificados.