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Según reveló la semana pasada la Cámara Colombiana de Confección y Afines (Cccya), con la aplicación de aranceles a la importación de prendas terminadas ya se han creado cerca de 1.500 empleos en el país. Sin embargo, los empresarios del sector siguen divididos. Muchos de ellos han atacado la medida y aseguran que los clientes se han quejado por los precios, mientras otros aseveran que ya se están viendo los buenos resultados gracias al aumento de la demanda interna.
La medida, que hoy cumple un mes desde su entrada en vigencia el 1 de marzo pasado y se extenderá por 11 meses más, impuso un arancel mixto para las confecciones y los calzados que ingresen al país. Con el decreto del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, se pretende evitar la entrada de productos con costos por debajo de los nacionales.
“Todavía es prematuro hablar de aumento de precios, pues la medida no afectó a los productos que ya estaban embarcados cuando entró en vigencia. Los efectos se podrán empezar a ver a finales de abril”, dijo Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco).
A 31 días de aplicación del decreto, muchos confeccionistas nacionales están felices porque se ha visto una mejora de la situación que no se presentaba desde hace más de dos años. Según varios empresarios, la época de marzo que históricamente ha sido una de las más lentas para el sector, ha mostrado un dinamismo atípico.
“El ciclo de comportamiento del sector en esta época es particularmente bajo. Pero muchos empresarios no solo han reportado que no han tenido que despedir gente, sino que están contratando nuevo personal. Esto dice mucho sobre la efectividad de la norma”, dijo Carolina Blackburn, directora ejecutiva de la Cccya.
Así mismo, el presidente de Fabricato, Juan Carlos Cadavid, dijo que aunque todavía no se tienen cifras concretas por lo reciente de la norma, sí han notado un efecto positivo. “Las grandes marcas están regresando a hacernos pedidos. Para Fabricato ha habido una demanda adicional y hemos creado nuevos empleos. Por ejemplo, en Ibagué abrimos 200 plazas nuevas. Estamos recuperando el mercado perdido”, señaló Cadavid.
Las posiciones de Los zapateros
La medida cobija no solo a los confeccionistas, sino que los zapateros también reciben el efecto. Cueros Vélez, una de las empresas más importantes del sector, se ha sumado a los defensores. Para su gerente, César Maldonado, aquí sí hay calidad y precios competitivos.
“Toca buscar, pero los hay. Nosotros somos autosuficientes un 70%, pero tenemos necesidad de trabajar una parte de la producción con talleres. La verdad son muy buenos y hay para todos los presupuestos” dijo Maldonado.
“A partir de la medida del gobierno he notado muy buen ambiente por parte de los empresarios. Hay mayor tranquilidad al saber que si se aplica apropiadamente esto va a ayudar a que este año la industria se recupere”, señaló Luís Gustavo Flórez, presidente de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado (Acicam).
Sin embargo, hay actores del sector como Santorini y Spring Step que a lo largo del mes pasado mostraron su inconformidad. Los primeros, por ejemplo, están preocupados por la suerte de los zapatos que traen de oriente, pues son parte importante de su oferta.
Los que no están contentos
Aunque hay una parte del sector que ha recibido con beneplácito la medida del gobierno, otros se han opuesto y han mostrado su inconformidad. Tal vez, el que más ha sonado de todos es el empresario Arturo Calle, quien afirmó que con el nuevo gravamen deberá replantear planes de expansión.
“Nosotros respetamos la medida, pero ya se están comenzando a ver clientes que se quejan de los incrementos de precios. El mercado nacional no alcanza a abastecer toda la demanda. Elefecto se va a ver de manera fuerte en dos o tres meses”, dijo Calle, presidente de Arturo Calle.
Otro que busca parte de sus productos por fuera del país es la marca de vestidos de baño Onda de Mar cuyo gerente, José Santos, afirmó que han tenido que reducir el margen de ganancia de sus productos para no transmitirle el costo a los clientes.
“Nosotros nos preocupamos mucho por impulsar la industria local, pero nos encontramos con proveedores que no tienen algunas telas. Tampoco hay plantas o fábricas que sepan confeccionar con altos parámetros de calidad, por eso nos toca buscarlos por fuera. Hemos tenido que empezar a parar de ofertar”, afirmó Santos, y agregó que “si en el país hay quienes puedan producir esto, los costos son altísimos. Estamos en un callejón sin salida”.
Medida para evitar la subfacturación
Representantes de la Cámara Colombiana de Confección y Afines (Cccya) y de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado (Acicam) dijeron que la aplicación de los aranceles es buena para evitar el impacto de productos que llegan con precios muy bajos. “Cuando entran confecciones con precios por debajo de los insumos nadie compite contra eso. Somos competitivos dentro de precios de mercado”, dijo Carolina Blackburn, directora ejecutiva de la Cccya.
Las opiniones
Juan Carlos Cadavid
Presidente de Fabricato
“Las grandes marcas están regresando a hacernos pedidos. Para Fabricato ha habido una demanda adicional y hemos creado nuevos empleos. En Ibagué abrimos 200 plazas”.
Arturo Calle
Presidente de Arturo Calle
“Nosotros respetamos la medida, pero ya se están comenzando a ver clientes que se quejan de los incrementos de precios. El mercado nacional no alcanza a abastecer la demanda”.
Guillermo Botero
Presidente de Fenalco
“Es prematuro hablar de aumento de precios, pues la medida no afectó a los productos que ya estaban embarcados cuando entró en vigencia. Los efectos se verán a finales de abril”.
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