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Conozca cómo es la tributación actual en Colombia para las empresas y personas naturales de cara a la nueva Ley de Financiamiento que prepara el Gobierno.
Los empresarios colombianos son los terceros que más tributan en la región.
Año tras año, los empresarios colombianos ubican a la carga tributaria como una de sus mayores preocupaciones a la hora de hacer negocios, generar productividad y crear mayor empleo en el país. A los altos tributos se suman las cargas desbalanceadas, los altos niveles de pagos y la necesidad de crear un sistema más simplificado que genere mayor competitividad.
Precisamente, la propuesta de crear tarifas más competitivas, aunado a la eliminación de las más de 200 exenciones, la digitalización de las plataformas tributarias y la simplificación del sistema ha sido una de las banderas del presidente Iván Duque desde su campaña electoral.
En concreto, la promesa que incluiría el mandatario en la próxima ley de financiamiento sería la de reducir la tarifa impositiva que asumen las compañías a niveles de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), es decir, de alrededor de 30%.
Para ello, Duque ha mantenido siempre el argumento de que no tocará a la clase media y que una posible vía para compensar esa pérdida de ingresos podría ser a través de aplicarle un mayor gravamen a las rentas de personas naturales más altas. De ahí, prevé generar un tributo más elevado a las aproximadamente 10.000 personas que se embolsan cada mes unos $50 millones, algo que podría generarle al Estado ingresos adicionales de hasta $3 billones.
“Consideramos que es un buen incentivo tributario para la atracción de nuevos negocios internacionales y el fomento a la creación de nuevas compañías nacionales. A su vez, esta estrategia apunta a incrementar el desarrollo empresarial y la sostenibilidad de las mismas por medio de la redirección de estos recursos tributarios al aumento de productividad, llegando inclusive a generar nuevos puestos de trabajo y crear una mayor dinámica económica en el país”, afirmó Rosmery Quintero, presidente Ejecutiva de la Asociación Nacional de las Micro Pequeña y Medianas Empresas (Acopi).
Exactamente, entre las propuestas que el ministerio de Hacienda presentó ante los congresistas en septiembre de lo que podría llevar la próxima ley aparecía un capítulo en el que se analizaba la posibilidad de disminuir la tarifa de renta de las personas jurídicas para que llegue a 32% a partir de 2020. De llevarse a cabo esta iniciativa, el Gobierno empezaría a perder ingresos a partir de 2020 con una caída de $1,1 billones que podrían ser compensados con los $2,4 billones que le generarían gravar con 37% a las rentas más altas (en la propuesta aparecen las que ganan $30 millones mensuales).
¿Cuánto impuestos soportan?
Dada esta coyuntura, es conveniente analizar cuál es la verdadera tasa efectiva a la que tributan las empresas colombianas, cuántos impuestos asumen y cómo está el sistema frente al resto de países de la región.
De acuerdo con el reporte ‘Paying taxes 2018’, elaborado por el Banco Mundial y PricewaterhouseCoopers (PWC), los empresarios colombianos son los terceros que más tributan en la región, con una tasa de 69,8%. Estos solo son superados por los que soportan en Argentina (106%) y en Bolivia (83,70%). La cuarta tasa de impuestos y contribuciones de las sociedades más alta de la región la tiene Brasil (68,40%) y el top cinco lo cierra Venezuela (65%).
Sin embargo, otros estudios como el informe “¿Cuánto se tributa efectivamente en Colombia?” del Banco de la República indican que la tasa realmente efectiva, es decir, aquella que queda una vez aplicados todos los beneficios tributarios está del orden de 27%. También en el informe sobre esta problemática de los autores Jairo Orlando Villabona y Carlos José Quimbay Herrera se estableció que la tasa real promedio durante el periodo 2000 a 2015, con cifras de los agregados de las declaraciones de renta de la Dian, fue de 17,3%.
En total, el informe ‘Doing Business 2018” estimó que las sociedades que operan en el terreno local soportan cada año 12 grandes pagos, entre los cuales se encuentran el impuesto de renta, las contribuciones a la seguridad social, el impuesto al patrimonio, el IVA o el Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF) o 4X1.000, entre otros. Adicionalmente, también deben responderle a los gobiernos locales con tributos como el predial o el de Industria y Comercio (ICA).
Asimismo, según ese mismo reporte, en el cual Colombia cayó del puesto 53 al 59 por esta problemática, se evidenció cómo las sociedades colombianas deben gastar unas 239 horas en el pago de impuestos, lo que equivale a casi unos 10 días. En los países de la Ocde para cumplir con esta obligación se suelen demorar de media unas 78,3 horas.
Cargas desbalanceadas
Entre todas las cargas, la que más le pesa a las personas jurídicas es la del impuesto de renta pues representa alrededor de 22% de la tasa total de tributación. Según PwC, los tributos laborales son alrededor de 18,6% y con el restante 29% pagan el resto de impuestos.
El problema de la tributación corporativa se agrava aún más si se tiene en cuenta que las cargas del impuesto de renta están totalmente desbalanceadas pues están en cabeza de las firmas. Así las cosas, mientras que en los países de la Ocde, 57% del recaudo de este tributo proviene de las personas naturales, en Colombia este porcentaje solo llega a 19% por lo que 81% lo asumen las sociedades.
Pero las trabas no terminan ahí porque, en realidad, la renta de las sociedades está concentrada en unos pocos contribuyentes que son los que realmente asumen la mayor parte de la torta. Según cálculos de hace cuatro años, las 3.400 empresas más grandes del país asumen más de 60% de este tributo mientras que el resto solo paga 18%. De este modo, las compañías que estarían aportando más serían algunas como Grupo Éxito, Ecopetrol, Terpel, EPM, Argos o Avianca.
“Tenemos una paradoja: unas tasas impositivas muy altas, pero recaudamos muy pocos impuestos. La razón es que muy pocos los pagan. Solo 3.552 compañías pagan el impuesto de renta en el país. Es decir, solo 0,35% de las empresas pagan 70% de impuestos en Colombia”, decía en Inside LR el presidente de la Andi, Bruce Mac Master.
Otro de los asuntos debatidos es si se justifican o no los beneficios tributarios que tienen las compañías pues las cargas son más elevadas para las que no tienen privilegios específicos como aquellos de los cuales gozan las empresas beneficiarias de zonas francas, exenciones o rentas líquidas especiales importantes, o contratos de estabilidad jurídica.
El recaudo no es suficiente
Pese a los avances que se han venido dando en las anteriores reformas tributarias y a la mayor carga que asumen hoy día las empresas no se ha logrado ampliar el recaudo total del Gobierno, que se encuentra estancado en niveles de 14% del PIB desde hace años, por debajo de las tasas de 16% y 17% en las que se encuentran la mayoría de los países de la región.
Como porcentaje del PIB, según cálculos de Anif, el recaudo total de impuestos del Gobierno se dividió de la siguiente manera el año pasado: la tributación corporativa directa recaudó 5,7%, los impuestos indirectos al consumo (como el IVA y el Impoconsumo) representaron 5,5%, la renta de los hogares solo llegó a 1,6% y otro 1% se debió a otro tipo de gravámenes.
Para elevar de una vez por todas el recaudo nacional y cerrar la brecha fiscal estructural, la propuesta que ha venido defendiendo Anif en estos meses tiene principalmente tres componentes: marchitar los contratos de estabilidad jurídica y eliminar los privilegios referidos a zonas francas (+1% del PIB), una mayor tributación de las personas naturales (0,4% del PIB) y la ampliación de la base del IVA (0,4% del PIB).
“Esta reforma debería allegar recursos adicionales por al menos 1,8% del PIB hacía 2019-2022. Con ello, el recaudo tributario total se elevaría de 14% actual hacia cerca de 16% del PIB”, sostiene la propuesta del Centro de Estudios Económicos.
Más empresas se formalizarán
Los beneficios que tendría aliviar la carga impositiva que asumen las empresas actualmente serían muchos. De acuerdo con Óscar Valencia, director de Política Macroeconómica del Ministerio de Hacienda, no solo se mejoraría la productividad, sino que crecería el empleo formal y la economía se reactivaría hasta en 0,6% del PIB.
Esa misma opinión comparte el profesor de Economía de la Universidad del Rosario, Alejandro Useche, quien destacó que las empresas ganarán en competitividad y en formalización. “Podrían fabricar productos o prestar servicios a un menor costo que podrían ser más apetecidos en los mercados internacionales. Además, esta rebaja podría ayudar a la formalización. Hoy, hay muchas que no se registran debido a los altos impuestos”, declaró.
LEA MAÑANA:
Los beneficios tributarios de las zonas francas
Las empresas que se instalan en una zona franca tienen múltiples beneficios que les permiten potenciar su actividad nacional e internacional. Estas compañías pagan menos en impuesto de renta; están exentos de IVA para materias primas o insumos, o tienen libertad de repatriar sus utilidades, entre otros.
Debido a su situación privilegiada, estas áreas geográficas fueron muy debatidas por los diferentes candidatos en la campaña presidencial. En concreto, Duque en esa época propuso que las centrales de acopio y abastos de alimentos tuvieran un régimen similar para mejorar las condiciones de los pequeños y medianos productores.
Ahora que ya es Presidente, la meta del mandatario es que estos espacios generen empleo a 400.000 personas en 2022. En la actualidad, Colombia cuenta con 111 zonas francas en las cuales operan más de 900 empresas de múltiples sectores.
Se espera que este miércoles continúe con su discusión.
Conozca el articulado del proyecto de ley
La última reforma de Cárdenas iba por $7,1 billones en su exposición de motivos.