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El departamento de Boyacá no solo tiene vocación turística y agrícola, es el epicentro de un tejido empresarial significativo
La esmeraldera genera 930 puestos de trabajo, de los cuales 80% es ocupado por quienes viven en el departamento de Boyacá
Durante 2022, en el departamento de Boyacá las empresas del sector de exploración de minas y canteras incrementaron su presencia 24,3%, registrando para el final de ese año un total de 211 unidades productivas matriculadas en la Cámara de Comercio de Tunja.
Compañías Muzo es una de ellas, y actualmente dentro de su cadena productiva para comercialización de esmeraldas, emplea a 930 personas donde 80% son boyacenses, convirtiéndose en el mayor empleador del municipio de Muzo, que también es conocido como “la capital mundial de la esmeralda”.
Camilo Acero, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Compañías Muzo Colombia, habló sobre la incidencia de la empresa esmeraldera en el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores de la región, sobre todo, en un sector que está permeado por la informalidad.
Cuando inició Compañías Muzo era una época donde la minería era muy informal, donde los mineros trabajaban por el plato de comida y algún tipo de participación en lo que se sacara de la mina, pero no había nada escrito, ni condiciones laborales o garantías. Entonces, lo primero fue decir no se trata solo de sacar esmeraldas, se trata del impacto que podemos tener en la región y en la industria.
Comenzamos a crear empleos formales, que fue un cambio gigantesco en la dinámica del sector en Boyacá. Para nosotros es clave que todas nuestras acciones generen esperanza, paz y prosperidad, y la mejor forma de generar prosperidad y construir paz es a través del empleo formal y digno, que las personas tengan un salario, puedan ahorrar y tener una casa, poder progresar y ser prósperos.
Hoy en día, tenemos 930 empleados y de esos 80%, unos 744, son empleados de Boyacá. Ese es otro de los grandes indicadores que tenemos, generar empleo formal, pero para la gente de Boyacá y de la zona de influencia. Nos enfocamos en mantener ese 80% y eso es muy importante porque somos el empleador más grande de Muzo. La forma como empleamos y las condiciones que damos generan un estándar para las demás minas en Boyacá.
Hace 10 años creamos la Gerencia Social que después se transformó en una fundación que hoy en día es la Fundación Muzo, ella se ha dedicado a conversar con la gente de la zona de influencia y entender sus necesidades y prioridades. Desde ahí, trabajamos temas de educación, productivos y de seguridad alimentaria.
En educación tenemos temas claves como talleres de robótica, preicfes y clases extracurriculares. También tenemos un programa de becas donde otorgamos entre cinco y siete becas anuales para carreras universitarias, parece un número pequeño, pero es algo que transforma totalmente la vida de alguien, poder ir a la universidad, y acelera la movilidad social.
En proyectos productivos tenemos un trabajo, sobre todo de cacao, buscamos formas en que la gente pudiera tener ingresos diferentes a la minería, porque es una zona de minería tradicional entonces de todas maneras siempre van a tener esa tradición, pero había que buscar formas de que tuvieran ingresos diferentes.
Desarrollamos un proyecto para cultivo de cacao, les hemos ayudado a desarrollar los cultivos y, hoy en día, tenemos 125 familias que ya tienen (entre todas) alrededor de 300 hectáreas sembradas de cacao, producen cacao y se asociaron en una cooperativa que se llama Caciques del cacao. Es un proyecto que genera ingresos a las familias que hoy venden cacao y, en este momento, hay 33 de esos predios certificados ya en buenas prácticas de agricultura y estamos trabajando para continuar creciendo.
En una región como esta, creo que mucha gente fue y se ha quedado un poco con la esperanza de que vas a guaquear y algún día te vas a encontrar una piedra muy grande y eso te va a sacar de la pobreza, y lo que ha pasado es que hay un montón de personas de la tercera edad que llevan toda la vida en las minas y hoy no tienen nada, entonces empieza la necesidad y lo que hicimos fue poner un comedor que atiende a 300 personas ancianas que van todos los días a almorzar.
Esto es importante porque para la mayoría de ellos es la única comida completa que tienen dentro de su día y además es un plan de esparcimiento. A finales de julio vamos a estar sirviendo el almuerzo número 500.000 en este comedor, lo cual es muy importante para nosotros, porque son medio millón de almuerzos servidos.
Todavía estamos acabando de sacar las cifras de 2023, pero lo que diría es que el proceso de las esmeraldas se mantuvo durante el año pasado, los precios, la producción y lo que hay en el mundo se ha mantenido, es un mercado digamos subjetivo desde el punto de vista que el valor que tú le das a la piedra depende mucho de lo que tú veas en la piedra y cada persona ve algo diferente, pero el mercado se ha mantenido de como venía en años anteriores.
Nuestro interés en este momento está en consolidar lo que tenemos de producción, los títulos que explotamos requieren de bastante inversión en el mantenimiento para que las minas estén en óptimas condiciones. Ahí está nuestro esfuerzo, por crecer en la explotación, esperamos que este año aumente en algo la generación de empleo, pero sobre todo que logremos consolidar nuestra operación y el mantenimiento de todas nuestras minas.
Según la Agencia Nacional de Minería, Colombia es el mayor productor de esmeraldas de alta calidad en el mundo, siendo las principales zonas de explotación Boyacá y Cundinamarca. Para 2020, se produjeron y exportaron 1,6 millones de quilates de esta piedra. Compañías Muzo tiene presencia en la zona con una característica importante: garantizar la trazabilidad de la piedra que adquieren los compradores nacionales e internacionales, pues a través de las distintas empresas que conforman el grupo, se encargan de su extracción, transformación y exportación.
Gheidy Gallo, directora de ProBoyacá, señaló que es clave fortalecer el trabajo entre empresarios, Gobierno, sociedad y academia
El objetivo, con la Gobernación de Boyacá, es volver a cifras como las de 2021 y 2022, de 18% y 26% en el PIB del departamento