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Durante la conversación, los panelistas explicaron que a los microempresarios les toca pagar créditos con tasas de interés más altas
En el último día de la 58 Convención Bancaria, se realizó el panel "La voz de los negocios populares", donde se abordaron temas de crédito para microempresarios.
El panel lo lideró Ricardo Ávila, Analista Sénior de El Tiempo, y participaron Daniel Schydlowsky, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén y exsuperintendente de Banca y Seguros de Perú; Nancy Tueros, Presidenta de Mibanco; Hernando Chica, presidente de Banco Agrario; y César Ferrari, Superintendente Financiero.
Schydlowsky se preguntó qué hacer con la economía popular para que tengan acceso al crédito y puedan capitalizarse. "Los chiquitos quedan restringidos a ciertas entidades que no son las más rentables, y al final repercuten en la vida política", dijo.
Agregó que los chiquitos no tienen buena información, además no siempre se les cree lo que dicen. "Hay que investigarlos, hay que hacer seguimiento. El microcrédito se basa en una información detallada, en ir al cliente, armarle un balance y eso es costoso".
Añadió que otro factor para que el crédito sea más caro para los microempresarios es la prima de riesgo, "los chiquitos son más riesgosos. Entonces parece que obviamente tiene que costar más el crédito para los pequeños", dijo.
Por ende, los chiquitos quedan restringidos a una gama muy angosta de actividad económica. Y eso tiene consecuencias en la distribución de ingresos, porque entonces están restringidos a ciertas actividades que no son las más rentables.
Añadió que las altas tasas de interés para los 'chiquitos' tiene consecuencias ingratas, "¿qué hacer con esto? Se ve que son buenos pagadores, entonces se entiende que el negocio es rentable y que pueden soportar altas tasas de interés, pero hay un error de interpretación, porque el activo más grande de los negocios pequeños es la reputación, entonces van a hacer todo lo posible por cumplir, cumplen aunque no sea rentable el negocio", agregó.
César Ferrari, Superintendente Financiero, dijo que hay que garantizar la fidelización que se logra por el tipo de crédito. "Siempre es un crédito productivo, nunca prestan para consumo, solamente para producción o para inversión. En segundo lugar, cuando prestan para producción o para inversión, la decisión sobre el crédito no la toma el banco, la toman los propios clientes", dijo.
Añadió que esto es importante porque conocen bien al cliente. Por lo cual, puedes asesorarlo sobre el crédito que está pidiendo. "Y así acaba habiendo una selección, una autoselección de los propios clientes sobre a dónde dirigir el crédito", añadió.
Esto permite que el crédito acabe siempre pagándose, pues termina en una microempresa productiva. Es una decisión siempre solidaria y siempre realizado por la necesidad de atender una cuestión productiva, en función de lo que saben los clientes. Y esto es muy exitoso", añadió.
Respecto a las subastas inversas, dijo que el Estado financia una serie de redescuentos, "pero no se otorga los créditos en función del mecanismo de subasta inversa, porque no se condiciona a quien recibe más crédito, tenga que ofrecer la menor tasa para el cliente. Y eso es realmente muy importante, porque si el banco está ofreciendo una tasa menor por los créditos, quiere decir que le es rentable".
Como segundo punto, dijo que lo que llega en términos de tasa a los clientes es muy baja. "Eso me parece una cosa fabulosa porque la otra verdad es que los clientes sí están dispuestos a pagar. Tienen voluntad de pago, pero voluntad de pago no significa capacidad de pago", dijo Ferrari.
Nancy Tueros, Presidenta de Mibanco, empezó su intervención diciendo que, según la ONU, aproximadamente 90% de las empresas es una microempresa, representa 50% del PIB mundial y entre 70% y el 60% de las fuentes de empleo.
"Impacta a la población más vulnerable, en tiendas de jóvenes, mujeres y lo que se denomina la base de la epidemia. En el caso de Colombia, 95% aproximadamente de la malla empresarial está compuesta por microempresas", explicó.
En su turno, Hernando Chica, presidente de Banco Agrario, dijo que tenemos que dejar de pensar como persona natural, para darle esa visión de empresa. "Dar un paso hacia la mejora de calidad de las personas y acceso al crédito productivo, hay que verlos como microempresarios y hay que generar confianza".