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La compañía tendrá que devolver el dinero de los tiquetes vendidos a agencias de viajes y a usuarios que no alcanzaron a volar
La Superintendencia de Transporte sometió a control empresarial a la aerolínea Viva Air y le solicitó a la Superintendencia de Sociedades la apertura de un proceso de reorganización empresarial en medio de la crisis que atraviesa la compañía, que suspendió operaciones el pasado 27 de febrero y que dejó afectados a alrededor de un millón de pasajeros.
Lo anterior implica una serie de medidas que tienen como fin la protección de los derechos de los usuarios, tales como el restablecimiento de la sede administrativa en un plazo máximo de tres días, también tendrá que responder por los tiquetes vendidos que no llegaron a operar, las tiqueteras y viajes programados. Esto incluye la venta de tiquetes a través de agencias de viajes.
La aerolínea pionera en el modelo de bajo costo en Colombia no podrá realizar ninguna modificación estatutaria sin autorización de la Supertransporte y estará impedida para ejercer cualquier tipo de actividad relacionada con la venta o enajenación de bienes, sin autorización previa.
A su vez, la supertransporte, Ayda Ospina Arias, lanzó una advertencia a Viva Air sobre el manejo de sus pasivos. “Los dineros recaudados con la venta de tiquetes anticipados o tiqueteras deben ser tratados, dentro de la contabilidad, como un pasivo. Por lo tanto, tienen la obligación de preservar ese dinero para garantizar esos recursos y la devolución de los mismos. Estas son medidas de carácter administrativo que deben atender de forma inmediata para restablecer los derechos de los usuarios”, agregó.
En cuanto al proceso de reorganización empresarial, vale la pena recordar, que la compañía se había adherido a un Proceso de Recuperación Empresarial (PRE), en el que decidió hacer un acuerdo con 18% de sus acreedores. Sin embargo, según el abogado Diego Márquez Arango, director en MQA Abogado, con la solicitud de reorganización lo que se buscaría es que se negocien todos los pasivos que tiene Viva y que tal negociación se de en un escenario en el que la Supersociedades funcionaría como un juez. No obstante, señaló que la medida abriría una puerta para decretar la inviabilidad de la compañía aérea.
“Estas medidas van dirigidas a la protección del usuario que ha comprado un pasaje, que tiene una reserva o tiquetera y que no sabe qué va a pasar con sus derechos”.
“Los dineros recaudados con la venta de tiquetes anticipados o tiqueteras deben ser tratados, dentro de la contabilidad, como un pasivo. Esto permitirá que el dinero se devuelva a los usuarios”.
“Podría pasar que, en ese proceso de reorganización empresarial, la Superintendencia considere que Viva no es viable y, si no lo es, la tendría que mandar a liquidación. Eso sería una pésima noticia. Les va a hacer mucho daño haber suspendido operaciones porque la Supersociedades se puede amparar en ello”, expresó.
Juan Felipe Reyes, abogado aeronáutico de Parra Rodríguez Abogados, considera que sí se trataría de una forma de intervención del Estado y que conllevaría a la pérdida de la autonomía de Viva Air.
“Ahora sería la Superintendencia la que tomaría las decisiones empresariales y el gobierno corporativo de la compañía, lo que pone al margen a varios involucrados”, dijo.
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