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Aunque la pandemia generó desafíos económicos, también ha sido una oportunidad para que las empresas aumenten su digitalización
Como en la gran mayoría de países del mundo, en Perú la pandemia del covid-19 no solo ha tenido un impacto en la salud de sus habitantes, sino que ha llevado a una profunda recesión económica que se ha manifestado en el desplome de la producción, del empleo y de los ingresos de los trabajadores.
De registrar un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 1,8% en el último trimestre del año pasado, Perú pasó a reportar una disminución de -3,4% en el primer trimestre de este año, una caída histórica de -30,2% en el segundo trimestre de 2020 y una bajada de -9,4% en el periodo comprendido entre julio y septiembre. Para el último trimestre del año se espera que la economía se vuelva a contraer. El Banco Central de Reserva del Perú estima que el PIB caerá -12,7%, el Banco Mundial calcula que disminuirá -12% y el Fondo Monetario Internacional considera que la reducción será de -13,9%.
En cuanto a la tasa de desempleo, de acuerdo con las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei), esta incrementó fuertemente desde marzo, tras las medidas de cuarentena y toque de queda que tomó el Gobierno para reducir la propagación del virus. En el trimestre móvil de agosto a octubre del año pasado, la tasa de desempleo en Lima Metropolitana se ubicó en 6,4%, mientras que en el mismo periodo de este año llegó a 16,4%.
“Para el tercer trimestre de este año, solo en Lima se habían perdido alrededor de 1,5 millones de puestos de trabajo”, mencionó Jorge González Izquierdo, analista económico de Perú, quien agregó que se estima que al cierre del año el ingreso de los trabajadores habrá caído 30%.
Para que los peruanos pudieran sortear los efectos de la pandemia, el Congreso aprobó una ley que autorizó el retiro de hasta US$4.700 de los fondos de pensiones a los afiliados que dejaron de aportar en los últimos 12 meses a sus cuentas particulares. Esta decisión no fue apoyada por el Gobierno y causó polémica porque las personas estarían gastando su ahorro pensional en electrodomésticos.
Además de estas dificultades económicas, Perú atravesó por una profunda crisis política, pues el Congreso logró la salida del entonces presidente Martín Vizcarra, después de votar dos veces para destituirlo. En dos semanas de noviembre, Perú tuvo tres presidentes y los ciudadanos se tomaron las calles para protestar. Estas movilizaciones fueron duramente reprimidas por la policía y dejaron dos muertos y varios heridos. Actualmente, en la presidencia del país está Francisco Sagasti, quien asegura la realización de las elecciones generales el 11 de abril del próximo año.
A pesar de estar en medio de estas crisis y desafíos, a finales de noviembre Perú colocó bonos de deuda por US$4.000 millones, de los que US$1.000 millones vencen dentro de 100 años, un hecho histórico para el país. En su momento, el director general del Tesoro Público del ministerio peruano de Economía, José Olivares, explicó que el bono que vence en 2121 se colocó a una tasa cupón de aproximadamente 3,23%, a 170 puntos básicos sobre el bono del Tesoro de Estados Unidos. La demanda y acogida que tuvo la emisión significó un respaldo de los mercados de capitales y de los inversionistas globales. De acuerdo con el Ministerio de Economía y Finanzas de Perú, los recursos recaudados se destinarán a contener el covid-19 y a financiar parte del presupuesto público.
Para 2021, el Gobierno y el sector privado tendrán el reto de recuperar el crecimiento económico. Carlos Oliva, ex ministro de Economía y Finanzas, señaló que controlar la pandemia y las propuestas populistas son dos de los temas principales para incentivar el crecimiento.
“Lo primero es controlar una eventual segunda ola de contagios que pueda implicar una nueva cuarentena y lo segundo es controlar el apetito populista del Congreso, que estaría afectando la sostenibilidad fiscal y las expectativas empresariales, ad-portas de elecciones”, resaltó.
En cuanto al aporte del sector privado para la recuperación de la economía, González Izquierdo mencionó que este tendría un rol fundamental, pues el gasto privado en Perú pesa más de 80% del PIB, de los cuales alrededor de 20% son de inversión privada y 65% son privado.
“Lo que sucede es que el gasto privado es muy importante para el comportamiento de la economía en el corto plazo. En el caso peruano, el comportamiento de la producción y del empleo, en lo fundamental, va a estar determinado por el comportamiento del gasto interno, y dentro de este, del gasto privado”, explicó.
Recuperación en las multilatinas
Aunque la pandemia generó desafíos económicos, también ha sido una oportunidad para que las empresas de Perú aumenten su digitalización y busquen un crecimiento sostenible.
Credicorp obtiene ganancias
A pesar de que a septiembre el holding de servicios financieros Credicorp acumuló pérdidas por S/306,51 millones (US$84,79 millones), la empresa peruana con presencia en Bolivia, Chile y Colombia inició el camino hacia la recuperación económica. En el tercer trimestre obtuvo una utilidad neta de S/104,61 millones (US$28,94 millones) después de haber registrado pérdidas por S/620,39 millones (US$171,62 millones) en el segundo trimestre. En 2021, el holding se seguirá fortaleciéndose en microfinanzas.
Belcorp lanza tienda online
La pandemia aceleró la digitalización de Belcorp, pues la cuarentena limitó la movilidad de las consultoras y el contacto físico con sus clientes. Para que pudieran realizar sus ventas desde casa, la multinacional de belleza que agrupa a Ésika, L’Bel y Cyzone lanzó Mi Tienda Online, una plataforma en la que el consumidor puede hacer su pedido a la consultora en cualquier momento y pagar vía electrónica. De acuerdo con la empresa, más de 95% de sus consultoras ya tienen presencia en el canal digital.
AJE Group y sostenibilidad
AJE Group, la empresa detrás de marcas como Big Cola, Cielo y Free Tea, le apuesta a la recuperación del sector productivo a través de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Por ello, el grupo empresarial trabaja en el fortalecimiento de la cadena de proveedores, para que los productores rurales se apropien de los recursos naturales, de su cuidado y de su preservación. Por otro lado, con la pandemia, la empresa también aumentó su participación digital y habilitó una tienda virtual para la venta de sus productos.
Las medidas para controlar el contagio
Siguiendo la experiencia de otros países, el entonces presidente de Perú en marzo, Martín Vizcarra, declaró el estado de emergencia después de que se detectó el primer caso de covid-19 en el país. También decretó la cuarentena obligatoria y el toque de queda. Debido a que estas medidas generaron dificultades para trabajar en algunos sectores, para mitigar los problemas económicos el Gobierno sacó iniciativas como los bonos de US$100 mensuales para los hogares en condición de pobreza y pobreza extrema, así como un bono familiar universal de US$200 para los trabajadores independientes. También creó el Fondo de Apoyo Empresarial para las micro y pequeñas empresas, y el programa Reactiva Perú, con el que se garantizaron créditos para que las empresas cumplieran con sus responsabilidades económicas.
La economía se está enfrentando como es natural, a un fuerte endeudamiento para contener los problemas del covid-19 este año
La recuperación en materia económica que ha venido registrando el país, podría verse afectada por la nueva ola de contagios
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