Impacto combinado de las grandes reformas

*Socio Posse Herrera Ruiz

Una vez concluido el trámite de aprobación de la Reforma Tributaria, ya estamos observando su impacto específico en el período 2023. La conclusión, anticipada por todos los analistas, es que el gasto tributario de las empresas se aumenta de manera generalizada, con sustantivos impactos en algunas industrias y sectores. Igualmente ocurre con los inversionistas y con los directivos que incrementan su tributación como personas naturales de manera significativa.

Para el período 2023 es claro que la Tasa Efectiva de Tributación en relación con las utilidades financieras se ha incrementado para la casi totalidad de los empresarios del país. La tasa efectiva del impuesto sobre la renta se incrementa por la eliminación de descuentos, la limitación de beneficios, el cálculo del impuesto mínimo, la eliminación de rentas exentas, entre otros. Para las empresas, la coyuntura del incremento de la provisión del impuesto de renta se acompaña con otros incrementos generales de costos y gastos que, por la coyuntura económica, están afectando a todas las empresas. Igualmente, la limitación de beneficios para las personas naturales incrementa su tributación efectiva. Los inversionistas están aumentando su tributación efectiva por el aumento en el impuesto a los dividendos y por el impuesto al patrimonio.

En definitiva, si se toma la carga tributaria global aplicable a la empresa y sus inversionistas, se evidencia que la participación del Estado en las utilidades de la gran mayoría de las empresas puede llegar a ser superior del 50%. Esto evidencia que para el Estado es fundamental que al sector privado le vaya bien; que exista certidumbre y competitividad que fomente la inversión, pues si esto ocurre, adecuadamente el recudo crecerá de manera constante, lo mismo que el empleo y la dinámica general de la economía. Agotar la inversión privada a través de sobrecargas o de incertidumbre, puede resultar devastador para la inversión, para empleo y para el recaudo.

En pocas palabras podría decirse que, la carga tributaria está sobrepasando el límite de lo razonable, al punto que Colombia ha perdido muy buena parte de la competitividad fiscal que aún le quedaba. La experiencia sugiere que la inversión se afecta principalmente por dos razones: (i) incertidumbre; y (ii) sobrecarga fiscal. El segundo de estos escenarios ya se ha cumplido plenamente, y el primero, cada vez se incrementa más por la incertidumbre que genera la combinación de reformas que el Gobierno anuncia y que tramitará, según se ha dicho, en el curso de este año.

El proyecto de Plan Nacional de Desarrollo incluye disposiciones con efecto tributario que también deben considerarse. Por ejemplo: la facultad para establecer sobretasas al impuesto predial, los ajustes al impuesto de valorización, o incrementos en las transferencias eléctricas para generadores de energía renovable, entre muchos otros. Esto sin mencionar que el Gobierno Nacional está estudiando un proyecto de ley de reforma tributaria territorial.

La reforma laboral genera incertidumbre en cuanto puede implicar un incremento sustancial en el costo de operación de las empresas, y consecuente efecto en la pérdida de empleos formales. La reforma a la salud, también genera incertidumbre para la sociedad en general y para los empresarios en particular. La reforma al régimen pensional, genera incertidumbre a los ahorradores, a empresarios y al mercado de capitales. Y se anuncian más reformas.

En esta coyuntura, resulta fundamental un dialogo positivo y constructivo en torno al alcance y efectos de cada una de las reformas. Cada reforma tiene impactos que deben medirse y discutirse profundamente entre el Gobierno, el Congreso, el sector privado y la academia. Al combinar todas las reformas, es necesario anticipar el efecto combinado que ellas puedan llegar a producir en la inversión, en el empleo, en el crecimiento económico, en el gasto público, en el recaudo tributario, y en general en la estabilidad macroeconómica de mediano plazo del país. Hacer múltiples reformas que no midan ni anticipen adecuadamente el impacto que ellas producen en la economía y en el bienestar social, sería un grave error histórico. Pues buscaría solucionar problemas en el corto plazo para crear otros mayores en el mediano y largo plazo.

Es fundamental propiciar un ambiente de mayor confianza entre el sector privado, la academia y el Gobierno, y un dialogo constructivo y abierto que permita analizar el panorama completo de la situación, y no solamente una parte del escenario.