Cesantías: a guardar la platica

Las cesantías son una prestación social que fue pensada principalmente para ofrecer una fuente de ingresos para cuando no tengamos empleo. No obstante, la ley permite que las cesantías puedan retirarse por otros tres motivos subsidiarios: adquisición de vivienda, mejora de vivienda familiar o pago de matrículas educativas del trabajador, su cónyuge o sus hijos.

¿Los colombianos utilizamos las cesantías para su fin? La respuesta es NO. De acuerdo con información histórica de la Superintendencia Financiera de Colombia, del total de retiros de cesantías; tan solo 35% son realizados por la terminación del contrato, y 65% restante se realizan por las otras causas de ley.

Así, usamos el ahorro para el corto plazo, olvidando siempre que son los recursos para soportar una emergencia económica como la de quedarse sin empleo.

Utilizar así las cesantías no es per se inadecuado, pero es importante recordar que hacer un buen uso de dicho ahorro es fundamental para lograr un alto bienestar financiero, y para ello, ahorrar para emergencias económicas como la de quedar desempleado es un imperativo. Además, hay que tener en cuenta, que las cesantías pueden funcionar como una ayuda adicional en el momento de la pensión, y esto puede llevar a un mayor nivel bienestar financiero al momento del retiro.

¿Qué hacer para utilizar las cesantías adecuadamente? Escoja bien su fondo de cesantías. Debe ser una decisión consciente y deberá tomarla en función de su objetivo y de la rentabilidad que puede obtener. Existen cuatro fondos privados, que tienen a su cargo alrededor de 7,5 millones de afiliados y manejan un total de $10,8 billones, y un fondo público (el Fondo Nacional del Ahorro), que cuenta con 1,6 millones de afiliados y un fondo de alrededor de $2 billones. El beneficio que ofrecen los fondos privados y el fondo público es el mismo, sin embargo, cada uno de los fondos privados ofrece opciones de inversión de los recursos de corto y de largo plazo entre las cuales puede escoger cada afiliado.

Para una persona que espera retirar sus cesantías en un período inferior a un año para pagar la educación o arreglos locativo; sería preferible tener sus recursos en un fondo de corto plazo, mientras que para alguien cuyo objetivo es ahorrar para comprar vivienda o para cuando quede sin empleo es preferible mantener las cesantías en un fondo de largo plazo. Si cambia de trabajo, NO retire sus cesantías. Es mejor seguir ahorrándolas.

En cuanto a la rentabilidad, es importante recordar que toda la información está publicada en la Superintendencia Financiera, y que para el año 2018; la rentabilidad de los fondos de largo plazo se ubicó entre 4% y 10%, mientras que para los de corto plazo, ésta se ubicó entre 3,5% y 6%. Otro incentivo para resistir la tentación de utilizar el dinero para otros propósitos.

Dada la volatilidad del mercado laboral colombiano, el hecho de estar cesante es cada vez más probable que antes. Debido a esto, las personas deben estar preparadas para este periodo, tomar decisiones más informadas para disponer de sus cesantías, y tener estrategias listas para optimizar el uso de los recursos que lleguen a tener.

Para tener un alto nivel de Bienestar Financiero, el adecuado uso que le demos a los ahorros como la cesantía es fundamental; y por lo mismo, el mejor consejo que existe es “guardar la plática” en vez de darle mal uso.