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La creciente tensión entre Rusia y los países de occidente por una posible invasión a Ucrania tiene en vilo al mercado energético, especialmente del petróleo y el gas
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El alcance de la acción de Biden no quedó claro de inmediato, incluidas las excepciones y el impacto en los envíos que ya están en tránsito.
El presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos prohibirá las importaciones de combustibles fósiles rusos, incluido el petróleo, en una gran escalada de los esfuerzos occidentales para obstaculizar la economía de Rusia que ejercerá una mayor presión sobre los mercados mundiales de crudo.
“Estados Unidos tiene como objetivo la arteria principal de la economía de Rusia”, dijo Biden el martes en la Casa Blanca. “No seremos parte de subsidiar la guerra de Putin”.
La medida de EE.UU. será igualada en parte por el Reino Unido, que anunció el martes una prohibición a las importaciones de petróleo ruso, aunque seguirá permitiendo el gas natural y el carbón del país. Acá, no participarán otras naciones europeas que dependen más de los combustibles rusos. El alcance de la acción de Biden no quedó claro de inmediato, incluidas las excepciones y el impacto en los envíos que ya están en tránsito.
La medida de Biden es un paso significativo en su campaña de sanciones contra Rusia después de su invasión de Ucrania. Si bien la llamada auto sanción de la industria petrolera ha limitado algunas compras de barriles rusos, una prohibición total de EE.UU. pesaría aún más en el mercado y aumentaría la volatilidad.
Biden ya estaba lidiando con las consecuencias políticas del aumento de los precios de la gasolina incluso antes de la invasión. A un promedio de US$4.173 por galón, el club de autos AAA dice que los precios de las bombas nunca han estado más altos según sus registros, sin ajustar por inflación.
El petróleo ruso representó alrededor de 3% de todos los envíos de crudo que llegaron a EE. UU. el año pasado, lo que representa más de 600.000 barriles por día, según muestran los datos de la Administración de Información de Energía de EE. UU.
Cuando se incluyen otros productos derivados del petróleo, como el fuel oil sin terminar que se puede usar para producir gasolina y diésel, Rusia representó alrededor de 8% de las importaciones de petróleo de 2021, aunque esos envíos también han tenido una tendencia a la baja en los últimos meses. Las importaciones estadounidenses de crudo ruso en 2022 cayeron al ritmo anual más lento desde 2017, según la firma de inteligencia Kpler.
Dependencia Europea
Europa, en comparación, importa alrededor de 4 millones de barriles por día de crudo y productos refinados rusos, según datos de Eurostat. Rusia fue la fuente del 27% de las importaciones de petróleo crudo de Europa en 2019, según la Comisión Europea.
El gobierno de Canadá anunció el mes pasado que tenía la intención de prohibir todas las importaciones de petróleo crudo de Rusia, pero la medida fue en gran parte simbólica. El país no ha importado nada desde 2019.
Después de que Bloomberg News informara el martes que la prohibición del petróleo de EE.UU. era inminente, el índice de referencia del petróleo de EE.UU. amplió sus ganancias, aumentando un 7,5 % a US$128,38 a las 10:45 a. m. en Nueva York. La perspectiva de una prohibición de importación de petróleo está ayudando a impulsar el crudo a sus niveles más altos desde 2008.
Biden actuó cuando el Congreso estaba a punto de actuar por su cuenta. La legislación para prohibir las importaciones de crudo ruso ganó fuerza rápidamente entre republicanos y demócratas en el Capitolio, y el personal del Congreso perfeccionó el texto durante el fin de semana y se preparó para una votación en la Cámara el miércoles.
Al moverse primero el martes, Biden puede reclamar crédito simbólico por la medida, pero también podría terminar cargando con la culpa del aumento de los precios del combustible que probablemente seguirá.
“La agresión de Rusia nos está costando a todos”, dijo Biden, advirtiendo contra el aumento de precios por parte de las empresas en la cadena de suministro de gasolina. Dijo que sus políticas no están impidiendo que los perforadores de petróleo de EE. UU. aumenten la producción y que, en cambio, las empresas están optando por no utilizar los arrendamientos de tierras federales que ya poseen.
“Putin parece decidido a continuar su camino asesino sin importar el costo”, dijo Biden, acusándolo de atacar deliberadamente objetivos civiles, incluidos hospitales, áreas residenciales y una planta de energía nuclear.
“Rusia puede continuar avanzando a un precio horrible, pero esto ya está claro: Ucrania nunca será una victoria para Putin; puede ser capaz de tomar una ciudad, pero nunca podrá mantener un país”, explicó.
El teniente general Scott Berrier, jefe de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, dijo hoy en una audiencia en la Cámara de Representantes que estimó con “baja confianza” que Rusia ha perdido entre 2.000 y 4.000 soldados hasta ahora en el conflicto.
Acción del Congreso
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo a los legisladores el martes que los demócratas de la Cámara todavía planean seguir adelante con la legislación para prohibir las importaciones de combustible ruso. Anteriormente dijo que estaban “explorando una legislación fuerte” que prohibiría la importación de petróleo y productos energéticos rusos, entre otros pasos para aislar a Rusia de la economía global.
La presión para actuar aumentó después de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, pidiera a los legisladores estadounidenses que prohibieran la importación de petróleo ruso durante una llamada el sábado.
Los funcionarios de la administración de Biden pidieron el lunes a Pelosi que esperara en medio de la preocupación de que era políticamente importante que la Casa Blanca actuara primero. El enfoque administrativo también le da a Biden más flexibilidad para ajustar los controles de importación más adelante si las tensiones disminuyen o los precios suben precipitadamente.
En una señal de que EE.UU. está tratando de reunir otras fuentes de energía, dos altos funcionarios estadounidenses se reunieron durante el fin de semana con miembros del gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en Caracas para hablar sobre el suministro mundial de petróleo y los lazos del país con Rusia, según personas al tanto. con el asunto La administración Biden está sopesando una exención temporal de las sanciones contra la industria petrolera del país para permitirle aumentar la producción y vender más en el mercado internacional, dijeron dos de las personas.
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