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Así es la agenda económica que plantea el demócrata para los próximos cuatro años
Pese a las relaciones con otras naciones, el gigante del norte es el mayor socio comercial, un hecho que se fortaleció con el TLC
Antes de la batalla electoral que se dio entre Donald Trump y Joe Biden, que incluso acentuó la polarización política en Colombia, desde el Gobierno hasta los empresarios tenían una cosa clara: Estados Unidos es el principal mercado de nuestro país, por lo que, independientemente de quién llegara a la Casa Blanca, la tarea a priorizar es seguir aprovechando ese mercado que es el destino de la tercera parte de las ventas al mundo.
Si bien esta posición y la relación comercial ha disminuido, pues en 1994 las exportaciones colombianas a la principal potencia del mundo occidental pesaban 35% y para 2018 cayeron a 25,5%, se viene una recuperación tal y como lo muestran las cifras de 2019, que cerraron en 29,2%, lo que ha mostrado una tendencia de estabilidad que destaca la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia).
En un reciente informe, la entidad señaló que, “la proporción de exportaciones hacia Estados Unidos ha permanecido relativamente estable, aun cuando las proporciones a otros países desarrollados como la Unión Europea o Japón ha caído por otro lado, en contextos de caídas en el comercio, las exportaciones hacia Estados Unidos se han mostrado resilientes. Permanecen relativamente estables”.
José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo, dijo a LR que, “Estados Unidos es el primer socio comercial y de inversión de Colombia, y como tal, es un país estratégico y seguirá siéndolo. Independientemente del partido de gobierno, somos un país de importancia para ellos y vamos a seguir valorando y avanzando en esa relación”.
En medio de un panorama convulsionado por la guerra comercial con China, las exportaciones entre ambos países superan US$11.000 millones, con un equilibrio entre los productos minero energéticos y los que son de otros sectores, un dato que ha venido subiendo desde 2015, pues en ese año en el que hubo uno de los mayores choques de precios petroleros, el monto apenas llegó a US$9.853 millones.
Sin embargo, a comienzos de la década, en 2011, las ventas externas de Colombia y Estados Unidos casi que doblaban a las actuales (ver gráfico) y mantuvieron esa tendencia incluso después de que en 2012 entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio entre ambas naciones, en los gobiernos de Juan Manuel Santos y Barack Obama.
Pese a las recurrentes críticas de algunos sectores que se quejan de la entrada de productos norteamericanos al país, y de la falta de gestión del ingreso de los artículos locales al gigante del norte, el acuerdo ha facilitado que “aumenten en 16% el número de empresas exportadoras, que tengamos 294 nuevos productos exportados a Estados Unidos y que ingresen a ese país, con cero arancel, 10.500 partidas arancelarias frente a 5.520 que tenían acceso con la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga (Atpdea)”, según la Cámara de Comercio Colombo Americana.
Si bien las ventas nacionales hacia Estados Unidos se resintieron por la crisis global de los commodities, los comerciantes colombianos también tuvieron que reinventarse, lo que logró que sus exportaciones hayan crecido 14,6% desde 2015, y en un solo año (2018 contra 2019) el alza reportada fuera superior a 5,8%, lo que reafirmó la importancia del mercado.
Por ello, para muchos el papel de Estados Unidos en la economía colombiana iba mucho más allá de la elección presidencial más crucial de los últimos años.
“Las relaciones entre Colombia y Estados Unidos siempre han estado enmarcadas en un ámbito bipartidista, es igual de importante la relación con el Ejecutivo como también con el Legislativo. Vamos a seguir viendo una relación entre los dos países sustentada en las vías diplomáticas con matices de forma, pero no de fondo y con una agenda que ha sido constante”, dijo María Claudia Lacouture, directora de AmCham Colombia.
En medio de la pandemia la relación es clave, y el papel de Estados Unidos con una tasa de cambio que sigue más cercana a $4.000 que a $3.500 sigue consolidándose como una oportunidad para los exportadores, tanto de aceites de petróleo crudo, como de otros artículos.
En esta época de crisis, y de cara a la recuperación en 2021, en septiembre las ventas internacionales hacia la nación que ahora dirige Joe Biden fueron de US$750,4 millones, lo que mostró una caída de 11% en un año, pero que significaron 29,6% del monto total vendido. Y al sumar los resultados de enero a septiembre de 2020, el saldo final superó US$6.571 millones y representaron 28,8% del comercio al mundo desde Colombia.
Aunque Restrepo señaló que desde que se firmó el TLC las reglas de juego en materia arancelaria se estabilizaron y que será el mecanismo para regular las relaciones comerciales y de inversión de cara al nuevo gobierno de Estados Unidos, pues ahora se venden 564 bienes que no salían hacia ese destino en 2011, hay quienes señalaban que las oportunidades comerciales son enormes, como lo dijo en su momento el exembajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, al referirse al papel que podría jugar el aguacate hass en los supermercados y en el consumo de los norteamericanos.
Ejemplos como el de esta fruta deben ser los que motiven a los productores a continuar en la conquista del mercado más relevante del hemisferio occidental, pues con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, no se espera que haya mayores cambios “en el sentido en existe una canasta complementaria de intercambio de productos”, apuntó AmCham en su análisis.
Incluso, Pedro Nel Valbuena, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad El Bosque, dijo que “hay un marco de oportunidades, como la desgravación de cerca de 1.000 productos agrícolas y bienes industriales que serán desgravados en 2021. La renegociación puede llevar a presionar el anticipo de desgravación a productos estratégicos para la economía colombiana como el pollo, la leche y el arroz”.
Ahora, con Biden, el reto será aprovechar las puertas abiertas a más ventas y al comercio.
Sigue la espera por la relocalización de las empresas norteamericanas
Uno de los anuncios más importantes de este año fue que más de una docena de empresas de Estados Unidos están a la espera de relocalizar sus empresas de Asia en mercados como Colombia, por lo que AmCham cree que, independientemente del nuevo presidente, estos planes continuarán sobre la mesa. Con esto se ampliará la base de 450 empresas que hoy operan en Colombia y han creado un poco más de 100.000 empleos en cerca de 15 sectores. Un factor clave de cara a la reactivación tras el covid-19.
Las monedas emergentes también han mostrado una tendencia al alza. En la región, la única que perdió fue el peso argentino
Vemos las diferencias de política fiscal como un área clave en relación con el resultado electoral