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Después de un año marcado por la incertidumbre empresarial, LR analiza los sectores que mejor desempeño obtuvieron, cuáles fueron las movidas del año y las compañías que reportaron mayores ganancias.
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Este 2017, para la industria definitivamente será un año para olvidar.
Desde su inicio, identificamos síntomas de muy poco dinamismo. Levantamos alertas, leímos indicadores tempranos, e insistimos en la adopción de medidas para que la economía realmente despegara. Del mismo modo, para que impulsara sectores como el minero energético, la infraestructura y construcción, también la industria y el comercio, que de alguna forma han sido las cenicientas históricas de la política pública. Hemos presentado algunas propuestas, dentro de las cuales están las siguientes:
a. Si bien se dio la reducción en la tasa de interés del Banco de La República y el cambio de la metodología de cálculo en la tasa de usura, es muy importante que el sector financiero nos acompañe para que la disminución del costo financiero sea efectiva, y así podamos reactivar la demanda.
b. Creación de un incentivo de devolución de impuestos a las actividades que exporten productos y servicios, denominados internacionalmente como “DrawBacks”.
c. Creación de programas de incentivos a la producción nacional y creación de empleo, similares a los utilizados en otros países como México.
La experiencia de este 2017, nos muestra que algunas de las medidas económicas que se tomaron para enfrentar la política contraccionista del año anterior, no tuvieron efecto inmediato. Por lo mismo, se debería actuar de manera más rápida en la búsqueda de salidas como las que ha propuesto la ANDI.
Pensando en el futuro, el reto es el crecimiento de la demanda interna, la producción y aumento de exportaciones, temas que en adelante, deben estar presentes en la agenda de los candidatos a la Presidencia de la República.
Hay que recordar que Colombia es estructuralmente una economía promisoria en la región y tiene grandes oportunidades. Insistimos que lo fundamental es contar con una estrategia clara y decidida de desarrollo empresarial que permita que estas oportunidades sean aprovechadas.
No da espera la puesta en marcha de un programa estratégicamente diseñado para enfrentar los próximos años de desarrollo empresarial. El país debe ser más competitivo en temas laborales, tributarios, digitales, en el aprovechamiento de la agroindustria, el crecimiento verde, entre otros, cuyas ideas están desarrolladas en la Estrategia para una nueva industrialización II, Colombia un país de oportunidades.
Sumado a lo anterior, el proceso electoral no debe convertirse en un freno a la actividad económica, por el contrario, proyectos como los de infraestructura exigen que la actividad de la cadena productiva marche a todo vapor.
Aprendamos de las lecciones que nos dejó este 2017 y desde ya empecemos a actuar sobre lo que debemos hacer, para que en 2018 recuperemos el terreno perdido.
Alza de IVA impactó intención de compra
El Ejecutivo no ha comunicado tanto sus movimientos en las redes sociales, está en sus oficinas concentrado en su trabajo
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