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a empresa ha tenido buen crecimiento desde 2018, cuando tenía al rededor de 4.500 miembros, pasando a 6.500 en el primer semestre del año
Las nuevas tendencias en las formas de trabajo vienen acompañadas del modelo de coworking, en el cual las empresas que buscan reducir costos operacionales hacen uso de espacios compartidos con otras compañías, brindando la oportunidad de realizar networking, en espacios colaborativos, y sostenibles que ofrecen empresas de arrendamiento privado como WeWork, esta startup que empezó en 2010 en New York, y se ha ido expandiendo a más de 28 países.
Esta compañía ha tenido un éxito mundial y también en Colombia, el cual le ha permitido un crecimiento exponencial en el país desde 2018, cuando tenía al rededor de 4.500 miembros, pasando a 6.500 en el primer semestre del año, y que espera contar con 15.000 miembros, tal y como lo dijo recientemente Karen Scarpetta, directora general de WeWork en Colombia en un Inside LR.
Este tipo de empresas se ha convertido en tendencia y en un apoyo financiero para emprendimientos y multinacionales, un estudio realizado por Colliers International Colombia evaluó el comportamiento del coworking en Bogotá, la ciudad donde más ha crecido este modelo y se evidenció que la capital cuenta con la participación de 53 espacios de coworking, siendo cinco las principales marcas que han concentrado el crecimiento.
WeWork, tiene 62% de participación del mercado, seguido por Internacional Workplace Group (IWG), Tinkko y Owlo, con 18%, 10% y 9% de participación, respectivamente.
En el mencionado Inside LR, Scarpetta explicó los beneficios que consiguen los miembros cuando trabajan con la firma, y aseguró que esperan que por los menos 55% sean Pyme y multinacionales.
El negocio crece a paso fuerte, pues en el sexto mes de operación en Colombia ya se habían superado las expectativas y se había crecido 30% más que los líderes de la región como México y Brasil, así lo afirmo Scarpetta.
Sin embargo, y a pesar del buen ejemplo local, recientemente se supo que la compañía retrasó la tan esperada oferta pública inicial (OPI) de sus acciones, debido a algunos interrogantes que tienen los inversionistas sobre la valoración de la empresa, pues esta estaría buscando una valoración entre US$10.000 millones y US$12.000 millones, muy por debajo de la valoración de US$47.000 millones que alcanzó en enero. Con tanto ruido, WeWork tomó la decisión de retrasar su salida a bolsa, mientras busca despejarle las dudas a los inversores sobre temas como su gobierno corporativo, perspectivas comerciales y su valoración.
En cuanto a esto, el experto en bolsa Andrés Moreno resalta que la compañía de arrendamientos privados hace parte de aquellas que están en la categoría de economía colaborativa, y en su opinión “se han sobrevalorado”, debido a que su valor depende de proyecciones futuras, por lo cual, para el experto, es normal que los inversionistas con un capital de riesgo importante tengan dudas.
Según la agencia de noticias Bloomberg, la compañía de arrendamiento de oficinas se encuentra en una lista corta de negocios no rentables, que han convencido al mercado de bonos de alto rendimiento para que les preste, junto a Netflix y Uber.
En un comunicado conocido el lunes en la noche, la empresa dijo “The We Co. espera con ansias nuestra próxima salida a bolsa, que esperamos se complete para fin de año”. Seguido a ello, ayer en la mañana los cofundadores Adam Neumann y Miguel McKelvey, así como el director financiero, Artie Minson, se dirigieron a los empleados en una transmisión web de aproximadamente media hora, en la que Minson recalcó que “la compañía retrasó la oferta para asegurarse de que se hizo 1,000% correcto”, según la agencia de noticias.
Ante el panorama de dudas, expertos afirman que lo que están haciendo es un mecanismo de protección a la emisión, y que si la empresa fortalece el gobierno corporativo van a tener un mejor desempeño en sus emisiones, y los inversionistas tendrán mejor percepción del riesgo.
Carlos Rodríguez, gerente de renta variable de Ultraserfinco, coincide en que darle buen manejo al gobierno corporativo es indispensable, pero también resalta que “tiene pérdidas muy grandes, lo que hace muy compleja la valoración (...) hoy la compañía pierde más de lo que factura”.
Los expertos concluyen que esta empresa debe asegurarse primero de resolverle las dudas a los inversionistas, y salir a bolsa cuando la situación lo amerite, tomando los tiempos necesarios para no afectar la emisión.
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