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Los colombianos cada vez usan diferentes opciones para movilizarse, bien sea vehículos, motos, bicicletas, patinetas y hasta las app
Ya son varias las marcas que comercializan este tipo de vehículos en el país, a la vez que aumenta la cantidad de estilos, diseños y referencias
La transición hacia una movilidad sostenible no solamente está impactando el segmento de los automóviles y las motos, sino que otro tipo de vehículos como las bicicletas y patinetas eléctricas están tomando especial relevancia. Estas últimas, han presentado un incremento en el mercado, pues, según datos de Fenalco, en 2022 se registró la venta de 18.491 unidades, muchas más que las registradas en bicicletas eléctricas, que fueron 2.339 y las 5.580 en motos eléctricas.
Ante este panorama ha surgido una gran variedad de estilos y diseños de patinetas eléctricas, que se acomodan a diferentes poderes adquisitivos. Según Víctor Manuel Gómez, gerente de Emove, compañía que distribuye el producto desde hace siete años aproximadamente, esto se debe a que cada vez hay existe una mayor preferencia por este medio de transporte: “Hasta hace unos cuatro o cinco años, la gente optaba por el alquiler de patinetas, pero esa modalidad desapareció y ya la mayoría de las personas compran su patineta propia. Por ese motivo se ha ido abriendo mucho más el mercado”.
En ese sentido, la empresa comenzó como proveedora de almacenes de cadena, pero ya se vio en la necesidad de abrir su propia tienda en el barrio Pepe Sierra. “Desde el mes de febrero tenemos tienda directa, que la abrimos por el mismo auge que ha tenido el producto, pues vemos que la gente está buscando esa alternativa de transporte eficiente, que ahorra tiempo y dinero, y es amigable con el medio ambiente”, contó el gerente.
No obstante, el ejecutivo indicó que actualmente existen diversas dificultades para la importación de estos vehículos al país: “los costos de importación se han incrementado mucho, porque los aranceles han subido y el Gobierno nos ha querido poner cada vez más impuestos. Además, la cantidad de documentación que hay que hacer para traer el producto es bastante grande. Hace dos años era mucho más fácil importar, porque el anterior gobierno nos había bajado el arancel”.
Edder Velandia, docente de Unisalle y experto en ciudades y transporte, dijo que la tendencia creciente en la compra de patinetas eléctricas se debe en gran medida a las dificultades de movilidad que están presentando las grandes ciudades: “Estas dificultades en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla van en aumento, demandando tiempos y recursos que están afectando la calidad de vida. Por tal razón, las personas evalúan alternativas para desplazamientos rápidos, baratos, flexibles y asequibles”.
De igual manera, según el profesor, otro factor determinante ha sido el aumento en el costo del transporte público, sumado a los problemas que éste tiene: “El transporte público se ha tornado costoso, con problemas de calidad del servicio, como los altos niveles de ocupación y las demoras en rutas, además de problemas de seguridad y hasta acoso. Las motos son una opción competitiva, pero las altas tasas de financiación desestimulan su uso respecto a las patinetas”, agregó.
En ese sentido, las patinetas reportan mayores beneficios que las motos, tanto para los usuarios, como para el medio ambiente: “Hoy, hay más de 11 millones de motos en Colombia y se proyectan 20 millones para la próxima década, que consumen gasolina, generan emisiones locales al aire, aportan CO2, generan ruido, congestionan, afectan la libre circulación de otros vehículos y aportan lamentablemente a los indicadores de siniestros viales. Las patinetas crecen como una alternativa de transporte de personas con bajas emisiones frente a las motos”, afirmó el profesor.
“Si bien hay discusiones como las dadas en París, con una sorpresiva decisión de prohibir su uso por temas de seguridad vial, las patinetas reducen las emisiones al emplear la electricidad, que en un país como Colombia es generada en promedio con 70% de energías renovables. Al ser vehículos livianos se logra acercar a personas que pueden estar evaluando opciones como las motocicletas nuevas o usadas y desestimula la compra de automóviles entre jóvenes”, finalizó el docente.
La normativa, un pendiente
Si bien la movilidad en patinetas eléctricas toma cada vez más fuerza entre los usuarios, el marco normativo para su uso aún genera ciertos vacíos. Se tiene, por ejemplo, que esta clase de vehículos no tienen obligaciones tributarias para circular por el espacio público. Sin embargo, las ciudades establecen determinadas condiciones para su uso. En Bogotá, por ejemplo, la resolución N 209 de 2019 estableció que la velocidad máxima es de 20 Km/h y que no podrá ir en la patineta más de una persona.
En solo 10 años de haber llegado al país, este sector registra un rápido crecimiento y una alta aceptación por parte de los colombianos, además aporta al PIB cerca del 0,23%
El transporte en cicla comienza a coger fuerza en Colombia. Actualmente, se venden 440.000 de estos vehículos al año, y en Bogotá se hacen a diario 800.000 viajes por los 600 kilómetros de ciclorrutas