El uso del espectro radioeléctrico, no tiene efectos adversos en la salud de las personas

El mundo ha experimentado una enorme transformación tecnológica en el campo de las telecomunicaciones; tanto así que hoy en día nos podemos comunicar con cualquier parte del mundo por medio del internet o a través de una llamada telefónica. Para lograr dichos avances ha sido necesario, entre otras cosas, el aumento de infraestructuras como las estaciones base de telefonía móvil, las cuales han generado preocupación ante la posibilidad de que los campos electromagnéticos generados por este tipo de fuentes tengan un impacto negativo en la salud.

Para entender los efectos que estos tienen, es importante aclarar que el espectro radioeléctrico es una porción del campo electromagnético que nos rodea y es un recurso utilizado para actividades de telecomunicaciones como la radio, televisión, telefonía móvil o internet.

Así, y respondiendo a las inquietudes sobre los efectos los radioeléctricos en la salud, algunos estudios realizados a la fecha con voluntarios sanos a corto plazo demostraron que los campos electromagnéticos usuales en el hogar o en el ambiente no producen efectos adversos en la salud.

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Hasta ahora el único efecto comprobado de los campos electromagnéticos son los de la telefonía móvil, con un incremento de temperatura en el organismo, aunque los niveles a los que la población general está expuesta no son suficientes para lograr un calentamiento significativo en el cuerpo y aun cuando los niveles de radiación emitidos por las antenas de comunicaciones pueden ser altos si una persona se encuentra a menos de dos metros de tales estructuras, en condiciones controladas, la población en general no cuenta con libre acceso a esa zona, por lo que es un riesgo casi inexistente para el grueso de las personas.

Adicionalmente, la Organización Mundial de la Salud, declaró que para los teléfonos móviles, y sus estaciones de base, “ninguna de las recientes revisiones ha concluido que la exposición a campos de radiofrecuencia debido a teléfonos móviles o a las estaciones bases de los mismos tengan algún tipo de consecuencia adversa en la salud. Sin embargo, se han identificado vacíos en las investigaciones que han determinado la ampliación de las indagaciones para hacer mejores evaluaciones de los riesgos” dice la organización.

Años después, la misma Organización actualizó su Nota “Estaciones base y Tecnologías Inalámbricas”, y ratificó que, teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de investigaciones reunidos hasta el momento, no hay ninguna prueba científica convincente de que las débiles señales de radiofrecuencia procedentes de las estaciones base y de las redes inalámbricas tengan algún tipo de consecuencia adversa en la salud”.

Expertos en el área como, Leonardo Betancur, docente de ingeniería de la UPB, recalca la importancia de estar bien informados y aclara que los seres vivos están expuestos a las radiaciones ionizantes y no ionizantes en la naturaleza, sin importar que exista tecnología o no, y la radiación no ionizante es inofensiva en niveles de intensidad bajo y si esa radiación es de gran potencia, el efecto que genera sobre los tejidos de los seres vivos es el efecto de calentamiento y no produce daño alguno. Así las cosas, el parte es de tranquilidad, pues hasta la fecha no hay certeza de que estar expuestos a esos campos electromagnéticos afecte el organismo.

Clasificación del espectro radioeléctrico
La clasificación del espectro radioeléctrico se puede hacer desde el punto de vista regulatorio y desde la taxonomía de los modelos de gestión del espectro radioeléctrico. Se pueden dividir en dos clases de bandas, con licencia (servicios básicos de telecomunicaciones, servicios de valor agregado, radiodifusión, etc.) o exentas de licencia (radios de corto alcance, control remoto, sistemas de seguridad, etc.). Estos a su vez se reparten en cuatro grupos principales que se agrupan de acuerdo a sus características comunes y flexibilidad que incluyen todos los modelos.