Visa startup la ruta de Canadá para los emprendedores colombianos y latinoamericanos

Una vía usada por diversos países para atraer talento internacional es la visa startup. Esta opción está dirigida a emprendedores y nómadas digitales que buscan expandir su empresa o desarrollar su idea de negocio en un mercado distinto a su país de origen. Canadá, el único país del G7 con tratados de libre comercio con los demás países miembros, y ampliamente conocido por su apertura a los inmigrantes, abrió este camino desde 2015.

En los últimos cinco años, 1.613 empresarios extranjeros han sido aprobados para obtener dicho estatus en Canadá, añadiendo 200 empresas nuevas al ecosistema empresarial en esta parte del mundo.

El hecho de que más del 20% de los residentes en Canadá hayan nacido fuera del país, y que 41% de la población nacional sea primera o segunda generación canadiense, hace de esta parte del mundo un laboratorio empresarial ideal, ya que la multiculturalidad abre oportunidades para todo tipo de emprendimientos.

“La adaptación es un desafío importante que tienen todas las empresas y emprendedores cuando inician un proceso de expansión. Sin embargo, no es un proceso complejo. Basta con familiarizarse con la cultura empresarial y la forma hacer negocios. El nivel de cumplimiento y el conocimiento del producto o del servicio son fundamentales”, asegura Andrés Felipe Rey, director ejecutivo de Cinnetico.

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Un estudio hecho por Statistics Canada revela que las empresas creadas por personas de afuera son más jóvenes, crecen más rápido y tienen tasas más altas de creación de empleo. Al mismo tiempo estas tienen mayor probabilidad de ingresar a los mercados globales, pues por su condición de inmigrantes, sus líderes son tomadores de riesgo por naturaleza. Más del 30% de las empresas en Canadá son creadas y desarrolladas por población migrante. Entre los requisitos para obtener la visa startup está el de tener una participación de al menos el 10% de las acciones de una empresa de innovación y una carta de soporte de aplicación por parte de una incubadora empresarial. Otra vía es certificando una inversión canadiense, bien sea a través de una red de ángeles inversionistas o por medio de una firma de venture capital. Si el emprendedor cumple otros requisitos adicionales una vez se radique en Canadá podría incluso aplicar a la residencia permanente. Entre los atractivos que ofrece el ecosistema canadiense a los emprendedores está la región Toronto-Waterloo, considerada el Silicon Valley del Norte, con una tasa de creación de empresas mucho mayor a la de Estados Unidos, mientras que Montreal es uno de los centros de creación de empresas especializadas en inteligencia artificial más importantes del mundo, a lo que se suma que en el país hay más de 900 incubadoras empresariales.

La formación académica también es una puerta de entrada al ecosistema empresarial canadiense, y puede ser el paso previo a la creación de empresa. Es el caso de Laura Montoya, una colombiana que llegó a Canadá como estudiante y hoy lidera su propia empresa de accesorios tejidos a mano. “Queríamos estudiar y trabajar en un país donde se pudiera hacer las dos cosas al mismo tiempo. Canadá ofrece esta opción. Además, no queda lejos de Colombia, como sí pasa con otros países que tienen programas similares”, dice la creadora de LM Handowoven.

Como resultado de la unión de estos dos mundos, estudio y emprendimiento, nació otra compañía especializada en brindar asesoría a quienes buscan vivir en Canadá. “Edooconnect fue fundada con el principal objetivo de apoyar y guiar a los que llegan a Canadá. Ser extranjero puede suponer retos y desafíos, así que guiamos para que sea lo más cómodo y amigable posible”, afirma Yomaira Carrillo, CEO de Edooconnect.