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El mensaje, aunque se sabe que no viene acompañado de las mejores cifras, es de no dejar que el miedo consuma a la economía
“Cuando salgamos de esta situación crítica, tendremos tiempo para reponer todos los resultados financieros que se necesiten”, fueron las palabras esperanzadoras del vicealmirante Jorge Iván Gómez, gerente de la Sociedad Hotelera Tequendama, en uno de los momentos más difíciles que está viviendo el sector turístico.
El vicealmirante es consciente de los números en rojo que arrojará el sector al finalizar el año, por lo que dio a conocer que las instalaciones del Hotel Tequendama en Bogotá se pusieron a total disposición para atender a miembros de la fuerza pública y del centro médico del Hospital Militar Central que requieran estar en aislamiento.
La disposición de la capacidad instalada, en primera instancia, ha sido estudiada por la Sociedad en distintos escenarios. Como explicó Gómez “el primero es en donde podríamos llegar a contar con 900 camas disponibles para pacientes, usando todos los recursos que hay en los edificios. Vamos a partir de que en una primera fase vamos a estar con 409 camas listas. En una segunda fase esperamos llegar a 700 y en una tercera fase, que sería un caso extremo, podríamos llegar a dar 900 camas para poner a disposición del sistema de salud”.
En este punto, y como en muchos de los sectores, se podría pensar que cerrar todos los hoteles sería una solución para evitar quiebras, pero para el vicealmirante “cerrando tampoco se van a desaparecer todos los costos y gastos, por lo que es mejor tenerlo abierto, tener a nuestra gente generando algún tipo de productividad y ayudar a la comunidad”.
El mensaje, aunque se sabe que no viene acompañado de las mejores cifras, es de no dejar que el miedo consuma a la economía.
“No sabemos cuánto va a durar esto, no sabemos cuánto se demorará en rebotar, porque no es solamente superar la pandemia, sino volver a poner al país productivo y al sector empresarial nuevamente en movimiento. Será un esfuerzo de todos trabajando por el mismo objetivo y entusiasmo, con la misma esperanza e ilusión de que lo vamos a hacer bien”.
“Cerrando tampoco se van a desaparecer todos los costos y gastos, por lo que es mejor tener abierto, generando algún tipo de productividad y ayudando a la comunidad”.
Por eso mismo, para Gómez, lo importante es que el sector no se “angustie demasiado hoy por el tema de resultados financieros, sino que deben tener en cuenta que esos ya no se van a dar y podemos darnos la oportunidad de pensar en resultados sociales de cómo contribuimos a la comunidad para ayudarles a superar la situación”.
Así como lo manifestaron otros miembros del sector, esta es una oportunidad de cambio, pero más allá, para el gerente de la Sociedad, esta pandemia es una enseñanza para los planes estratégicos. “Se debe incluir el estar preparados para eventos como este, que son difíciles de predecir, pero que se pueden presentar en cualquier momento. Por eso nuestros modelos de negocio deben estar en la capacidad de resistir”, finalizó Gómez.
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