Escasez de alimentos y aumentos de los precios, repercusiones de la guerra en Ucrania

A raíz de la continua agresión de Rusia y una tercera ronda de negociaciones diplomáticas inconclusas, el número de muertos y la crisis humanitaria continúan empeorando en Ucrania. En solo 70 días de guerra, una cuarta parte de la población de Ucrania ha abandonado sus hogares. 5,5 millones de refugiados han huido del país y otros 7,1 millones de personas han sido desplazadas internamente.

Los expertos dicen que rara vez han visto una crisis humanitaria evolucionando tan rápido como esta. La invasión rusa de Ucrania no solo está devastando la vida de los ucranianos comunes, sino que ya está creando trastornos económicos y aumentando la pobreza, la inseguridad alimentaria y la inflación mucho más allá de Europa del Este.

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En Ucrania, la infraestructura principal ha sido destruida y hay una grave escasez de alimentos y agua. Muchos ucranianos inocentes se enfrentan al hambre. Las interrupciones en la electricidad y los suministros básicos son generalizadas. Mis abuelos, ambos sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial de 85 años, dependen de que los voluntarios entreguen alimentos y medicinas vitales en su departamento en el centro de Kiev.

Y Kiev ni siquiera es lo peor. Todavía se desconoce el alcance de las dificultades en Mariupol y Kharkiv, ya que la gente en estas áreas ha estado en gran medida inaccesible en línea durante más de dos meses. Los últimos informes disponibles dicen que el acceso a la energía, los alimentos y el agua es, en el mejor de los casos, precario.

La crisis humanitaria se agrava no solo en Ucrania, sino también en los territorios controlados por Rusia. Un ejemplo es la República Popular de Donetsk, que se ha convertido en una cabeza de puente para las tropas rusas en la región de Donbass. Amigos cercanos de la familia en Donetsk me dicen que los constantes bombardeos han interrumpido su suministro de agua, por lo que las personas se ven obligadas a hacer cola en una estación de tubería de agua comunal local durante horas.

El acceso a la ayuda humanitaria proporcionada por organizaciones benéficas mundiales es otro gran problema. La negativa de Rusia a cumplir con la ley humanitaria básica ha dificultado la creación de corredores humanitarios sostenibles en territorio ucraniano, lo que significa que la ayuda no llega a las partes de Ucrania que la necesitan, todo mientras Rusia entrega su propia ayuda humanitaria a Donetsk y Luhansk, controlados por Rusia.

Las empresas locales y las organizaciones comunitarias sin fines de lucro han realizado un esfuerzo extraordinario para ayudar en Ucrania. Han establecido redes voluntarias para proporcionar medicamentos, alimentos y apoyo psicológico a los más vulnerables.

Los 5,5 millones de refugiados que han huido de Ucrania hacen de esta la crisis de refugiados de más rápido crecimiento desde la Segunda Guerra Mundial y la primera de este tipo en Europa desde las guerras de Yugoslavia en la década de 1990. Se estima que 55 niños se ven obligados a huir del país cada minuto. Más de la mitad de los niños de Ucrania habían sido desplazados después de solo un mes de la invasión.

Los principales destinos de los refugiados ucranianos son las naciones europeas vecinas al oeste: Polonia, República Checa, Eslovaquia, Moldavia, Hungría y Rumania. Australia ha ofrecido una solución temporal, emitiendo más de 6.000 visas temporales a ucranianos que ofrecen un camino hacia una visa de protección humanitaria temporal.

La invasión de Rusia está teniendo consecuencias globales más allá de la destrucción de Ucrania. El aumento de los precios de los alimentos y los combustibles es el principal de ellos. Es probable que la pobreza exacerbada sea otra. El Centro para el Desarrollo Global, con sede en Washington, estima que al menos 40 millones de personas en todo el mundo se verán empujadas a la pobreza extrema, definida como vivir con menos de $ 1.90 por día, debido al aumento de precios provocado por la invasión de Rusia.

Otra preocupación son los suministros mundiales de trigo. Juntos, Ucrania y Rusia representan más de una cuarta parte de las exportaciones mundiales de trigo. Es probable que el conflicto haga que los precios del trigo se disparen, ya que los principales importadores de trigo, incluidos Egipto, Indonesia, Bangladesh, Pakistán, Azerbaiyán y Turquía, compiten por suministros alternativos.

Rusia se enfrenta a su situación económica más difícil en tres décadas debido a las sanciones occidentales y al creciente número de muertos de soldados rusos.

Las restricciones a la exportación y las sanciones a la producción de alimentos rusa aumentarán los niveles de pobreza en Rusia durante los próximos seis meses, dejando a los hogares de bajos ingresos particularmente vulnerables a la escasez de suministros.

También se verán muy afectados los socios comerciales de bajos ingresos de Rusia. Algunos de los países económicamente más expuestos serán aquellos con relaciones históricamente favorables con Rusia, incluidos Egipto, Turquía, India, Sudáfrica y Tailandia.

En respuesta a las consecuencias globales de la invasión de Rusia, las principales ONG y las instituciones financieras internacionales deben actuar rápidamente para abordar las necesidades humanitarias urgentes.

Mientras tanto, los gobiernos ricos deberían proporcionar financiación inmediata para frenar las peores consecuencias de una inminente crisis alimentaria mundial.