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El anuario Ripe recoge las tendencias de consumo para 2018 de los países de la región.
Centros de pensamiento, entidades y organizaciones estiman que Colombia crecería entre 3,3% a 3,6% el próximo año.
Colombia continúa avanzando a pesar del momento adverso que vive la región, con una desaceleración mundial acentuada y un deterioro global en la industria y en la confianza del consumidor. El país, que cerraría 2019 con un crecimiento mínimo de 3% y un máximo de 3,4%, vislumbra ya un panorama alentador para 2020, pese a que aún persisten grandes retos en materia tributaria, pensional y laboral. La razón: vienen grandes discusiones económicas, que no solo prevén transformar algunos sistemas claves, sino también garantizar mayor sostenibilidad fiscal a corto y mediano plazo.
Con tasas de interés que ya superan los 18 meses en 4,25%, una inflación por debajo de 4% (3,88% exactamente según el Banco de la República) y una inversión extranjera en alza, el Gobierno, la academia, los empresarios y los expertos son optimistas frente a lo que viene en 2020. La mejor dinámica del gasto de los hogares, la importación de bienes de capital y la reactivación de industrias clave como la del petróleo y la infraestructura confirmarían dichas expectativas, que, a modo general, apuntan a que en 2020 se logré una variación en el Producto Interno Bruto de 3,3%.
Pese a que las apuestas de los organismos internacionales y del mismo Gobierno Nacional son diversas, se estima que el crecimiento mínimo de la economía colombiana oscilaría entre un mínimo de 3,1% y un máximo de 3,6%. El Banco de la República, por ejemplo, apuesta por 3,3%, cifra que sería jalonada por la demanda interna, la recuperación del sector de construcción de vivienda, las obras públicas y los estímulos tributarios a la inversión, que se aprobaron en la reciente Ley de Crecimiento Económico. Fedesarrollo, por su parte, confía en 3,5%, que, si bien es arriesgado por la coyuntura social del país, se podría lograr con la consolidación de la inversión y el impulso de la demanda interna.
El mismo crecimiento de 3,5% lo estima la Cepal, mientras que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) proyectan un 3,6%. El motivo de esta variación, según el último organismo, es debido a los efectos reales de la reforma tributaria que fomentan mayor creación de puestos de trabajo y mayor tributación de las empresas. “Unas condiciones financieras internas amplias, caracterizadas por tasas de interés reales en terreno ligeramente expansivo, deberán seguir contribuyendo a la expansión de la demanda interna y a reducir los excesos de capacidad instalada”, explicó Richard Francis de Fitch Ratings.
De cumplirse las expectativas de estos actores, Colombia crecería por encima de la región, que prevé una variación de 1,8% este año, y el mundo, que llegaría a 2,7%, según estimativos del Banco Mundial. Las mismas proyecciones se cumplirían el próximo año, dejando a Colombia por encima de países como Brasil, Chile, Argentina, Ecuador y México.
“En momentos en que la región crecerá a un ritmo de 1,8% y el mundo, a 2,7%, según proyecciones del Banco Mundial, unas condiciones financieras internas amplias, caracterizadas por tasas de interés reales en terreno ligeramente expansivo, deberán seguir contribuyendo”, explicó Juan José Echavarría, gerente general del Banco de la República.
En una coyuntura optimista para Colombia, y retadora para el mundo, uno de los temas de agenda que quedarán pendientes por revisar el próximo año será el desempleo. Con una cifra de 9,8% al corte de octubre, el presidente de la República, Iván Duque, seguirá jugando sus cartas con el fin de contrarrestar el indicador, que hoy está afectando principalmente a los jóvenes y el cual tan solo se reduciría a mediano plazo. Así lo cree Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, quien advirtió que “la tasa de crecimiento crítica para reducir el desempleo está entre 3,7% y 3,8%. Si no se crece a esa tasa no se va a revertir esa situación. Si bien se está creciendo, todavía no es suficiente”.
A este reto también se suma que probablemente, según Fitch, el gobierno requerirá algún tipo de ajuste de ingresos o gastos para cumplir con el objetivo de déficit fiscal. Es de resaltar que las altas utilidades del Banco de la República y Ecopetrol espantarían este fantasma, aún en un momento en el que la Ley de Crecimiento Económico ofrece extensas exenciones y devoluciones, por ejemplo, del IVA.
Estos desafíos macroeconómicos estarán relacionados, a su vez, con el impulso que se le debe dar a la vivienda, que es uno de los sectores que más contribuye al crecimiento, y que aún no ha logrado despegar, pese a las medidas e incentivos para la compra de vivienda nueva en el país.
Inversión es La clave de Colombia según la Cepal
A mediados de diciembre de 2019, la Cepal entregó el informe actualizado sobre las proyecciones económicas de la región y uno de los pocos países destacados fue Colombia. Analizando los datos del primer semestre de 2019 frente al mismo período de 2018, solo Guatemala y Colombia registraron una aceleración del crecimiento del PIB entre un total de 20 economías latinoamericanas. Una de las razones que explica este buen resultado, según el organismo, es que Colombia supo atraer nueva inversión para un sinfín de proyectos.
Los crecimientos económicos se han vuelto a materializar en Argentina. Sin embargo, la inflación aún es una de las más altas en la región.
39,9% del gasto de los hogares peruanos se destinó a la compra de alimentos.
Entre enero y septiembre, la confianza al consumidor mejoró y las expectativas también