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Los colombianos cada vez usan diferentes opciones para movilizarse, bien sea vehículos, motos, bicicletas, patinetas y hasta las app
Secretaría de Movilidad
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El transporte en cicla comienza a coger fuerza en Colombia. Actualmente, se venden 440.000 de estos vehículos al año, y en Bogotá se hacen a diario 800.000 viajes por los 600 kilómetros de ciclorrutas
La pandemia fue decisiva en el hecho de potenciar el uso de la bicicleta en Colombia, especialmente en Bogotá, una ciudad que ya contaba con la red más extensa de carriles de América Latina, para este propósito, pero que también fue pionera en extender dichas vías durante ese tiempo de crisis sanitaria, de las que algunas quedaron de manera permanente.
Lo interesante es que la apuesta por las dos ruedas ha contado con el impulso sostenido de algunos alcaldes de turno. A esto se suma la Estrategia Nacional de Movilidad Activa (Enma), que se viene implementando desde el Gobierno, con el objetivo de ayudar a bajar el nivel de gases de efecto invernadero y de generar ciudades saludables y seguras, a través de espacios públicos que fomenten el uso de ese ‘caballito de acero’, de la patineta y de los patines, sin dejar lado la caminata, como modo complementario de transporte.
Pero llama la atención que estos medios alternativos de movilidad hoy gozan de gran auge en diferentes ciudades del país, en las que el vehículo de dos ruedas se ha convertido en el más utilizado para ejercitarse, trasladarse y cuidar el medio ambiente. Es así como Cali ya cuenta con 192 kilómetros de ciclovía, Medellín con 120, Manizales con 107 y Barranquilla con 63,10 kilómetros.
Bogotá es el escenario más destacado, al ostentar 600 kilómetros de ciclorrutas, por donde se hacen 800.000 viajes diarios en bicicleta, lo que la exalta como la red más extensa de la región. Sin embargo, de acuerdo con el Plan de Desarrollo, en este 2023 se implementará cerca de siete kilómetros más, mientras el IDU se encargará de ejecutar otros 43 kilómetros, dice la Secretaria de Movilidad.
“Las participación de las mujeres como usuarias de bicicletas ha aumentado durante los últimos años, pues en 2010 solo el 3% de las ciclas que se vendían era para este tipo de compradoras, pero hoy son el 30% frente al 70% de los hombres, que además practican más ciclismo de ruta que de montaña”.
Algunos de los pormenores
Con todo lo anterior, y especialmente luego de la pandemia, en Colombia se venden anualmente 440.000 bicicletas –en promedio- de las que 97% son importadas de China, Taiwan, Camboya, Vietnam y Portugal, pues la producción nacional es mínima, siendo las empresas importadoras: Bike House SAS, HA Bicicletas SA, Industrias Bicicletas Milán SA, Specialized Colombia SAS y Supertiendas y Droguerías Olímpica SA, según el portal de importaciones Treid.
“Sin embargo, se le cobra 15% de arancel más IVA a los importadores, pese a que en otros países estos tributos han sido eliminados, con la idea de que la población pueda acceder más fácil a estos vehículos y se logren los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de utilizar un transporte más limpio y que la gente haga ejercicio”, sostiene Carlos Ballesteros, gerente general de Bike House.
De igual forma, hay muchas cosas que deberían de mejorarse para proliferar, aún más, esta forma de traslado. “Por ejemplo, que la banca se interese en financiar este tipo de vehículos, como lo hacen con las motos, pues es de la única forma que se puede masificar el uso de la bicicleta, ya que según estudios, solo 4% de la población cuenta con una propia. Pero también que el Gobierno nos exija a los importadores un registro de las unidades que vendamos, con los números de serie y con la referencia de cada producto, para así poder llevar un reporte; y, así mismo, que se les entregue a los usuarios una tarjeta de propiedad, para darle seriedad a este renglón, estilo Runt. Esto ayudaría a darle un poco de seguridad a este mercado, que hoy sufre por la delincuencia en las vías”, agrega Ballesteros.
¿Y cuánto cuestan?
La verdad es que la inversión no es tan económica, pues se consiguen desde los $700.000, que son las más básicas, para viajes ocasionales; mientras las que se recomiendan para uso diario o hacer grandes recorridos, como ir a trabajar o estudiar, entre otras cosas, arrancan desde $1.500.000 o $2.000.000; aunque las gama media y alta pueden superar los $30.000.000, especialmente las de montaña.
“Para las que valen menos de 50 UVT, es decir, menos de $2.100.000, no se les cobra IVA, pero sí el arancel del 15%; mientras que si tienen precios mayores se les pide 5% de IVA y arancel, según ordena el Gobierno. Particularmente en Bike House trabajamos con las marcas GW, Optimus, Cliff, Venzo, Trek, Specialized, Scott y Giant”, adiciona Carlos Ballesteros.
Sin embargo, las eléctricas son un poco más onerosas. Por ejemplo, en Auteco Mobility los precios oscilan entre los $3.299.000, que son las básicas, hasta los $9.999.000, que son las más costosas, con las mejores prestaciones, las cuales representan 20% de las ventas totales de sus vehículos de dos ruedas.
“Ofrecemos tanto eléctricas como convencionales, de las marcas Starker, Wolf y Benelli Bikes; al igual que Velocifero y Supersoco, respectivamente. Los usuarios, especialmente de las enchufables, son en su mayoría personas entre los 18 y 35 años de edad, empleadas o estudiantes que las utilizan como medio de transporte, para hacer recorridos entre 10 a 20 kilómetros. Lo interesante es que para recargarlas solo necesitan un tomacorriente de 110 voltios”, explica Iván García, gerente de Asuntos Corporativos de Auteco.
El sistema compartido
Como parte del Enma, se buscan hacer alianzas con empresas de economía colaborativa para ofrecer el alquiler de las bicicletas, bajo la figura de sistema compartido. “En la capital del país este servicio lo ofrece Tembici, pero el objetivo es ampliar este portafolio de micromovilidad, para que otras organizaciones ofrezcan sus propuestas”, sostiene la Secretaria de Movilidad.
Según María Villate, directora de asuntos externos de Tembici, el sistema opera con la flota más grande de bicicletas eléctricas de Latinoamérica. “Se trata de 1.500 unidades asistidas, que hoy realizan el 60% de los viajes totales. Pero también contamos con 1.500 mecánicas, 150 sillas de niño que se adaptan a las ciclas, 150 de cajón y 150 manocletas, para personas con discapacidad, para un total de 3.300 que se encuentran en 296 estaciones desplegadas en seis localidades: Usaquén, Chapinero, Barrios Unidos, Teusaquillo, Santa Fé y Candelaria.
Lo interesante es que actualmente se realizan entre 6.300 a 6.800 viajes diarios, con picos de uso en las horas de la mañana y la tarde, de lunes a viernes. Sin embargo como es un sistema compartido, los traslados tienen un tiempo máximo de 60 minutos, cuyo servicio se puede acceder a través de la elección de alguno de los planes dispuestos en la App Móvil Tembici, ya sea un plan diario o membresía mensual, con el que se podrá desbloquear la bicicleta mediante un código QR que debe acercarse al manubrio. Los precios oscilan entre los $11.000 (para cuatro viajes día) y $31.900 (cuatro viajes diarios por 30 días).
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