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El tema de las pensiones es el mayor desafío pensional en la región. Por eso, LR le trae este Anuario Ripe con datos como el número de cotizantes por país, los regímenes que funcionan en cada nación y cómo se realizan las asesorías.
Apreciado lector, tenga cuidado. Ni en sus asuntos financieros ni en sus pensiones se deje asesorar por ignorantes.
En estos días, grupos de insatisfechos e ignaros han estado en las redes sociales invitando a trasladarse al Régimen de Prima Media, RPM, argumentando tres cosas. Primero, que en ese régimen todos se jubilan; segundo, que allá a todos les va mejor que en el régimen de ahorro individual con solidaridad, Rais; tercero, que los grupos económicos se quedan con las rentabilidades de los fondos de pensiones. Las tres afirmaciones son falsas.
Sobre la primera, solo 10% de los afiliados a ese régimen podrá jubilarse. Este es un efecto de la enorme informalidad laboral que tenemos en Colombia. Amigo lector, el promedio de semanas cotizadas por todos los afiliados al sistema pensional al momento del retiro laboral es de tan solo 500, y que para poder jubilarse se necesitan 1.300 semanas en el régimen público, contra 1.150, en el Rais (tres años menos de cotización, gracias al Fondo de Garantía de Pensión Mínima).
La segunda afirmación solo podría ser válida para 5% de los que cotizan a pensiones. Por las siguientes razones. Como ya dijimos, 90% de los afiliados al RPM no se va a jubilar y va a recibir lo que se llama una indemnización sustitutiva. En el Rais, 75% que no se va a jubilar recibe lo que se llama una devolución de saldos.
En 2017, 105.000 personas no se jubilaron en el RPM y recibieron, en promedio una devolución de $4,4 millones. En ese mismo año, en el Rais no se jubilaron 27.000 personas, pero cada una de ellas recibió en promedio $35 millones: ocho veces más grande que en el régimen público, lo que les permitiría tener un beneficio económico periódico (ingreso vitalicio) también ocho veces mayor.
En total, en 2017, los afiliados a Colpensiones dejaron de recibir más de $3 billones. Durante el período considerado (2013-2017), 437.000 personas no se jubilaron en el régimen público, recibieron devoluciones una octava parte de lo que pudieron haber recibido en el Rais y, en total, dejaron de recibir $12,1 billones. Estas cifras indican que a 90% de los afiliados al régimen público, les hubiera ido mejor si estuviesen en los fondos de pensiones. Ahora bien, en el grupo del 10% restante, que sí alcanza a jubilarse en el régimen público, hay dos sub grupos. Uno que alcanza una pensión de salario mínimo, que también la habría podido obtener en el Rais, pero cotizando tres años menos, pues habrían tenido acceso al fondo de garantía de pensión mínima. Al restante 5%, le va mejor en el régimen público porque, como lo dice el mismo Gobierno, sus pensiones están altamente subsidiadas. Por ejemplo, quienes reciben una pensión sobre 25 salarios mínimos reciben un regalo de $1.000 millones. Según el DNP, 86% de los subsidios pensionales se van a los quintiles más altos de ingresos y solo 0,3% se dirige al quintil de menor ingreso.
La tercera afirmación que se está haciendo es falsa. Las rentabilidades de los fondos de pensiones no se van a los grupos financieros, sino a los ahorradores. La prueba reina del destino de estas rentabilidades es, precisamente, el monto de las devoluciones de saldos que acabamos de ver. En el régimen de prima media, los afiliados solo tienen devoluciones que ajustan las cotizaciones con la inflación, mientras en el Rais los afiliados reciben las rentabilidades reales que han generado los fondos de pensiones, que en su promedio histórico ha sido superior al 8% real por años. Con las rentabilidades de los fondos de pensiones, hoy ese monto es de 34,3 millones. Si se hubiese invertido en un CDT, el capital acumulado es de 11,6 millones y si se ajusta solo con la inflación es de solo 5,5 millones. Esta última es la rentabilidad que ofrece el régimen público a la mayoría de sus afiliados.
Así se prueba, no solo que la afirmación de las redes sociales es falsa y mal intencionada, sino que en el régimen público se está maltratando a la mayoría de sus afiliados, que son los de menores ingresos. Estas cifras ilustran esta característica perversa del régimen de prima media que obliga a los más pobres afiliados a otorgar un crédito forzoso al Gobierno a una tasa de interés real de 0%, para regalarles plata a los de mayores ingresos.
Es una vergonzosa transferencia de ingreso de los pobres a los más ricos que hemos denunciado desde hace muchos años y ninguna institución ha hecho nada para remediarlo.
Finalmente, tenemos que recordar que el artículo 48 de la Constitución establece que la política de seguridad social en Colombia debe regirse por los principios de universalidad, eficiencia y solidaridad.
Solidaridad, por supuesto, con las personas de menores recursos. Por las devoluciones del régimen de prima media podemos comprobar que, en ese régimen, dicho principio, no solo no se cumple, sino que parece estar diseñado para favorecer a quienes más tienen. Esta es una de las razones por las cuales la distribución del ingreso de Colombia, medida por el coeficiente de Gini, es una de las peores del mundo.
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