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Precio de los metales (cobre, aluminio y hierro)
Los futuros de la soja en la Bolsa de Comercio de Chicago cayeron 2%, al igual que los futuros del maíz, que cayeron a US$4,50 por bushel
El pasado 2 de abril de 2025, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció una nueva estructura arancelaria denominada “Día de la Liberación”. Este plan establece un arancel base de 10% para todas las importaciones, con tasas más elevadas para ciertos países considerados como participantes en prácticas comerciales desleales.
Previamente, en marzo, la administración Trump impuso aranceles de 25% a todas las importaciones de acero y aluminio, eliminando exenciones anteriores y ampliando la cobertura a productos derivados de estos metales.
Estas medidas provocaron represalias por parte de socios comerciales clave. China respondió ayer, anunciando aranceles adicionales de 34% a todos los productos estadounidenses, efectivos a partir del próximo 10 de abril. Además, la nación asiática suspendió importaciones agrícolas, y restringió exportaciones de elementos de tierras raras hacia EE.UU.
Wen-Ti Sung, miembro no residente del Global China Hub del Atlantic Council, dijo a Reuters que “la represalia de China parece aún proporcional y deliberadamente dirigida, centrándose principalmente en productos agrícolas y contratistas de defensa. Ambos son sectores clave de la coalición de Trump”.
La Unión Europea y Canadá también implementaron contramedidas. La Unión Europea anunció aranceles sobre productos estadounidenses valorados en 26.000 millones de euros (US$28.625 millones), mientras que Canadá impuso aranceles de 25% a aproximadamente US$100.000 millones en importaciones estadounidenses.
Las nuevas tensiones comerciales han afectado de forma directa el comercio internacional de materias primas clave como el cobre, el trigo y el gas natural, generando caídas ante la incertidumbre económica global. Además, otros productos como el aluminio, hierro y carbón, han experimentado fluctuaciones, ya sea por menos demanda esperada o por ajustes en las rutas de exportaciones.
“El principal impacto se producirá en productos como la soja y el sorgo. No afectará tanto al trigo y al maíz, ya que China no ha estado comprando mucho trigo y maíz de EE.UU. este año”, explicó un comerciante de Singapur en diálogo con la agencia Bloomberg.
Los precios del gas natural en EE.UU. cayeron por debajo de US$3,9 por Mmbtu, presionados por el temor a una recesión. Aunque las exportaciones de GNL, alcanzaron un récord en marzo, y los niveles de almacenamiento siguen por debajo del promedio histórico, el mercado reaccionó más a las señales de debilitamiento de la demanda global.
El precio del carbón de Newcastle cayó por debajo de US$100 por tonelada, acercándose a mínimos de cuatro años en medio de una sobreoferta global y una demanda debilitada. China e Indonesia, principales productores, alcanzaron récords de extracción en 2024, mientras que la transición energética en Asia ha reducido las importaciones de gigantes.
El mineral de hierro superó US$102 por tonelada, por el repunte de la producción de acero en China. El cobre, tras alcanzar un máximo histórico de US$5,2 por libra, revirtió su tendencia y cerró con una caída semanal de 12,9%. Con respecto al aluminio, los futuro cayeron a su nivel más bajo en siete meses, por debajo de US$2.470 por tonelada.
La soja ha sido uno de los productos más afectados por tensiones entre EE.UU. y China. Tras el anuncio de aranceles adicionales de 34% por parte de China, el comercio bilateral de la soja quedó prácticamente paralizado. Los futuros de la soja en la Bolsa de Comercio de Chicago cayeron más de 2%, alcanzando su nivel más bajo en más de tres meses.
El maíz estadounidense también sintió los efectos de la tensión comercial, aunque con menor intensidad que la soja. Los futuros cayeron a US$4,50 por bushel, su nivel más bajo en una semana. En la Bolsa de Comercio de Chicago, los futuros cayeron alrededor de 1%, reflejando la preocupación por la desaceleración en la demanda internacional.
Los futuros del trigo cayeron a US$5,20 por bushel, afectados por las nuevas medidas arancelarias de China. El retroceso ocurre, además, en un contexto de menor intención de siembra en EE.UU., donde el área cultivada se perfila como la segunda más baja desde 1919. Pese a ello, las existencias del cereal aumentaron 14% interanual.