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La información económica es la espina dorsal de la economía de mercado, que a su vez, es el único sistema probado por la historia que permite sacar a más personas de la pobreza. Los hábitos en el consumo de la información han cambiado durante los últimos 70 años, lo que impulsa a seguir generando y creando contenidos de alta calidad que construyan un mejor país.
Las últimas siete décadas estuvieron marcadas por cifras en máximos o mínimos. El interés, la inflación y los precios de los tiquetes se registraron en estas páginas
En 70 años de historia, cada periodo se recuerda por las cifras que hablan por sí solas. La humanidad siempre busca comprender su pasado para orientarse en el presente y proyectarse hacia el futuro.
En este viaje hacia la comprensión histórica, las fechas y los datos, se han erigido como pilares fundamentales. Estos elementos no solo proporcionan un orden cronológico a los acontecimientos, sino que también sirven como puntos de referencia que nos permiten trazar conexiones, identificar patrones y extraer lecciones valiosas de la experiencia pasada. Ver la historia a través de fechas y datos nos brinda la oportunidad de desentrañar los misterios del pasado y comprender hacia dónde se quiere encaminar.
“La importancia de ver la historia a través de las cifras es que el “desarrollo económico” de un país pueda ser analizado con una mirada de largo aliento, y no en medio de las apuros del corto plazo relacionados comúnmente con el crecimiento anual del PIB.”, explicó Catherine Pereira, decana Escuela Internacional de ciencias económicas y administrativas de La Sabana.
Al examinar los eventos con un enfoque analítico y basado en evidencia, se puede captar la magnitud de los logros humanos, así como los errores en los que no hay que volver a caer. Esta perspectiva brinda herramientas para que las personas que está legislando puedan tomar decisiones informadas y forjar un futuro más consciente y sostenible.
La bonanza cafetera se dio entre finales de 1976 y comienzos de 1978, momento en el que no solo la producción subió, sino que los precios internacionales fueron muy altos. El precio máximo se registró en 1977, año en el que la libra de café en el exterior llegó a costar US$0,319; mientras que el menor precio se presentó en 1940, momento en el que se vendió a US$0,007.
Entre 1970 y 1976 la producción promedio fue de 7,6 millones de sacos, pero subió para los años 1977 y 1979 a un promedio de 11,3 millones de sacos; para 1979 los cafeteros lograron producir 11,9 millones de sacos.
El comportamiento de los precios de los alimentos, junto con las políticas cambiarias y agrícolas, tuvieron un gran impacto en la inflación en los 90. Debido al atraso cambiario provocado por el ingreso masivo de divisas durante la bonanza cafetera de finales de los 70, en 1985 el tipo de cambio se devaluó 51%, lo que generó un incremento en precios de productos. En 1987, la política agrícola se enfocó en aumentar los precios pagados a los productores mediante la regulación de importaciones y compras del Estado para acumular existencias en el Idema. Esto llevó a que la inflación en 1990 alcanzara su nivel más alto, de 32,4%.
En enero de 1995, la tasa anual del IPC fue de 21,1%, lo que representó una disminución de 1,5 puntos en comparación con el mes anterior. La variación mensual fue de 1,8%, lo que significa que la inflación acumulada durante 1995 alcanzó 1,8%.
Para controlar la inflación, el Emisor subió la tasa de interés hasta 45%, la más alta en la historia. El tipo más bajo se registró durante 2020: en menos de 12 meses pasó de un nivel de 4,25% a 1,75%. Esto se dio cuando el PIB se contrajo 6,8% y el desempleo aumentó a niveles de 15,9%, como resultado de las limitaciones a la actividad productiva y la demanda generadas por los confinamientos de la pandemia.
Hace siete décadas, el transporte aéreo era inasequible para la mayoría de las personas. Por ejemplo, reservar un vuelo entre Nueva York y Londres en 1960 podría costar alrededor de US$300. Sin embargo, hacia 2019, la historia era diferente, pues ese mismo vuelo se podía tomar por casi una décima parte.
Pero, ¿qué generó estas diferencias? Aunque este no es un servicio de transporte que se considere económico, la mayor oferta dada en los últimos años, generó más competencia y variedad de precios. Incluso, surgieron aerolíneas conocidas como low cost, con las que las se pueden adquirir vuelos nacionales desde $50.000, es decir, US$13.
La menor pobreza extrema se logró en 2018. Catherine Pereira, decana de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas de Unisabana, dijo que esta cifra, de 5,8% para ese año, fue indicativa del progreso de políticas sociales, y demuestra que se pueden focalizar programas para reducirla más.
“Esta cifra es importante de resaltar, dado que recibimos más de dos millones de migrantes venezolanos que el Estado ha tenido que gestionar e incluir en sus políticas”, explicó. Con la reducción del dato en 2018, se logró que 3,6 millones de personas superaran esta situación. En 2002, 7,1 millones vivían en pobreza extrema (17,64% de la población).
Ecopetrol no solo es una de las empresas más importantes del país por su actividad, sino por su cotización en la Bolsa de Valores de Colombia, BVC. El precio del título fluctúa por factores como las políticas de exploración y explotación del Gobierno, los escándalos dentro de la compañía y los resultados financieros de la estatal.
Su mejor mes fue abril de 2012, momento en que, en promedio, la acción se cotizó en $5.700; mientras que su precio más bajo fue de $1.005 en 2016. Hoy el papel tiene un precio sobre los $2.000 y a pesar de que las utilidades de la empresa cayeron 29,1% en el primer trimestre de 2024 hasta $4 billones, la acción se mantiene estable en la Bolsa de Valores.
Antes de 2006, el crudo de referencia WTI cotizaba por encima del Brent alrededor de US$2. Según Davivienda, esto se debía a que el crudo de EE.UU. era uno de los petróleos con mayor calidad del mundo, pues su cantidad de azufre era menor a la del Brent, lo que le permitía ser refinado con mayor facilidad. Esto hacía que la brecha estuviera a favor del WTI.
Pero en 2008, la brecha de precios entre Brent y WTI aumentó, llegando a que la primera referencia fuera casi US$30 superior a la segunda. El barril llegó a un precio de US$140,31. Lo anterior se dio por una sobreoferta de crudo debido al boom del petróleo Shale de América del Norte.
Muchos factores inciden en las fluctuaciones de la moneda local. Choques de petróleo, pandemia y ajustes de riesgo por la inflación son algunos de los aspectos que han marcado la volatilidad de los últimos 70 años.
Sin embargo, el dólar a $5.000 en 2022 es una cifra que quedó marcada en la historia. Varios factores impulsaron este hecho. Un primer punto fue el alza de tasas por parte de la Fed de EE.UU. para controlar la inflación. Otro punto que influyó en este comportamiento fue un elemento interno, pues en ese momento existía mucha expectativa sobre la política del primer Gobierno de izquierda frente a la exploración y explotación de hidrocarburos.
De 120 países, Colombia ocupa el puesto 97 con relación a los kilómetros por habitantes y a la densidad de carreteras pavimentadas que, según los informes disponibles del Dane, es de 0.013km/km2, siendo una de las menores de América Latina.
Pese a que se han hecho algunas labores aún hay camino por recorrer, por ejemplo, entre 2006 y 2010 se mejoraron 4.724 km de la red vial nacional entre la ANI e Invías, entre 2002 y 2009, de acuerdo con la Cámara Colombia de la Infraestructura, la extensión de las dobles calzadas pasó de 52 km a 726 km; sin embargo, el país aún cuenta con bajos niveles de modernización de infraestructura vial.
El mercado laboral fue de los más afectados en la pandemia. Según el segundo Informe Nacional de Empleo Inclusivo, Inei, de la Fundación Corona, la Andi y de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Usaid, Colombia retrocedió cerca de 20 años en materia de empleo debido a la pandemia, especialmente, por las medidas de aislamiento que llevaron a la pérdida de puestos de trabajo.
Las cifras lo comprueban, pues en mayo de 2020 se registró el mayor desempleo en la historia, al llegar a 21,97%; la ocupación fue de 44,24%. El segundo registro más alto fue en julio de 2020, momento en el que llegó a 20,91%, con una ocupación de 45,95%.
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