Chile: Las proyecciones se recortaron por el estallido social

Tras haber logrado un crecimiento económico de 4% en 2018, la expectativa al iniciar el año era que la economía chilena se siguiera consolidando. Sin embargo, el descontento social, que se ha materializado a través de protestas; el contexto internacional; las bajas expectativas económicas de los productores y de los consumidores, y la crisis política modificaron las estimaciones para el cierre de 2019.

En sus más recientes informes de proyecciones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial proyectaron que el PIB de 2019 crecería 2,5%, la Cepal estimó que lo haría 0,8% (tras reducirlo un punto porcentual a inicios de diciembre) y el Banco Central de Chile (BCC) lo redujo a 1%.

“El conflicto social que hoy enfrenta Chile ha deteriorado el escenario económico presente y futuro en cuanto a las dificultades de llevar a cabo normalmente las actividades productivas y de comercio. Así también se ha visto un descenso significativo de la inversión privada no minera, lo que implica un escenario interno complejo a futuro”, señaló Mauricio Partarrieu, académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales de la Universidad de La Frontera.

Tras poco más de dos meses de manifestaciones, éstas han generado temor entre inversionistas, productores y consumidores. En el corto plazo se golpeó el comercio y el turismo, y en el mediano y largo plazo se podría afectar la inversión. Las consecuencias de un menor desarrollo de estas áreas podrían ser un incremento del desempleo y una disminución de la actividad económica en general.

Esta situación interna, más la incertidumbre y aversión al riesgo en la escena internacional, producida por la guerra comercial entre China y Estados Unidos, llevaron a que la tasa de cambio superara el techo de 800 pesos chilenos y llegara a su máximo histórico.

“Esta fuerte devaluación del peso afecta la inflación y genera expectativas de devaluación, lo que causa más salida de capital. La falta de inversión también se explica tanto por la falta de expectativas como por la falta de financiamiento. Chile enfrentará un duro desafío para levantar recursos financieros en 2020”, explicó Alejandro Alarcón, profesor de macroeconomía de la Universidad de Chile.

Para el próximo año, las expectativas no son muy alentadoras, pues aunque el FMI espera un crecimiento de 3% y el Banco Mundial, de 2,9%; la Cepal hizo un fuerte recorte en la proyección pasando de 2,3% a 1% la variación del PIB chileno para 2020, así como el BCC, cuya estimación bajó al rango de entre 0,5% y 1,5%.

Para Alejandro Fernández, socio y gerente de estudios de Gemines Consultores, lo que impulsará el crecimiento en 2020 será la política fiscal expansiva, ya que el gasto real crecerá 9,8% y el déficit pasará de 3% del PIB a 4,4%; una política monetaria expansiva y la normalización en la situación social y política.

“Si esto último no sucede, el crecimiento puede ser mucho más bajo. Si, por el contrario, la estabilidad se restablece rápidamente, el resultado puede ser mejor. Pero los factores claves para definir el resultado son la incertidumbre y la situación política”, dijo.

Con el experto coincide Alarcón, quien agregó que se espera que el consumo privado esté en negativo y que la inversión caiga 4%.

Los analistas también manifestaron preocupación por la inflación, pues si se mantienen los disturbios y una alta tasa de cambio, esta podría aumentar el próximo año y llegar en promedio a 3,9%, muy cerca del límite del rango meta, que se ubica entre 2% y 4%.

Los factores que frenaron el crecimiento este año
Hubo factores internos, como las protestas contra el gobierno; y externos, como la guerra comercial

1. Crisis social
Las protestas iniciaron a mediados de octubre como reacción al alza en la tarifa del Metro de Santiago de 800 a 830 pesos chilenos (más de US$1). La reacción se concentró en saqueos generalizados y en la afectación de hasta 78 estaciones del metro.

2. Guerra comercial
Los constantes acercamientos y distanciamientos entre Estados Unidos y China impactaron al peso chileno y al precio del cobre todo el año. Cuando parecía el fin de la guerra comercial, la tasa de cambio caía y el precio del commodity subía, y viceversa.

3. Baja producción
En octubre de 2019, el dato más reciente, el Índice de Producción Industrial (IPI) disminuyó 3,4% en 12 meses. Respecto a octubre de 2018, la producción manufacturera bajó 5,8%, la minera cayó 1,7% y la de electricidad, gas y agua se contrajo 0,1%.

4. Caída del consumo
Según el Índice de Percepción de Consumidor de la Universidad del Desarrollo, en octubre, la confianza de los consumidores en Chile disminuyó 32,4 puntos. Pasó de moderadamente pesimista a extraordinariamente pesimista.

5. Acceso al crédito
De acuerdo con la de Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, hay que aumentar la inclusión financiera, pues solo 49% de la población adulta tiene acceso al crédito y 69% a algún producto de ahorro. La mayoría (77%) prefiere hacer uso de efectivo.

LEGISLACIÓN
Gobierno de Piñera presenta Ley antisaqueos
A raíz del estallido social que se ha presentado en el país, el Gobierno presentó en el Congreso la Ley antisaqueos, que tipifica el delito de desorden público mediante actos de violencia. La sanción por esto podría ser reclusión menor en su grado medio a máximo, es decir, de 541 días a cinco años. Este proyecto ya fue aprobado en la Cámara de Diputados. Parlamentarios de oposición señalaron que se reescribirán algunos artículos, después de que la Comisión de Seguridad del Senado decidiera realizar correcciones a la iniciativa.

HACIENDA
Se impulsa plan de recuperación económica
Después de que se conociera que el Indicador Mensual de Actividad Económica se contrajo 3,4% en octubre, el Gobierno lanzó un plan de recuperación económica por US$5.500 millones para 2020. Este monto se distribuye en un mayor gasto público por US$3.025 millones, medidas de apoyo para las Mipyme por US$1.950 millones y otras iniciativas por US$525 millones. Cabe mencionar que el plan incluye US$2.400 millones en inversión para infraestructura y bienes públicos dañados en las protestas de las últimas semanas.